Pablo Imhoff es un youtuber argentino que se ha vuelto popular por emprender una aventura que consiste en viajar en una motocicleta de referencia C90 desde Argentina hasta Alaska, lo que ha hecho que los recorridos sean más demorados que en un vehículo moderno, sin embargo, esta es la razón por la que ha descubierto aspectos de Sudamérica que eran desconocidos.
La travesía de Imhoff lo ha hecho conocer diferentes lugares en el continente, sin embargo, en los últimos días ha enfrentado uno de los retos más difíciles de su misión, ya que luego de recorrer por completo Colombia, el argentino debe pasar la frontera con Panamá para continuar con su recorrido hacía Centroamérica y luego Norteamérica.
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Sin embargo, esto no ha sido una tarea sencilla, puesto que en el último video publicado en su cuenta de YouTube, el creador de contenido expuso algunas de las situaciones a las que se ha enfrentado intentando llegar a Panamá, ya que a diferencia de las personas que buscan atravesar el tapón del Darién, a él se le suma la necesidad de cruzar con su motocicleta.
“Desde Dabeiba hasta Necoclí, empiezan las negociaciones para cruzar el Tapón del Darién”, es la descripción del audiovisual.
Luego de tres años de recorrido, Pablo arribó desde Medellín hasta Turbo con la intención de conocer el mar Caribe, para luego sí emprender camino a Panamá, sin embargo, al llegar al distrito antioqueño, el argentino descubrió que había un procedimiento con el cual podría llegar al país centroamericano.
Algunas personas le dijeron que por 500 dólares podrían llevarlo en un barco de carga hasta Panamá, pero resaltaron que la motocicleta tendría que ser llevada en otra embarcación, además, otro de los puntos que destacaron es que el viaje podría durar como mínimo tres días, con la posibilidad de que se extendiera ese tiempo a dos semanas.
Debido a las incongruencias que tenían los colombianos que le ofrecieron la posibilidad, el argentino decidió desistir de tomar esa ruta al sospechar que se trataba de una estafa, ya que estas personas le señalaron que había la posibilidad de que el valor del viaje aumentara cuando este iniciara.
“500 dolaritos me cobran, medio carito me parece, soy turista, pero tampoco para que me vean la cara”, afirmó el argentino luego de la conversación con los colombianos.
Tras pasar por Turbo, Imhoff llegó a Necoclí, en donde conoció algunos inmigrantes que, como él, también estaban buscando atravesar el tapón del Darién, pero a diferencia de su caso, ellos no contaban con el dinero necesario para hacerlo en barco o alguno de los métodos más seguros que existen, por lo que se adentrarían a la selva.
Allí conoció a Arnaldo, un venezolano que le explicó detalles del viaje, el cual consiste en ir hasta Capurgana y desde allí ingresar al tapón del Darién con la intención de cruzar hasta Panamá, travesía que esta persona afirmó haría junto a más inmigrantes sin pagar un guía, señalando que este servicio solo es un engaño para luego abandonarlos.
Arnaldo le señaló a Imhoff que su objetivo era llegar a Estados Unidos para buscar un trabajo que le permitiera ayudar a su esposa que está en embarazo, por lo que aunque señaló aspectos peligrosos de la inmersión, recalcó que debía hacerlo por su familia.
Junto al caso de Arnaldo, Pablo conoció la historia de algunas personas que se encuentran recolectando el dinero que les cobran los dueños de las lanchas por llegar a Capurgana, por lo que duermen en embarcaciones dañadas o refugios improvisados mientras terminan de ahorrar; entre estas personas, Imhoff tuvo tiempo para hablar con un hombre que cruzó Colombia en un carro Mazda 323, vehículo que venderá para pagar el viaje hasta el tapón del Darién.
Sin embargo, lo que más le sorprendió a Pablo Imhoff fue que en este lugar encontró a migrantes asiáticos y africanos, los cuales tienen el mismo objetivo de llegar a Estados Unidos.