Las 230.000 hectáreas de coca sembradas en Colombia, de acuerdo con las cifras del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci), son 26.000 más de las que había en 2021.
Según expertos, este aumento significa que con estos número hay un potencial de producción de cocaína mayor al que había en la epoca más fuerte del narcotráfico en Colombia. La presencia de esta siembre está trayendo otros problemas, como es la deforestación.
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De acuerdo con el informe de las Naciones Unidas, el año pasado, los narcotraficantes lograron producir 1.738 toneladas de clorhidrato, de las cuales fueron incautadas 671. Esta cifra indica que en 2022 salieron al mercado 1.067 toneladas de esta droga, a pesar de los esfuerzos de la Policía Nacional y la Armada.
Y según expertos, son más las que se quedan en territorio nacional y aumentan la riqueza de las diferentes mafias y grupos ilegales que lucran con este tipo de producción.
En el documento indica que “de las 230.000 hectáreas de coca, el 49% se concentró en zonas de manejo especial. De estas, 10.626 se encuentran en 13 de las 59 áreas protegidas del Sistema de Parques Nacionales Naturales (5%); 34.680, en zonas de reserva forestal (15%); 23.794, en resguardos indígenas (10%); 44.817 en territorios colectivos de las comunidades negras (19%); además de afectaciones en reservas forestales de Ley 2da”.
El informe de las Naciones Unidas señala que en Colombia hay cada vez más enclaves de producción. Esta situación se agrava si se tiene en cuenta que en el país existen regiones enteras en las que comunidades apuestan por los cultivos de coca e, incluso, invierten de sus propios recursos para que los cultivos salgan mejor.
El ministro de Justicia, Néstor Osuna, reveló que las metas del Gobierno nacional en su política antidrogas en 2026 habría 90.000 hectáreas menos de coca y una disminución del 43 por ciento en la producción de cocaína.
Sin embargo, según un artículo del diario El Tiempo con respecto al tema, si se tienen en cuenta las 26.000 hectáreas de más entre 2021 y 2022, los narcos pudieron aumentar la producción de cocaína en 338 toneladas. Si en 2026, según las cuentas del Ejecutivo, se tiene por lo menos 150.000 hectáreas, sería difícil acabar con la producción de acuerdo con este análisis.
Es importante tener en cuenta que, según el Ideam, la tasa de deforestación por cultivos de uso ilícito es de aproximadamente 13,000 (13%). En 2020 se usaron 55,736 litros/kilos de agroquímicos, 1,720,758 litros de fertilizantes y 81,947 litros de fungicidas en 154,930 hectáreas para la siembra de coca. Lo cual evidencia el impacto ambiental que la producción de drogas produce.
El documento aclara de igual forma que, la tala de arboles y el desperdicio de agua no son el único impacto ambiental que causa la producción de droga en Colombia, “La siembra de la coca se relaciona indirectamente con otros factores como el asentamiento de los cultivadores, la expansión de la frontera agrícola, el cambio y contaminación del suelo y la ganadería, entre otros”.
En el apartado ambiental, de igual forma se informó que los cultivos ilícitos afectaron a las especies originarias de estos territorios. ”El impacto directo e indirecto de los cultivos de coca ha generado alteración de las coberturas vegetales, interrupción de corredores biológicos, contaminación y degradación de los recursos naturales, así como, fragmentación de los ecosistemas estratégicos y el subsecuente desplazamiento de la fauna silvestre”, explicó el informe.
Por otro lado, el Gobierno de los Estados Unidos encabezado por el Presidente Joe Biden y el congreso de ese país, en especial parlamentarios republicanos, dieron a conocer su preocupación de que incrementen siembras de coca en Colombia debido a la política antidrogas del Presidente Gustavo Petro, ya que el enfoque de la radicación se centrará en que sea voluntaria y la forzada será únicamente en los grandes cultivos.