El viceministro de Hacienda, Diego Guevara, aseguró que el incremento que tendrá para el 2024 el salario mínimo en Colombia, para la mayoría de los trabajadores, tendrá que incrementarse por lo menos en dos dígitos, es decir, que debe quedar por encima del 10 por ciento, teniendo como punto de partida a la inflación, que pese a que sorprendió en agosto, sigue siendo muy alta.
El funcionario dijo que la cifra debe estar basada en las estadísticas actuales que han mostrado señales sobre cómo se dará el comportamiento de los precios para lo que queda del presente año. Con este anuncio se estima que el dato acumulado en 2023 sea una de las variables con las que se entrará a negociar este incremento.
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Así mismo, Guevara manifestó que la tesis en la que se basa para dar este anuncio es muy sencilla: “El salario mínimo se fija por ley, principalmente, con base en la inflación causada en el año, más productividad. Dado que los niveles de inflación que tenemos a hoy, más la cifra de productividad, que será certificada en próximos meses, es normal que legalmente lo mínimo de un incremento tenga que ser de 2 dígitos”, le dijo a Semana.
Con este planteamiento, se da inicio a una de las discusiones más polémicas del último trimestre del año, que es el periodo en el que por lo general se lleva a cabo la negociación en una mesa en la que forman parte trabajadores, empleadores y el Gobierno Nacional.
Sin embargo, el plus que tiene el incremento en el salario mínimo es el efecto que tendrán los diversos puntos que contiene el proyecto de reforma laboral propuesto por el Gobierno, que ya se encuentra en discusión en el Congreso de la República, y que principalmente se está dando por el incremento en los costos al momento de contratar, en un país que primero deberá enfocarse en la generación de empleo para que la economía empiece nuevamente a moverse.
Para poder saber cuánto subiría el salario mínimo en 2024, se parte del monto básico que hay en la actualidad, el cual es de 1.160.000 pesos. Este fue decretado por el Gobierno del presidente Gustavo Petro, después que se anunciara un incremento del 16 % para este año. Por su parte, el subsidio de transporte quedó en 140.606 pesos, después del ajuste hecho que fue del 20%.
Si se mantiene lo que dijo el viceministro y este aumento es del 10% el salario mínimo quedaría en 1.276.000 pesos, lo que para el funcionarios será de alto impacto, tanto para las familias, como para la economía, debido a la capacidad de consumo.
Entre tanto, Acopi, que es el gremio que agrupa a las pequeñas, medianas y microempresas, es el que tiene en su espalda el peso de cubrir la mayoría de los empleos que se generan en el país, debido a que tiene al grueso de las empresas que hay en Colombia, por eso la importancia de su posición ante la propuesta en el aumento al salario mínimo.
La presidenta de Acopi, Rosmery Quintero, aseguró que el sector empresarial ha tenido que hacer un gran esfuerzo para enfrentar las alzas en materia salarial cuando superan los dos dígitos, a pesar de las difíciles condiciones que ha presentado la economía en los últimos años.
Debido a esta situación la directiva pidió que en esta ocasión se tengan en cuenta, entre otros, algunos temas como la evolución de la inflación, que en los últimos meses “ha disminuido; sin embargo, las proyecciones indican que la misma podría cerrar el año por encima del 9 %. Según nuestras estimaciones, el aumento en los costos no salariales ya oscila entre el 17 % y el 34 %, lo que podría llevar a un aumento en la tasa de desempleo en un margen que va del 1,7% al 3,4 %, así como a una disminución en la tasa de empleo formal, que podría caer entre un 7 % y un 14 %”, dijo la presidenta del gremio.
Del mismo modo enfatizó en que “es evidente que cualquier incremento sustancial del salario mínimo, sumado a las implicaciones de la Reforma, podría ejercer presión sobre los indicadores del mercado laboral”.