Los habitantes de Timba, municipio del Cauca, se acostaron con la esperanza de que pronto se iniciarían los diálogos de paz entre el Estado Mayor Central (EMC) de las disidencias de las Farc, lideradas por alias Iván Mordisco y el Gobierno nacional. Pero amanecieron el 20 de septiembre con el estruendo de un carrobomba que explotó a pocos metros de una estación de Policía, que dejó la zona en ruinas.
Las personas que, contrario a los heridos y víctimas fatales que dejó el atentado terrorista, lograron sobrevivir casi ilesas, tuvieron que levantarse entre los escombros de lo que con tanto esfuerzo construyeron.
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Tal es el caso de Johana Muñoz, una habitante cercana de la zona donde estalló la bomba. “Todavía no sé ni lo que pasó, no sé qué aparato nos colocaron. Estaba haciéndole un sandwich a mi hija para ir a la escuela, estábamos en la cocina, la alacena que tenía encima me cayó en la cabeza”, relató la mujer a EFE.
Ella y su hija de seis años lograron sobrevivir al atentado, pero en la calle la historia era peor, pues las dos víctimas fatales que dejó el siniestro, la docente Estela Balanta y el joven Ardani Álvarez, ambos oriundos de Jamundí (Valle), quedaron a pocos metros de su casa destruida.
“Los alcancé a ver, la profesora estaba en el lado donde está la moto, ahí estaba ella tirada; aquí –señalando el sitio donde ella se encuentra– había otra persona”, indicó Johana Muñoz a Semana.
Johana, que llevaba más de 10 años viviendo en la zona, expresó a EFE su complicada situación, debido a que en su casa también funcionaba un pequeño almacén de repuestos: “Quedé sin dónde vivir, sin dónde trabajar”, dijo.
El grave atentado, ocurrido alrededor de las 7:15 a. m., afectó la estación de Policía, el hospital local, una institución educativa y varias viviendas de la zona.
“Ese momento fue una pesadilla... cuando reaccioné pensé que todo era un sueño, que todo era una pesadilla y que me estaba despertando de aquel sueño. Cuando vi todo destruido como pude saqué a mi hija de 6 añitos, gracias a Dios con vida. Un cuarto es de mi hermano, aquí vivo yo y allá es mi madre”, describió Muñoz a Semana.
Afortunadamente, su mamá y su hermano, quienes viven a poca distancia de lo que era la casa de Johana, también salieron ilesos de las esquirlas que provocó la onda expansiva, sin embargo, la mujer describió la desolación en que quedó la zona.
“Destrucción total… no quedó nada, porque después de la explosión hubo una conflagración que empezó pequeño y luego se trasladó para acá. Los bomberos se demoraron muchísimo en llegar y, luego, pues ya la comunidad nos ayudó a apagar el fuego con agua y extintores”, dijo Johana al medio citado.
La mujer lamentó que su esfuerzo de años, terminara en escombros: “Aquí estaba todo el capital de muchos años y ahora no sabemos qué vamos a hacer, perdimos todo”, dijo a Semana.
Vicefiscal advirtió sobre presencia de disidencias y ELN en el Cauca
De otro lado, la vicefiscal general de la Nación, Martha Mancera, expresó durante la audiencia que analizaba si habían mejorado las condiciones de seguridad para los firmantes del acuerdo de paz de 2016, que existe un control total por parte de las disidencias de las Farc y el ELN en el Cauca.
En las declaraciones a medios de comunicación, la funcionaria aseguró que el proceso de desmantelamiento de organizaciones criminales no se basa en meras opiniones subjetivas por parte de la Fiscalía General, sino en pruebas sólidas, como grabaciones de llamadas y otras comunicaciones como pruebas, que respaldarían las acusaciones contra los líderes de estas organizaciones criminales.