El complejo panorama que hay en el Valle del Cauca y el Cauca: Defensoría del Pueblo emitió una alerta

La situación en algunos municipios de los departamentos del Valle del Cauca y del Cauca son preocupantes. De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, tres organizaciones delincuenciales en medio de sus disputas por tener control territorial de las economías ilícitas han creado varias afectaciones humanitarias en las poblaciones civiles.

De acuerdo con el defensor del pueblo, Carlos Camargo, tras los hostigamientos y las vulneraciones a los derechos de las comunidades de los municipios de Pradera y Florida (Valle del Cauca) y Miranda y Corinto (Cauca) están el Ejército de Liberación (ELN), la Segunda Marquetalia y las disidencias de las Farc comandadas por ‘Iván Mordisco’.

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El defensor del pueblo manifestó respecto a la alerta temprana: “A los enfrentamientos y hostigamientos se suma que estos grupos armados adelantan acciones directas contra las comunidades, lo cual se refleja en el ataque indiscriminado contra civiles, atentados, homicidios selectivos y masacres”.

La ubicación estratégica de los municipios del Valle y de Cauca ha sido constantemente usada por estructuras criminales como corredores de mercancías y armamentos, por lo que en su cotidianidad del hampa han involucrado a la población civil de la subregión.

Aunque el tráfico de estupefacientes y el control territorial no es la única razón de homicidios en la zona, de acuerdo con la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), durante las elecciones del 2022 y agosto del 2023 se han registrado 15 hechos de violencia con 6 víctimas mortales en la región.

El coordinador de la Misión de Observación Electoral (MOE) en el Valle del Cauca, Alejandro Sánchez, indicó al respecto: “la situación de violencia que estamos viviendo es muy importante leerla en clave histórica. Hay que reconocer que en las elecciones locales se disputa el poder local y eso hace que en el Valle haya episodios violentos que se distribuyen de distinta manera en cada elección”.

La preocupación de la entidad y de otras organizaciones sociales es el riesgo que afrontan población infantil, firmantes del acuerdo de paz, líderes sociales, campesinos y demás comunidades que han sufrido las inclemencias de estas tres estructuras criminales.

Una preocupante situación está ocurriendo en el Valle del Cauca a raíz de los ataques contra las autoridades, una muestra de ello fue el hostigamiento en la Base Militar de Anchicayá, ubicada en el municipio de Dagua el 29 de agosto, en aquella ofensiva presuntamente ejecutada por las disidencias de las Farc murió el soldado profesional Emanuel Benítez Ochoa.

Pero, lastimosamente, las agresiones en contra de las fuerzas militares no quedan allí ya que se habría registrado otro hostigamiento durante el sábado 2 de septiembre, de acuerdo con la denuncia en esta ocasión las víctimas fueron los uniformados de la Policía Nacional.

De acuerdo con los testimonios preliminares que están circulando en la prensa el ataque se habría iniciado antes del mediodía del sábado en el municipio de Bugalagrande, en la estación de Policía de Ceilán. Hombres armados se bajaron de un vehículo e iniciaron el ataque en contra de la estación, pero gracias al actuar oportuno de tres uniformados se contuvo la ofensiva y se replegó el grupo de criminales.

La situación de seguridad preocupa a las autoridades del departamento inclusive en la capital. En Cali se registró un ataque armado en contra de una sede política, los afectados fueron los integrantes del Partido Comunes que presenciaron como el 30 de agosto dos hombres en motocicleta llegaron hasta la sede del partido y abrieron fuego. Agentes escoltas pudieron reaccionar e intercambiaron disparos con los sujetos dejando a uno de ellos heridos.