La cocaína sigue siendo un problema para los Estados Unidos y el mundo, así como fuente de financiación de los grupos armados. Aunque en la escena ha aparecido el fentanilo, que genera alertas en varios países, las autoridades norteamericanas señalan que se trata de dos mercados diferentes que van en aumento.
El presidente Gustavo Petro ha sido uno de los defensores de la tesis de que el “el mercado de la cocaína se desplomó en EE. UU.”, como lo ha sostenido en diferentes espacios internacionales como la cumbre de Amazonía en Brasil y a través de sus redes sociales.
“El fentanilo en Estados Unidos cambió el mercado de la cocaína, allá se desplomó, el mercado de la cocaína ya no tiene sus rutas hacia el norte, ahora las tiene en Brasil pasar hacia África y por tanto a Europa, hacia China, Japón y Australia y por tanto se le volvió importante Ecuador”, dijo el presidente colombiano en la Cumbre de la Amazonía, en Belém do Pará, Brasil.
A través de su cuenta de Twitter, el presidente también aseguró que el mercado de la cocaína en Estados Unidos fue “reemplazado por uno peor: el del Fentanilo que ya les mata 100.000 personas al año. La cocaína mataba 4.000 por sus mezclas venenosas producto del mercado clandestino (sic)”, escribió el 12 de agosto de 2023.
Sin embargo, como lo han advertido expertos, la tesis es controversial y no se ajusta a los datos existentes. Desde el International Narcotics and Law Enforcement -INL- (Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley) tampoco comparten la teoría.
“Existe una narrativa muy reciente de que la demanda para fentanilo está reemplazando la demanda para cocaína. No estamos de acuerdo con este análisis. Para nosotros, en Estados Unidos, Europa y otras partes como Asia, la demanda de cocaína se ha sostenido y ha aumentado en unos casos”, señaló Kevin Murakami, director en Colombia del INL, al diario El Tiempo.
El funcionario estadounidense explicó que la cocaína es un estimulante, mientras que el fentanilo funciona como un depresor del sistema nervioso, por lo que no es posible sostener que los usuarios de una droga transiten hacia la otra y se produzca una sustitución en cuanto a la demanda en el mercado.
“El fentanilo sí es una grave amenaza para todo el mundo ahorita, pero no es que la cocaína deje de ser una amenaza, los dos lo son”, recalcó Murakami, quien sostuvo que en Estados Unidos mueren anualmente alrededor de 24.000 personas por sobredosis del alcaloide extraído de la hoja de coca.
Para el INL, la cocaína es uno de los principales productos que financian la criminalidad, por lo que representa una amenaza de seguridad. Además, su producción genera violaciones a los derechos humanos y afectaciones al medio ambiente en diferentes regiones del mundo, por lo que su posición es continuar con el combate a las estructuras comercializadoras.
Aunque no se conocen los datos actualizados del comportamiento del mercado de las drogas, el informe de 2022 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), que analiza el año 2021, encontró que para ese año la cocaína rompió récords de producción con un aumento del 11% respecto al año anterior. Además, se identificó que el mercado no se había desplazado de Estados Unidos y Europa, sino que por el contrario se diversificó hacia África y Asia.
Las muertes por el uso no médico de fentanilo y sus producciones ilegales sí son mayores que las de cocaína. En el 2021 se registraron 107.000 fallecimientos por posible sobredosis en el uso del fármaco solo en los Estados Unidos.