Carlos Alonso Lucio se fue lanza en ristre contra Gustavo Petro: “Eso de que quieren tumbarlo no se lo cree nadie”

La insistencia del presidente de la República, Gustavo Petro, acerca de un “golpe blando” a su Gobierno ha sido objeto de duras críticas. No solo desde el ala opositora, además por viejos amigos suyos, que ahora, lejos del Estado, han cuestionado la veracidad de esta teoría. Y la consideran, más bien, una estrategia del mandatario para desviar la atención sobre los escándalos que lo salpican.

Al menos así lo cree Carlos Alonso Lucio, exmilitante del Movimiento 19 de Abril (M-19), y que volvió a ser noticia por su pasada relación con la excandidata presidencial Ingrid Betancourt, en la polémica que protagonizó la política colombofrancesa con el mandatario; a propósito de las revelaciones acerca de un supuesto episodio depresivo de Petro hace 35 años, cuando oficiaba como diplomático en Bélgica.

Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Google News.

Lucio, en su columna Las2Orillas, titulada ‘Petro dice que quieren ‘tumbarlo’. Miremos qué tan cierto es eso, el exsenador explicó por qué, según él, lo dicho por Petro acerca de un plan para debilitar su administración, sin mayor ruido, pero sí de manera paulatina, hace parte de una treta en pro de evitar un juicio político en su contra. Esto luego de las informaciones de su propio hijo Nicolás Petro sobre su campaña.

Con respecto a la hipótesis de que se estaría fraguando un golpe de estado en su contra, la respuesta de Lucio es contundente. Y, en la que concierne a un juicio político, Lucio le dio veracidad absoluta, pues habría razones por las cuales sectores contrarios al oficialismo quieran llevar al presidente a esta posibilidad, debido a lo que sería la supuesta financiación ilegal de su campaña, en 2022.

“El Golpe de Estado. ¿Será que lo que Petro insinúa es que se está cocinando un golpe de Estado en su contra? Eso no se lo cree nadie”, señaló el columnista en su escrito. “El otro escenario es el del juicio político. Ese es otro tema. Ese sí es de verdad. Pero es un camino que no consiste en ‘tumbarlo’ sino en juzgarlo”, argumentó el excombatiente, retirado del espectro electoral.

Según el excongresista, es claro que con la utilización del término “tumbar”, lo que buscaría el mandatario es “empantanar la discusión en un planteamiento turbio, impreciso”. Desde su óptica, ese calificativo es, a todas luces, ambiguo. “Solo que lo pone a uno en la tarea de tener que descifrarlo. Sobre todo, cuando la turbiedad viene ligada a una amenaza. A una amenaza despótica e incendiaria”, dijo.

Para el exmilitante del M-19, el “tumbar” a un presidente siempre sugiere –según él– un cierto grado de conspiración por el poder. “Un cierto grado de intencionalidad e intereses políticos de sus adversarios partidistas o ideológicos. Aquí no hay eso. Lo que hay es la exigencia cívica del cumplimiento del postulado democrático consagrado en la Constitución, según el cual nadie puede estar por encima de las leyes”, acotó.

El exsenador indicó que esta es una vieja estrategia en la política, a su juicio, “de quienes pierden los argumentos y prefieren, entonces, enturbiar las discusiones, llenándolas de emocionalidades, de palabras brochas, de fantasmas asustadores, de griterías sórdidas”. Y reconoció, acto seguido, que él sería uno de los tantos que pediría un juicio político al mandatario, por violar la Constitución y las leyes.

“Y lo hago desde mi condición de ciudadano, alejado de toda actividad partidista. La exigencia del juicio político a Petro no es ninguna jugada política, sino una exigencia ciudadana, cívica y constitucional, institucional y pacífica. Por eso no podemos aceptar que Gustavo Petro nos amenace”, manifestó Lucio.

Por último, dejó consignada su intención de que Petro, al verse inmerso en un posible juicio, convoque a lo que denominó “milicias y bases políticas”, tanto del campo como de la ciudad, “para que vuelvan a sembrar de terror, vandalismo y bloqueos al país”. Así como lo hizo, según Lucio, durante los dos meses en el paro nacional de mediados de 2021, que pusieron en “jaque” el gobierno de Iván Duque.

“En concreto, lo que Petro quiere es que no se le adelante el juicio que establece la Constitución a cambio de que no incendie al país. De nuevo su estrategia de miedo. De nuevo de estrategia tiránica. Su nueva amenaza es una razón más que poderosa para juzgarlo, y juzgarlo rápidamente, antes de que él sí cumpla su amenaza y nos tumbe la Constitución y la democracia”, puntualizó.