Prescindir del gas natural le podría costar más de $100 billones a los colombianos

El presidente de Promigas, Juan Manuel Rojas, afirmó que Colombia pasó de la abundancia a la escasez de este producto

Colombia tiene reservas de gas para los próximos 7,2 años - crédito Canacol Energy

El hecho de prescindir del gas natural que se produce en Colombia para depender de gas importado y apostarle a la transición energética no deja de generar polémica.

Más que todo, teniendo en cuenta que el país, según reciente informe de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), tiene reservas de este producto para los próximo siete años, lo que hace que los sectores presionen para saber si el Gobierno de Gustavo Petro firmará o no nuevos contratos de exploración y explotación del mismo.

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Ahora se conoció un dato que debería tener en cuenta el Gobierno. Esto, debido a que representa un alto costo en una época en la que el bolsillo de los colombianos no aguanta para más, debido a la alta inflación (11,78% interanual en julio), así como la alta tasa de interés del Banco de la República (13,25% en la actualidad).

Se trata de $112 billones que le costaría al país dejar de depender de sí mismo de la producción y uso de este producto.

Así lo indicó el presidente de Promigas, Juan Manuel Rojas, en la presentación que hizo de la investigación conjunta con Fedesarrollo denominada “Costos de frenar la exploración de gas natural en dos escenarios de transición energética en Colombia”, en el que se analizó el escenario hipotético y el costo que representaría para Colombia el no contar con el gas natural.

En el mismo se hace especial énfasis en la necesidad de incluir al gas natural en cualquier portafolio de suministro, dado que es un energético firme en generación eléctrica y confiable para la industria y el consumo residencial, con menores costos que los combustibles líquidos, mientras produce menos emisiones de gases de efecto invernadero por unidad.

El presidetne de Promigas, Juan Manuel Rojas, lamentó que Colombia haya pasado de la abundancia a la escasez de gas - crédito Promigas

En este se presentaron dos escenarios analizados. El primero escenario consiste en frenar la nueva exploración, no construir nueva infraestructura de importación, desmantelar y sustituir la generación eléctrica a gas natural por eólica, e impulsar la electrificación, sustituyendo el consumo de gas natural en los sectores residencial e industrial.

“En este escenario el costo total que debería asumir el país supera los $112 billones, el equivalente a seis reformas tributarias como la aprobada en diciembre de 2022″, puntualizó la investigación.

El segundo escenario analizado consiste en frenar la nueva exploración, pero ampliando la infraestructura de importación y manteniendo la capacidad de generación eléctrica a gas y el consumo de este energético en industria y hogares.

“En este escenario el costo total sería de $5,14 billones. Todo esto representaría un aumento del 25% en la tarifa final del servicio de gas, impactando negativamente a los hogares más pobres”, precisó el mismo.

Al respecto, el informe resalta que una transición energética justa debe minimizar impactos negativos sobre nivel de bienestar de grupos más vulnerables.

Así las cosas, de ahí que se requiere trabajo articulado del sector para sentar las bases para una transición ordenada, responsable y sostenible, que permitan facilitar acceso de más comunidades al gas natural, especialmente a los cerca de dos millones de hogares que aún usan leña.

Alternativas de abastecimiento

El presidente de Promigas, Juan Manuel Rojas, también invitó a desarrollar todas las alternativas de abastecimiento, ya que Colombia pasó de la abundancia a la escasez de gas natural.

Anotó que Colombia tiene un mercado estrecho, por lo que debe aumentar la oferta. Así las cosas, llamó la atención sobre el potencial de reservas de gas natural que tiene el país e invitó a desarrollarlas con nuevos contratos de exploración y explotación, al tiempo que se consolidan las alternativas de importación con la ampliación de la planta de regasificación de Cartagena como con la construcción de la de Buenaventura, y no desechó la posibilidad de traer gas de Venezuela.