Tras la muerte del maestro Fernando Botero el pasado viernes, en Montecarlo, Mónaco, a los 91 años, surgieron preguntas sobre el destino final de sus restos mortales.
Lina Botero Zea, hija del maestro, mencionó que sería enterrado directamente en Pietrasanta, Italia, donde había pasado sus últimos años.
Sin embargo, fue su hermano Juan Carlos, quien señaló a Blu Radio que el deseo de su padre era despedirse de Colombia. Por lo tanto, se ha habilitado la posibilidad para que el país pueda ver por última vez al gran pintor y escultor tanto en Bogotá como en Medellín.
El lugar seleccionado por los hijos de Botero para este homenaje será el Capitolio Nacional, sede del Congreso, y las directivas del Capitolio están finalizando los preparativos para la cámara ardiente en el Salón Elíptico.
Las puertas del Capitolio estarán abiertas al público desde el viernes a las 2:00 de la tarde hasta las 4:00 de la tarde, y se mantendrán abiertas durante el sábado y el domingo de 9:00 de la mañana a 4:00 de la tarde. Esto permitirá que las personas puedan rendir tributo al hombre conocido por sus figuras voluminosas que reflejaban la realidad del país y el mundo.
La oportunidad de acercarse al féretro estará disponible para todos los colombianos, y este estará resguardado en el recinto centenario, custodiado por dos obras icónicas: el tríptico “Bolívar y el Congreso de Cúcuta” de Santiago Martínez Delgado y el mural “Tres cordilleras y dos océanos” del maestro Alejandro Obregón.
Recomendaciones
Para aquellos que deseen asistir a la cámara ardiente en honor al maestro Botero en el Capitolio Nacional, se han establecido ciertas recomendaciones:
El ingreso será por la entrada principal del Capitolio Nacional, cerca de la Plaza Bolívar, y la salida se realizará por la puerta lateral del Elíptico, costado Patio Núñez, en la carrera 7 con calle 9. Durante el tránsito por las instalaciones del Capitolio, los asistentes deben seguir las indicaciones del personal policial y no se permitirá el ingreso de morrales o maletas. No se permitirá tomar fotos en el interior del Salón Elíptico, y tampoco se admitirá la entrada de menores de edad.
Muerte del maestro Fernando Botero
En la mañana de este viernes 15 de septiembre se confirmó que el reconocido pintor y escultor Fernando Botero falleció en la tranquilidad de su hogar en el principado de Mónaco.
La noticia del fallecimiento del artista más grande de Colombia fue confirmada inicialmente por el periodista de la W Radio, Julio Sánchez Cristo, quien recordó que ya en los últimos días el maestro -de 91 años- había presentado un quebranto de salud por el que permaneció algunos días internado en un hospital.
De acuerdo con Sánchez Cristo, Botero se vio afectado por una neumonía por la que tuvo que ser atendido en los últimos días. Pese a las complicaciones de salud, el director de la W Radio conoció que el pintor antioqueño prefirió seguir su recuperación “en la tranquilidad de su casa”, en donde continuó pintando hasta la semana pasada.
“Buenos pensamientos a uno de los colombianos más ilustres que nos han representado en el mundo entero”, fue el mensaje que le envió Sánchez Cristo al maestro Botero horas antes de que se confirmara su muerte.
Lina Botero Zea, la hija que el maestro tuvo fruto de su relación con Gloria Zea -su primera esposa-, aseguró ante los micrófonos de La W que su padre falleció en la tranquilidad de su hogar. De acuerdo con el relato de la también curadora, ella acompañó a su padre hasta el momento de su muerte.
“Murió tranquilamente, en paz. Estábamos con él agarrados de la mano, dio su último suspiro y se fue en paz”, contó Botero Zea a la cadena radial.
El deceso del maestro Botero se dio a tan solo cuatro meses de que su esposa, la artista Sophia Vari, falleciera el pasado 5 de mayo por complicaciones asociadas al cáncer. Frente al deceso de la también pintora, escultora, joyera y collagista griega, la hija del artista colombiano aseguró que la partida de su amada Sofía fue uno de los desencadenantes del deterioro de su estado de salud.
“La partida de Sophia deterioró mucho su salud. Mi papá ya llevaba muchos años con un párkinson terrible, pero hasta el último día de su vida continuó pintando”, afirmó Botero Zea a la W Radio.