El lunes 4 de septiembre, en aguas del litoral Caribe que corresponden a Panamá, fueron detenidos por las autoridades del hermano país dos ‘coyotes’ colombianos cuando transportaban en una lancha a 18 migrantes que provenían de la China, en la zona de frontera donde hay una crisis humanitaria por el exponencial crecimiento del paso de viajeros que hacen esta travesía para llegar a Estados Unidos.
Agentes del Servicio Nacional de Migración (Senafront) interceptaron la embarcación a 10 millas náuticas de la comunidad de Guayabo de Darién, la provincia panameña a la que han llegado este año, tras cruzar la peligrosa selva homónima fronteriza con Colombia, más de 330.000 migrantes que viajan de manera irregular hacia Norteamérica, en una de las peores oleadas migratorias que ha vivido el continente.
Los dos ciudadanos colombianos fueron remitidos a las autoridades competentes señalados por el delito de tráfico ilícito de migrantes, en este caso 18 de nacionalidad china, según confirmó a la agencia de noticias española EFE una fuente oficial.
Este un nuevo golpe a las estructuras criminales que se dedican al trafico de migrantes en esa despiadada frontera, se suma a las capturas recientes de tres personas, que realizaron las autoridades colombianas en Medellín y en el municipio de San Jerónimo (Antioquia).
De acuerdo con la investigación por estos hechos, la organización a la que pertenecen estas personas traficaban con migrantes que provenían en su mayoría de Venezuela, Cuba, Ecuador y de países remotos en Asia y África que arriesgan su vidas por alcanzar el ‘Sueño Americano’.
“Desde antes de ingresar a territorio colombiano, los migrantes eran contactados vía aplicaciones de mensajería instantánea para teléfonos inteligentes por los miembros de una organización criminal que, desde Colombia, prometían facilitar, colaborar y permitirle el ingreso irregular a territorio colombiano”, informaron en la Policía Nacional.
Incluso, el pasado 2 de septiembre, se logró la condena a cuatro años de cárcel de cinco personas que perpetraban ese delito de trasladar viajeros por la selva del Darién, luego de que se acogieran a un principio de oportunidad con un preacuerdo al que llegaron con la Fiscalía General de la Nación.
Los condenados aceptaron su responsabilidad en los delitos de tráfico de migrantes y concierto para delinquir agravado y de esta manera lograron reducir ostensiblemente su pena.
“La organización a la que pertenecieron estas personas contactaba a ciudadanos extranjeros, especialmente haitianos y cubanos, y por 300 dólares, aproximadamente, les brindaban transporte terrestre, manutención, hospedaje en un hotel de Medellín y traslados a Capurganá (Chocó)”, informaron desde el organismo investigador colombiano.
Una vez en esta pequeña población del golfo del Urabá, esta red los montaba en lanchas y los llevaban a Panamá para que continuaran su camino a EE.UU., y evitar por mar parte de la dura travesía a pie por el Tapón del Darién, la selva y montañosa selva que separa Colombia y Panamá.
Los condenados, según la investigación de la Fiscalía, estuvieron dedicándose a esta actividad ilegal entre julio de 2021 y mayo de 2022.
La crisis humanitaria en la frontera entre Colombia y Panamá está desbordada con el incremento exponencial de migrantes que quieren llegar a Estados Unidos, que en los primeros ocho meses de este año eran 320.098 personas, es decir que ya superó a la cifra del año pasado, que fue histórica, con 248.284 viajeros, y duplica a la del 2021 con 133.726, según los datos oficiales en el país hermano, donde analizan la posibilidad de cerrar su frontera en el Darién.
“De estos 190.889 son venezolanos, 42.414 ecuatorianos y 35.495 haitianos. En el mes de julio ingresaron 55 mil 387 migrantes, a los 28 días del mes de agosto han pasado por Darién hacia el Norte 68,340 personas. Durante este fin de semana se contabilizó la llegada de 4,910 migrantes en su mayoría venezolanos (sic)”, informó el ministerio panameño de Seguridad Pública a través de su cuenta oficial de la red social X.