“Una economía bonita”, es el título que tiene el informe presentado por The New York Times respecto a la realidad que viven los migrantes en el Tapón del Darién, en este, se recalca la participación de líderes sociales y políticos dentro del negocio en el que se ha convertido el paso de personas a Panamá desde Colombia.
Además de exponer los precios de algunos “beneficios” que pueden adquirir las personas durante el paso de Necoclí a Capurganá (comunidad de Acandí) y la posterior inmersión a la selva del Darién; Julie Turkewitz y Federico Ríos revelaron los nombres de dos candidatos a las alcaldías de estos municipios que son parte del negocio de la migración.
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En primer lugar, el informe habla del paso hacia Capurganá, ya que allí inicia la única ruta terrestre para pasar a Panamá, parte del recorrido que deben hacer las personas que tienen el sueño de llegar a Estados Unidos desde América del Sur.
Por lo que estos municipios han pasado de ser espacios de turismo pasajero, a sitios en los que a diario llegan miles de personas de diferentes nacionalidades, lo que ha sido aprovechado por los pobladores para sacarle un beneficio económico a las necesidades de los que sueñan con atravesar el Darién.
Es allí donde revelan el primero de los nombres, ya que en su estadía en Acandí, los periodistas conocieron a Darwin García, miembro de la junta de acción comunal y exconcejal de Acandí, que es uno de los encargados de organizar las labores dentro de la Fundación Social Nueva Luz del Darién, que fija los precios del trayecto hasta Panamá para los migrantes.
“Hemos organizado todo. Los lancheros, los guías, los cargabolsos”, afirmó Darwin García a NYT.
Sin embargo, también se enteraron de que el hermano menor de García, Luis Fernando Martínez, es líder de una asociación local de turismo, sumado a que es uno de los candidatos a la Alcaldía de Acandí, recibiendo el aval del Partido Liberal.
Lejos de negar su participación en el mercado que representa la migración para el municipio, Martínez defiende lo que se ha convertido en un negocio, ya que para él, con esto, el lugar encontró “una vocación económica definida”.
Luis Martínez no es el único
Igual que en Acandí, la llegada de personas a Necoclí ha hecho que sus pobladores creen “emprendimientos” para intentar sacar ganancias del paso de los migrantes por el municipio, del que Fredy Marín es propietario de uno de los más rentables.
El exconcejal y actual candidato a la Alcaldía de Necoclí administra una compañía de lanchas que traslada a personas desde este municipio hasta Acandí, cobrando 40 dólares por persona, a lo que se le puede sumar más dinero, dependiendo de la carga adicional.
“Hay una economía bonita”, respondió Fredy Marín a los periodistas del NYT, respecto a los negocios que se han originado en la actualidad en Necoclí, resaltando que mensualmente traslada a miles de personas; por lo que una de sus propuestas es darle continuidad a la industria de la migración.
“Lo que primero era una problemática, se ha convertido en una oportunidad”, afirmó Marín.
Turkewitz y Ríos fueron testigos de cómo las autoridades son cómplices en algunos aspectos de la problemática; de la misma forma, han observado a diplomáticos estadounidenses visitar la región y saludar, sin saberlo, a los líderes del negocio de migración más destacados en la actualidad.
“Cuando se llega a ver a las autoridades nacionales, a menudo están haciendo pasar a los migrantes o, en el caso de la policía nacional, chocando puños con los hombres que venden costosos paquetes de viaje para atravesar la selva”, argumentó parte del informe de NYT.