Los comerciantes de Ipiales (Nariño), en la frontera con Ecuador, viven momentos de angustia, ya que presuntos integrantes del Tren de Aragua, con acento venezolano, los están extorsionando con amenazas a cambio de importantes sumas de dinero. Delincuentes mandan audios, dejan notas y disparan a los negocios como advertencia de una deuda criminal que tienen los comerciantes, solo por mantener sus negocios abiertos.
En los audios enviados por los delincuentes a sus víctimas, se escucha a uno de ellos decir: “Aquí te está hablando uno de los integrantes de la organización de los Ipialeños, te has desentendido hace un poco el rato. Necesito que te me pongas al día y necesito que me vuelvas a pagar tu entrada, si quieres estar en órbita con nosotros, te voy a dar un plazo de 24 horas para que me des respuesta y te pongas en comunicación conmigo”.
La Fiscalía llevó a cabo un operativo después de una investigación prolongada, que permitió identificar a los miembros de esta organización criminal que aterrorizaba a la población, principalmente a los comerciantes del municipio de Ipiales, en Nariño.
Según Luisa Obando, directora de seguridad ciudadana de la Fiscalía, durante la investigación se evidenció que los procesados realizaban llamadas extorsivas y enviaban mensajes de texto a sus víctimas, en los cuales les exigían el pago de grandes sumas de dinero a los dueños de establecimientos y les cobraban por cada trabajadora sexual que laborara en sus bares y discotecas.
La investigación no solo identificó a los autores, sino también reveló que una menor de edad participaba en las extorsiones a los comerciantes en Ipiales. Era la encargada de llevar las notas y advertir a las víctimas que, si no cumplían las exigencias de la organización criminal, serían objeto de ataques armados.
La Fiscalía y el Gaula de la Policía llevaron a cabo allanamientos y lograron la captura de cinco integrantes de esta organización criminal, que operaba en el entorno del conocido Tren de Aragua, el cual tendría ramificaciones en el departamento de Nariño. Lo que temían los comerciantes ahora se confirma mediante investigaciones.
A la cárcel tres personas que se hacían pasar por integrantes del Tren de Aragua
En la capital de Santander fueron capturados un hombre y dos mujeres de nacionalidad extranjera buscados por las autoridades por ser presuntos responsables de casos de secuestro extorsivo, pasándose bajo una supuesta subestructura del temido grupo transnacional Tren de Aragua.
Concretamente en el asentamiento humano Puente Nariño y en el centro de la ciudad de Bucaramanga fueron detenidos: alias ‘Sandra’ de 35 años y alias ‘Roselby’ de 23 años, ambas extranjeras, y al sujeto identificado en el mundo del hampa como ‘Nilson’ de 40 años, solicitados por el secuestro de una mujer venezolana en enero del 2023.
Respecto al rapto de la mujer por el que habrían solicitado tres mil dólares o quince millones de pesos indicó el comandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, brigadier general José James Roa, que fue vital este caso para identificar a los maleantes:
“Un seguimiento que se le había hecho a este grupo delincuencial desde hace seis meses y nace a través de un secuestro que ocurre el 12 de enero del presente año en la autopista nacional entre Victoria y Tejerías de Venezuela allí fue secuestrada una mujer de 23 años”.
En la investigación se pudo establecer que los señalados se valían de grafitis y murales en fachadas con siglas o el nombre de la estructura delincuencial Tren de Aragua para sembrar terror entre sus víctimas.
“Este grupo delincuencia venía desde Venezuela haciéndose llamar ‘Tren de Aragua’, llegó a Cúcuta y con la misma situación generó zozobra y ante la presión se trasladaron a Bucaramanga. Lo que no sabían es que en un trabajo articulado entre el Gaula y la Fiscalía General lograron ubicarlos y capturarlos”, mencionó el brigadier general Roa.
Las autoridades pusieron el énfasis en que los capturados se valían de la huella de homicidios y tragedia que ha dejado el Tren de Aragua a lo largo de varios países latinos para intimidar con mayor efectividad a sus víctimas. Finalmente, el hombre y las mujeres fueron enviados a centros penitenciarios en la ciudad de Cúcuta.