Suicidio infantil: un tema estigmatizado a nivel cultural en Colombia

En el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, Infobae Colombia conversó con el psicólogo James Fernando Beltrán sobre las alarmas y los cuidados para tener en cuenta y evitar que la cifra de suicidio consumado en el país siga en aumento

El factor de riesgo en la mayoría de los casos de intento de suicidio es el antecedente de trastorno psiquiátrico - crédito Stormseeker / Unsplash

En 2022, el Instituto Nacional de Salud (INS) a través del Informe de Evento Intento de Suicidio hizo públicas las cifras de suicidios en Colombia las cuales llegaron a 37.359 casos y según la edad, el grupo poblacional con más presencias en las estadísticas es el de personas entre 10 y 24 años.

Para tener más claridad sobre el suicidio en niños, niñas y adolescentes, Infobae Colombia conversó con el psicólogo de la subred sur con maestría en educación pública, doctor James Fernando Beltrán, sobre las señales y alertas para tener en cuenta para prevenir que las cifras sigan en aumento.

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Sobre el suicidio, el doctor Beltrán comenzó por explicar que es considerado como un fenómeno, pues se tienen identificadas unas fases entre las que están la ideación suicida, conducta suicida, para suicidio y el suicidio consumado.

También, existen factores de riesgo que pueden llegar a ser diferentes en cada caso y que pueden producirse en varios escenarios que comienzan desde un proceso de adaptación hasta llegar al reconocimiento y retroalimentación con su familia.

“El primero es un proceso adaptativo que presenta el niño o el adulto frente a su entorno social, hacia cómo tiene la capacidad de afrontamiento de las situaciones que le pueden generar frustración. El segundo, está enfocado hacia cómo se percibe el individuo a sí mismo y como está relacionado todo su aspecto frente a la autoestima y el tercero, está dinamizado hacia el cómo van los procesos de reconocimiento y retroalimentación de sí mismo en los procesos relacionales tanto de la familia como con sus ambientes sociales”

El doctor Beltrán también explicó que cada factor de riesgo está relacionado y no se deben atender desde puntos de vista diferentes, pues tienen que ver con la cotidianidad del individuo; es decir, del niño, niña o adolescente.

Por eso, es importante tener en cuenta que a lo largo de la vida de los menores se pueden presentar crisis que lleguen a generar una idea suicida que pueden llegar a ser detonados por problemas en la dinámica familiar, antecedentes relacionados con la salud mental como, por ejemplo, la esquizofrenia y las pérdidas significativas o sucesos catastróficos en los que no se hizo el duelo correspondiente.

“El suicidio no opera de la misma forma en todas las personas es importante tener en cuenta que cada uno de nosotros tiene sistemas familiares que funcionan totalmente distintos y la relación con nosotros mismos es totalmente distinta, entonces por eso es que muchas veces es difícil identificar, pero pues si hay unos rasgos que tienden a ser repetitivos”

El doctor James Beltrán también hizo un llamado para que las personas comprendan que el suicidio no es una causa, sino una suma de varios escenarios cuyo punto de partida es cuando “la persona empieza a generar esa pérdida de sentido, esa pérdida de significado, esa pérdida de orientación frente a una posible solución”.

En 2022, la tasa de incidencia de intento de suicidio por 100.000 habitantes fue de 72,4, una cifra superior a la registrada en años anteriores - crédito Akhil Nath / Unsplash

Ese punto en el que los niños dejan de ver sentido a lo que los rodea es conocido como la visión de túnel por lo que “cuando se empieza a generar la creación de esa visión de túnel es cuando, básicamente, las personas empiezan a generar esa pérdida de voluntad”.

En cuanto a las señales que puedan llegar a generar una alarma en el caso de los niños, el doctor Beltrán aseguró que pueden comenzar con el aislamiento o cambio del tono afectivo que da como consecuencia el distanciamiento del menor de su entorno ya sean padres de familia o profesores.

Inclusive, ese tipo de comportamientos pueden llevar a pensar al entorno del niño que se trata de “un proceso de manipulación para llamar la atención y pues es obvio que la persona necesita llamar la atención porque pues está dando, precisamente, esa señal”.

El doctor James Beltrán agregó que, si el niño “está generando una alteración, por ejemplo, en trastornos en el sueño, que genera, pues básicamente, un proceso de esa adaptación dentro de un escenario, que ya está adaptado o empieza a generar una pérdida de sentido por jugar con algunos juguetes, pues es ahí donde toca estar muy focalizados”.

Para atender casos de suicidio en Bogotá se puede comunicar con la Línea Púrpura, la Línea Calma o el 123 - crédito Getty Images

El problema está en que, en muchos de los casos, no se tiene en cuenta las señales de alarma, pues en la sociedad colombiana el suicidio se ha estigmatizado a nivel cultural, por lo que se cree que es una forma de manipulación para conseguir algún fin, “pero, no siempre es así y toca saber diferenciar y tener una visión muy analítica y esquemática frente a qué es lo que está buscando el menor”.

Entre los consejos que compartió el doctor Beltrán está el de no generar juicios, pues en los casos de menores que han dado a conocer su historia en los procesos de escucha, se identificó que los niños no se abren con sus padres por que los regañan.

“Comprenda la realidad del otro, no todo el mundo tiene la misma capacidad de resolver las situaciones como usted las tiene, entonces, frente a eso dele la oportunidad a las personas de explorar y tampoco realice preguntas que lo que lleven al juzgamiento que estén enfocadas al ¿por qué?”.

Por último, el doctor Beltrán explicó que hay varias líneas de atención a la que las personas que tengan dudas o crisis se pueden comunicar como lo es la Línea Calma, la Línea Púrpura y la 123.

“En salud mental se sugieren mucho más la línea calma y la línea púrpura porque a través de estos mecanismos podemos brindar un proceso de regulación emocional y brindar esas alternativas que podemos tomar frente a otro espacio, frente a otra toma de decisiones y reducir el nivel de impulsividad que a veces nos aqueja y nos lleva el día a día”.