El Fútbol Profesional Colombiano (FPC) se ha convertido en una plataforma peligrosa para sus actores. Iniciando por los directivos, pasando por los técnicos y jugadores, llegando hasta el último trabajador de los clubes, cada uno hace parte de un mundo que está en constante amenaza.
Así sucedió con el director técnico del Deportes Quindío, el profesor Óscar Héctor Quintabani, quien recientemente decidió dar a conocer a la luz pública que ha recibido amenazas contra su vida y la de su familia.
En conversación con Caracol Radio, el estratega afirmó que aproximadamente unas 15 personas llegaron en moto a su complejo residencial exigiendo tener acceso a su hogar. Posteriormente, pidiendo su salida del club y lo presionaron con señales alusivas a su muerte:
“Anoche estaba mi hija asustada, le pregunto qué pasaba, estaba con unos amiguitos en la puerta de la unidad... En ese momento me llaman de portería, me comunican que había una cantidad de motos, 12 o 15 motos, todos con cascos, diciendo que querían entrar a mi propiedad, escribieron mi nombre, que me vaya, dibujaron un ataúd con la cruz a la vuelta”.
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Quintabani viene haciéndose a cargo del plantel del Quindío desde 2020 y, a día de hoy, todavía no ha conseguido el objetivo principal de la institución, el cual es poder volver a pisar las canchas de la Primera División del balompié nacional desde que descendió a inicios de 2022.
Posteriormente, afirmó que la situación vivida fue de extrema delicadeza, ya que sus hijos también quedaron expuestos a las amenazas por lo que agradeció la pronta presencia de las autoridades que se pusieron a su disposición:
“A nadie le gusta que lo violenten y más, uno protege a los hijos. Anoche lógicamente las autoridades reaccionaron, tuve en mi casa a la gente de la Policía, un Coronel vino a ponerse a órdenes, voy a la Fiscalía a poner la denuncia”
Para finalizar, profundizó en que este tipo de situaciones no debería darse en lo absoluto e invitó a denunciarlas cada vez que se den, esto para que las autoridades puedan estar más alertas e incluso puedan crear estrategias que detengan estas acciones:
“Este tipo de situaciones se están repitiendo mucho, en general en el país y no debe ser así. Llevo más de 40 años en el país, como profesional y como ciudadano tengo una hoja de vida limpia… No hay justificación para la violencia, el fútbol es pasión y la pasión es esa, no podemos llegar a efectos extremos, hay que denunciarlos”.
En el primer semestre del año, Quindío llegó a los cuadrangulares semifinales del Torneo BetPlay I-2023, pero quedó último del grupo A con solo 3 puntos en seis partidos disputados, perdiendo la chance de disputar el ascenso.
Para este torneo clausura, luego de 11 jornadas disputadas el club se ubica noveno en la tabla con 14 puntos aunque todavía tiene ventana de oportunidad para clasificar de nuevo a los cuadrangulares.
Si bien el equipo ha sido capaz de demostrar buenos y constantes resultados, el hacerlos efectivos en los momentos cruciales le ha costado caro a Quintabani. Incluso dado el caso vuelva a conseguir el ascenso, mantener al plantel profesional en la categoría ‘A’ del FPC, será una tarea aún mucho más difícil debido al bajo puntaje con el que usualmente llegan en la tabla de reclasificación.
Por el momento, el Deportes Quindío todavía no ha entregado una declaración oficial de lo acontecido, pero Óscar Héctor se mantiene como técnico de la plantilla y seguramente lo hará al menos hasta finalizar la fase del ‘todos contra todos’.