Exalcalde de Cúcuta Ramiro Suárez, condenado por homicidio, salió del hospital a la cárcel La Picota, de Bogotá

El exmandatario cumple una condena de 27 años de prisión por el homicidio de uno de los asesores de la administración municipal en 2003

El traslado de Ramiro Suárez Corzo a Bogotá se vio envuelto en una polémica, luego de que el Inpec publicara imágenes en la que se ve una camilla vacía salir del Hospital Erasmo Meoz de Cúcuta - crédito Inpec/Colprensa

El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) informó que el exalcalde de Cúcuta, Ramiro Suárez Corzo, fue dado de alta por los médicos del hospital San Carlos y posteriormente fue trasladado a la cárcel La Picota, de Bogotá.

Suárez Corzo cumple una condena de 27 años de prisión por los hechos que rodearon el homicidio de uno de los asesores de la administración municipal en 2003.

Un juez le había revocado a Suárez la pena de casa por cárcel por diversas irregularidades, entre ellas, que el condenado político salió varias veces de su vivienda. Sus continuas violaciones al régimen penitenciario, se le ordenó cumplir su reclusión en la cárcel La Picota de Bogotá.

Luego de esa decisión judicial, el exalcalde alegó problemas de salud y fue internado de urgencia en el Hospital Erasmo Meoz, de Cúcuta, dirigido por un subalterno suyo cuando fue mandatario. Desde el centro médico, Suárez siguió coordinando las movidas políticas de esa ciudad.

Las autoridades habían solicitado el traslado del condenado a Bogotá, pero Aída Esperanza Moreno, fiscal 23 especializada de la Unidad contra la Corrupción, lo impidió alegando que Ramiro Suárez está colaborando con la Fiscalía como informante en un proceso por concierto para delinquir, cohecho y prevaricato.

Sin embargo, una unidad especial del Inpec viajó a Cúcuta el 8 de septiembre e inició el proceso de traslado del político, quien deberá terminar de pagar su condena en Bogotá.

Según los defensores de Suárez él venía colaborando con la Fiscalía General como informante en un proceso por concierto para delinquir, cohecho y prevaricato, que tendría que ver con hechos de corrupción dentro del Inpec.

En este sentido, alegaron que devolverlo a la cárcel conlleva un riesgo, pues esto “implicaría quedar bajo órdenes de autoridades, dragoneantes y funcionarios que están siendo investigados por los mismos hechos, y quienes tienen un interés particular”.

El traslado a Bogotá

Sin embargo, Suárez Corzo fue trasladado a Bogotá en medio de un operativo del Inpec, que no pasó desapercibido, pues en las imágenes se veía salir del hospital una camilla vacía, mientras que el exalcalde de Cúcuta viajaba en un avión hacia Bogotá.

El director del Inpec, coronel Daniel Gutiérrez, advirtió que el traslado de Suárez Corzo se realizó de esta forma para proteger la seguridad del exalcalde de Cúcuta, y que cuando se revelaron las imágenes de la camilla vacía, el exfuncionario estaba viajando a Bogotá a bordo de un avión.

“En esa camilla no va nadie, porque resulta que ha sido muy difícil... cuando hicimos la resolución de traslado se filtró. En esa camilla no se ve nadie por la seguridad, porque debemos velar por la seguridad del privado de la libertad. En ese momento ya estaba en el avión, porque seguramente pasó lo que pasó, muchos medios, mucha gente, mucho curioso, entonces una forma de velar por la seguridad, no estamos diciendo mentiras, pero sí estamos haciendo una maniobra de ‘engaño’”, dijo el director del Inpec.

Luego señaló que Suáreztiene que continuar en un hospital, no podemos decir cuál, en el momento, por seguridad, pero tendrá todas las medidas para evitar lo que pasó en Cúcuta, teniendo en cuenta que allá es su zona de arraigo. Acá impediremos que siga infringiendo el régimen penitenciario”.

Antecedentes de Suárez

El exalcalde ya estuvo recluido en la cárcel La Picota desde 2011, cuando le revocaron la sentencia de primera instancia del Juzgado Octavo Penal Especializado de Bogotá, que el 2 de abril del 2009 lo había absuelto por el homicidio de Alfredo Enrique Flórez.

Suárez se encontraba en el patio conocido como el de los ‘parapolíticos’, y durante mucho tiempo se denunció que desde allí seguía interviniendo en las campañas electorales en Norte de Santander, vía Skype y Hangout.