Ad portas de la conmemoración del primer medio siglo del golpe de Estado que acabó con la vida de Salvador Allende en Chile, el expresidente colombiano Álvaro Uribe rememoró los hechos desde su perspectiva, con énfasis en políticas que se asemejan a las que han despertado críticas por parte de Gustavo Petro.
El 11 de septiembre de 1973 se realizó un bombardeo al Palacio de La Moneda que acabó con la vida del líder socialista tras tres años de haber sido elegido y que daría paso a una dictadura militar liderada por Augusto Pinochet. Un abrupto cambio de rumbo, que dejó miles de víctimas, y aún divide a la sociedad chilena.
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Ese hecho marcó a la sociedad latinoamericana porque Allende fue el primer líder socialista elegido popularmente. El golpe tuvo consecuencias en la política del continente y en Colombia marcó a las diferentes tendencias políticas, como lo recordó Álvaro Uribe, quien para ese entonces era estudiante de derecho en la Universidad de Antioquia.
“Mis compañeros, entre lágrimas y miradas de orfandad, se juntaban alrededor de un transistor que transmitía el golpe de Estado en Chile. Tenían la edad, el adoctrinamiento y el momento latinoamericano para el ideal de la revolución marxista. Yo había vivido dos violencias en el campo: la política y la guerrillera. Además, seguí hasta donde era posible el terrible paredón cubano”, recordó Uribe Vélez en un texto publicado con motivo de los 50 años del derrocamiento de Allende.
Según Uribe, el movimiento socialista estudiantil para la época se dividía entre la lucha armada y el ascenso electoral, pero él se mantuvo al margen de las tendencias. Sin embargo, describió el golpe como el tránsito de una “dictadura marxista económica a otra de eliminación de libertades políticas”.
“En Colombia, como en todo el mundo, la noticia produjo muchas reacciones. Ya avanzaba la campaña presidencial y se pronunciaron los dos principales candidatos. El doctor Alfonso López fue muy crítico del golpe, justificó las decisiones de Allende como un desatraso de reformas aplazadas. El doctor Álvaro Gómez señaló que era consecuencia del gobierno de izquierda”, recordó el exmandatario colombiano.
Uribe Vélez se mostró más cercano al análisis de Gómez. Señaló que la falta de cooptación de las fuerzas armadas chilenas con prebendas y las acciones en contra del sector privado fueron “dos errores de Allende libraron a Chile de ser la nueva Cuba”.
Allende llevó a Chile a una profunda crisis económica que alentó el descontento contra su Gobierno. Las causas, según Uribe, fueron la política de industrias estratégicas públicas con las que expropiaron empresas de la industria privada y nacionalizaron el cobre. “Colombia, en energía y minería, corre el peligro de afectar un equilibrado sistema mixto, con participación del Estado y confianza privada, que ha dado buenos resultados”, advirtió el exmandatario al respecto.
Otra de las causas de la debacle económica chilena bajo Allende, según Uribe Vélez, fue la continuación de la reforma agraria. “Con la interpretación ampliada de un decreto, que se consideró tramposo, expropiaron 4400 explotaciones agropecuarias y promovieron la invasión de otros 2000 predios. En el campo como en la industria, las invasiones anticipaban las expropiaciones”, señaló el exmandatario.
“Creían en el reparto de tierras aunque generara hambre para los beneficiarios y la población en general. Pasaron de la Reforma Agraria a la proscripción de proyectos de desarrollo capitalista en la ruralidad. Las expropiaciones fueron rápidas pero más rápido fue la llegada del hambre y de los cacerolazos”, agregó Uribe.
La política energética, que mencionó directamente, como la reforma agraria han sido temas que ha puesto en discusión el presidente Gustavo Petro y que han sido cuestionadas por el uribismo. Sobre la última acusan al Gobierno de promover la “expropiación exprés” aunque desde la Presidencia sostienen que se trata de agilizar los procesos de titulación agraria y reparación.
Uribe señaló que Allende no mantuvo la confianza de la oposición por sus acciones que iban, supuestamente, en contra del diálogo que sostenía con los demás sectores. Además, señaló a su Gobierno de eliminar las libertades por estar sometidas al monopolio económico del Estado.
“La dictadura de Pinochet, atroz, cruenta, sembró un milagro económico privado. Ese avance de bien- estar económico creó en el ánimo colectivo la necesidad de regresar a la democracia. La anulación de las libertades económicas contribuyó a ambientar el golpe de Estado. La anulación de las libertades políticas contribuyó a restablecer la democracia. Y entonces pensemos en los caminos de América Latina”, concluyó.