El 4 de septiembre resultó siendo un día histórico para el país. Esto, debido a que empresarios y bancarios se unieron al Gobierno de Gustavo Petro para solicitar a la Junta Directiva del Banco de la República que empiece a reducir la tasa de interés, que en la actualidad es del 13,25%.
Tanto el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, como el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), Bruce Mac Master, y el presidente de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), Jonathan Malagón, pidieron a los miembros de la Junta Directiva del Emisor que, en la reunión de finales de septiembre, empiecen la senda bajista de este tipo de intervención, debido a que las condiciones económicas del país empezaron a cambiar.
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En rueda de prensa, y en un hecho que podría ser catalogado como un golpe a la independencia del banco central, argumentaron que la inflación empezó a ceder y en julio cerró en 11,78% tras cuatro meses a la baja. Lo hicieron unos días después de que también el presidente Gustavo Petro hiciera lo mismo, argumentando el pobre crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia al cierre del segundo trimestre del 2023 (0,3%).
Sin embargo, el director ejecutivo de la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo), Luis Fernando Mejía, bajó el pulgar a las solicitudes y afirmó que no es momento de que la entidad financiera asuma este riesgo.
Dijo que, infortunadamente, el Banco de la República hoy no tiene todavía espacio para iniciar de manera anticipada una reducción de la tasa de intervención.
“Si bien hemos tenido buenas noticias en materia de inflación con cuatro meses consecutivos de reducciones en la tasa de inflación, que tocó techo en el mes de marzo (13,34%), la tasa de inflación para el mes de julio (11,78%) todavía continúa en niveles muy por encima del rango meta del Banco de la República, que es del 2% al 4%”, indicó.
Precisó que la inflación, para julio, fue del 11,78%, cifra que está muy por encima de lo observado en otros países de la región, como, por ejemplo, Brasil, donde la inflación cerró el sexto mes del año en el 4%. Otros ejemplos son México (4,8%), Perú (5,9%) y Chile (6,5%), que tienen cifras muy por debajo de las observadas en el caso colombiano.
Inflación cerraría en 9,2%
Anotó que, en términos de las expectativas, las noticias todavía no son buenas, ya que el mercado estima que la inflación en diciembre de este año cerrará en el 9,2%, y que a un año las expectativas para el mes de agosto todavía se mantendrá una inflación del 6,3%, lo que se ratifica como muy por encima del techo que puso el Banco de la República, que es del 4%.
Aún más, el director ejecutivo de Fedesarrollo también enfatizó que cuando se considera la inflación núcleo, es decir, la inflación sin incluir el precio de los alimentos y el precio de los bienes y servicios regulados todavía sigue en dos dígitos, por encima del 10%. Entonces, esa misma cifra de inflación núcleo en los países pares de América Latina está entre el 5% y 6%, así que no es momento para iniciar un ciclo de bajas en la tasa de intervención.
“El Banco de la República debe actuar con mucha cautela. Está en juego su credibilidad, su reputación. El control de la inflación en este momento debe ser la prioridad de la política monetaria de la Junta Directiva del mismo”, advirtió Luis Fernando Mejía.