Después de conocerse los ataques en la vereda Santa Isabel de Manso, del municipio de Tierralta, Córdoba, el exjefe paramilitar y nuevo gestor de paz del Gobierno nacional, Salvatore Mancuso, envió una carta al país en la que rechazó los hechos de violencia ocurridos en las últimas horas y en los que se vieron envueltos varios miembros del Ejército Nacional.
“Lamento y condeno enérgicamente los recientes actos de agresión contra la población perpetrados en Santa Isabel del Manso, en Tierralta, sur de Córdoba. La violencia contra nuestros campesinos, venga de donde provenga, es inaceptable y merece toda nuestra repulsa y solidaridad”, señaló Mancuso en el documento.
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Además, el ahora gestor de paz destacó la importancia del diálogo con los grupos armados, y el Ejército, para prevenir ataques armados que vulneren los derechos de la población civil del departamento. “Para detener cualquier forma de incursión armada en nuestros territorios, es imperativo abrir vías negociadas y privilegiar el diálogo político con las organizaciones que operan y controlan estos territorios, desentrañar las raíces del conflicto, desmantelar los factores que los perpetúan y desmontar los órdenes sociales que implantamos”.
En el documento, Mancuso solicita la ayuda de entidades de vigilancia y control internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), además de la Defensoría del pueblo y ONG’s de derechos humanos, para desarrollar un sistema de alerta tempranas.
Así mismo, para el exparamilitar, que hoy se encuentra recluido en una prisión de Estados Unidos, se debe reconocer a la población civil y campesina como un pilar importante en el conflicto, por lo que extendió una invitación a la comunidad afectada por la violencia a participar activamente de cualquier proceso que se adelante desde el Gobierno nacional.
“La participación activa de las comunidades es un pilar fundamental para construir y mantener la confianza en nuestras instituciones. Al involucrarse directamente en procesos de control y verificación, no solo permitirá a nuestras comunidades restaurar la confianza perdida en las instituciones y constatar que están cumpliendo efectivamente con sus funciones, sino también avanzar hacia un orden social más justo y equilibrado”, señala el documento.
La carta de Mancuso finaliza con una propuesta que para llegar a la paz total que se ha propuesto el Gobierno nacional, en cabeza de Gustavo Petro. Para el gesto de paz, la creación de una mesa participativa en la que la comunidad pueda expresar sus inquietudes, es el primer paso llegar a un acuerdo nacional.
“Estoy convencido de que las comunidades del Paramillo tienen la experiencia acumulada, un sentido de resistencia inquebrantable y la voluntad para iniciar diálogos con todos los actores involucrados en el conflicto. Por ese motivo les propongo constituir las mesas regionales de paz, como un esfuerzo colaborativo para la construcción de la agenda de paz total en el territorio como parte de un gran acuerdo nacional”
Con la frase “la paz es un compromiso de colectivo”, el exparamilitar mostró su voluntad para cooperar en las iniciativas que lance el Gobieno nacional en temas de Paz de Colombia. Sin embargo, las palabras de Mancuso no fueron bien recibidas en algunos sectores políticos, que criticaron la supuesta ‘doble moral’ de exjefe de las AUC.
Tal fue el caso del director del movimiento Salvación Nacional, Enrique Gómez, quien catalogó como una vergüenza el pronunciamiento del gestor de paz designado por Gustavo Petro. “Un retroceso es que lo peor de la sociedad, criminales despreciables como Mancuso sean catapultados como faros morales de la sociedad. ¡Qué vergüenza!”, criticó el político colombiano.
Otros criticaron que Salvatore Mancuso pudieran acceder de forma casi inmediata a la información del país, aun cuando se encuentra recluido en un centro penitenciario de Georgia, en Estados Unidos.