Uno de los principales acuerdos ratificados desde los primeros ciclos de conversación entre el Gobierno nacional y el ELN estuvo centrado en los alivios humanitarios en zonas específicas de alta intensidad por el conflicto entre esta guerrilla y la fuerza pública.
Una de ellas es el Bajo Calima, ubicada en Valle del Cauca, y priorizada para la entrega de esas medidas. Justamente, esta será considerada como el primer territorio de paz en medio de las conversaciones, cuyo quinto ciclo se desarrollará en México.
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Así lo indicó Horacio Guerrero, integrante de la delegación del Gobierno nacional, en conversación con Caracol Radio. Al respecto, afirmó que en los primeros días de septiembre se llevó a cabo un diálogo conjunto entre las comunidades étnicas de la zona con el primer objetivo de garantizar el retorno a sus territorios luego de hechos de desplazamiento perpetrados en diferentes épocas por el conflicto.
En el encuentro, llevado a cabo en la zona conocida como Las Colonias, a la entrada el río Calima, integrantes de los pueblos raizales e indígenas mencionaron la importancia de establecer las condiciones de seguridad necesarias para asentarse de nuevo en sus viviendas, reanudar sus proyectos productivos y asegurar sus servicios básicos.
De acuerdo con Guerrero, esta medida va de la mano con los alivios humanitarios que también son entregados en el Medio San Juan (Chocó). En ambas zonas estuvieron presentes integrantes de las dos delegaciones verificando la implementación del cese bilateral y escuchando a las comunidades sobre sus principales problemáticas derivadas por la violencia.
En ese orden, el negociador del ELN aseguró ante el medio citado que integrantes del pueblo Wounaan iniciarán el retorno a sus territorios a partir del 12 de octubre y se espera que para fin de año todas las comunidades vuelvan a sus zonas de origen. “Son más de 20 comunidades negras y unas ocho comunidades de pueblos indígenas, que buscan retornar”, dijo al respecto el negociador de la guerrilla.
ELN desmintió amenazas a indígenas en Cauca
Durante el sábado 16 de septiembre la delegación del grupo insurgente en los diálogos de paz desmintió un comunicado en el que habían declarado objetivo militar a líderes étnicos del resguardo Munquiche Los Tigres, del municipio Santander de Quilichao debido a supuestas trabas para seguir con la siembra de cultivos de uso ilícito en la zona.
“Serán ejecutados todos aquellos que se interpongan en la plantación de cultivos de coca que es el sostenimiento de muchas familias”, mencionó el panfleto. Incluso, mencionaron a Adelmo Valencia, hermano de Feliciano Valencia, exconsejero mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca Cric e integrante de la mesa de conversaciones con el Estado Mayor Central de las Farc (EMC).
Sobre este, el pronunciamiento firmado por el ELN fue calificado como “la principal ficha para acabar con estos cultivos y para ello le damos 24 horas para que se vaya del territorio”; de paso amenazaron con atentar contra él y su familia.
Sin embargo, horas después de la divulgación del panfleto el ELN desmintió su autoría y, en cambio, solicitó la protección de la vida de esos líderes sociales y las acciones judiciales pertinentes para determinar quiénes fueron los autores de esas intimidaciones. Sin embargo, la delegación del Gobierno con el EMC entregó un comunicado precisando que Valencia sí sufrió un atentado el viernes 15 del mismo mes.
“El viernes sobre las 11 de la noche, el dirigente indígena José Adelmo Valencia Medina, fue víctima de un atentado en su casa de habitación, donde se encontraba con su esposa y dos de sus hijos, en la vereda Jagüito, del territorio Munchique los Tigres”, precisó el comunicado divulgado en medio del encuentro entre ambos equipos negociadores.