El primero de septiembre de 2023 será recordado como el día en el que, por primera vez, unos influenciadores dejaron las redes sociales y sus cámaras para enfrentarse en un cuadrilátero de boxeo y así saldar sus diferencias.
Los organizadores del evento fueron Nicolás Arrieta y Carlos Mauricio Gómez, conocido como La Liendra, que, aparte de su pelea, nos entregaron a los asistentes al Royal Center en Bogotá una noche llena de fiesta e invitados de lujo.
Luego de registrarme y ubicarme en el sitio designado para la prensa comencé a ver que los equipos, tanto de Arrieta como de La Liendra, no escatimaron en preparativos, pues en la mitad del centro de eventos se podía apreciar el cuadrilátero en el que minutos más tarde dejarían sangre y lágrimas las celebridades de internet en su papel de pugilistas.
Aunque el evento no comenzó a la hora indicada, esa no fue razón para que los asistentes no disfrutáramos de lo que estaba pasando, pues la noche comenzó con una alfombra roja en la que Dani Duke y Mateo Carvajal entrevistaron a algunos de los peleadores que se subirían por primera vez a un ring de boxeo, esto porque sus carreras se han desarrollado detrás de las cámaras y en plataformas digitales.
También, hubo espacio para invitados especiales que acompañaban a los peleadores o eran artistas que se iban a presentar a lo largo de la noche, entre los que se encontraban, por ejemplo, Thomás Pérez, creador de contenido en el canal de YouTube Sin rol específico, el cantante caleño de trap Pirlo, la Segura, el campeón de improvisación Valles-T y hasta la mamá de La Liendra que, como si de una Moira griega se tratara, aseguró que su hijo sería el ganador de la contienda.
En el teatro, las entrevistas fueron transmitidas por la pantalla gigante ubicada en el escenario y fue allí donde pude apreciar un momento muy particular, pues mientras Kevin Esteban Rivera Bermúdez, conocido en redes sociales como Negro está claro, respondía preguntas, no pudo ocultar su molestia por las bromas de mal gusto que le hizo Mateo Carvajal sobre un supuesto olor a licor que tenía.
Algo que no le gustó al creador de contenido, pues en varias oportunidades ha sido enfático en que no consume alcohol; inclusive, ha hecho varias campañas ejemplificando las cosas en las que se podría invertir el dinero que se gasta en trago.
Luego de las entrevistas, el primer artista en subir a tarima fue el rapero bogotano Kider que con su canción Bailar y rapera comenzó a prender el ambiente previo a las dos peleas de boxeadores profesionales de hombres y mujeres que nos dieron un buen espectáculo, pues sirvió para que las personas que, por ejemplo, en mi caso, nunca habíamos visto boxeo en vivo disfrutáramos de una buena pelea.
La Piquiña vs. El Sebastucho
Cali contra Barranquilla. La primera pelea de influenciadores fue en la que se enfrentaron La Piquiña desde la capital del Valle del Cauca y El Sebastucho que venía desde la costa norte del país.
Y así quedó demostrado cuando el Sebastucho salió en su presentación y se pudo apreciar que tenía puesta una máscara de marimonda, también, salió bailando champeta y con una burra a su lado que tenía la cara de su contrincante y con la que no dudó en prender la previa de la pelea.
El combate pactado a tres rounds de dos minutos comenzó con euforia y buen ritmo, aunque noté que a mitad del primer asalto La Piquiña estaba sin aire. La pelea estuvo muy interrumpida, algo que al peleador caleño no le gustó, ya que hacía caras de fastidio cada vez que el árbitro lo separaba de su contrincante.
Algo curioso fue que en el segundo asalto mientras peleaban en la esquina roja, El Sebastucho le dio un rodillazo a La Piquiña, por lo que el caleño calló y todos pensamos que la pelea se había acabado, pues el pugilista costeño levantó sus manos y comenzó a celebrar la victoria.
Sin embargo, cuando repitieron el momento en las pantallas nos dimos cuenta del golpe ilegal, por lo que siguió la pelea. Aun así, el ganador fue El Sebastucho por decisión unánime al finalizar el tercer round.
Tras la primera pelea, las presentaciones musicales siguieron y fue ahí cuando subió al escenario Golpe a Golpe para mantener arriba el ánimo de los asistentes, pues fue imposible no corear Estar enamorado y No sé cómo se llama, canciones que dieron a conocer al duo paisa.
González Vs. Diego Neira
El creador de contenido bogotano Cristian González se midió en el segundo combate de la noche contra el llanero Diego Neira. En esta pelea me di cuenta de algo muy interesante. El influenciador conocido como Don Oráculo apostó con una persona del equipo de González, pues, al igual que muchos de los asistentes al teatro, estaba seguro de que Neira ganaría el combate.
La segunda pelea fue intensa. Desde el primer momento, los pugilistas salieron a pelear con toda la intensión de ganar frente al público que por un rato apoyaba al bogotano y por otro al llanero.
Al final, la victoria por decisión unánime fue para Cristian González, algo que no le gusto a los acompañantes de Diego Neira, pues pude apreciar que algunos de los integrantes del equipo perdedor comenzaron a hacer señas de que el creador de contenido no tenía ningún golpe en su rostro, por lo que había sido injusta la derrota. En ese momento, miré a Don Oráculo y lo vi sacando dinero de su billetera para saldar la deuda que había cerrado minutos antes.
Luego de salir victorioso, Cristian González le dedicó su triunfo a su familia, y en especial a su abuelita que estaba cumpliendo años, y que, casualmente, estaban sentados a pocos metros de donde yo me encontraba.
Aunque estaba programada la presentación de Andy Rivera, el cantante pereirano no subió a tarima, por lo que Jossman y el caleño Pirlo nos pusieron a cantar, en especial el del Valle del Cauca con Ziploc.
Nicolás Arrieta Vs. La Liendra
Con más rabia que técnica, el combate entre Nicolás Arrieta y La Liendra no escapó de las ganas que tenían de saldar sus cuentas pendientes, algo que Arrieta había demostrado al darle en la cara con una cartilla Nacho Lee a Carlos Mauricio Gómez la noche del pesaje.
Esa rabia la pude notar en la mirada de La Liendra cuando saltó, literalmente, hacia el cuadrilátero y se detuvo a observar todo el teatro, a la gente que coreaba el nombre de Arrieta los retó con sus ojos llenos de ira y de seguridad que iba a dar lo mejor para ser el ganador de la noche.
Mientras el paisa planteaba un reto a todos los asistentes, pude ver que Nicolás Arrieta estaba más enfocado en burlarse y subestimar con su mirada a su contrincante, sin saber que segundos después recibiría el ataque de un perro rabioso que tenía ganas de desquitar toda su furia y frustración.
En la opinión de este periodista, el combate no defraudó, queríamos ver sangre, ver si todo lo que se habían dicho y hecho a lo largo de los meses de rivalidad se hacía realidad sobre el escenario, y así fue. De un lado y el otro, los golpes buscando herir el rostro de su oponente se veían, las personas a mi alrededor se despachaban en insultos o halagos, según fuera su preferencia, por los creadores de contenido que no tenían a su ejército de seguidores para atacar, les tocaba a ellos.
El primer asalto fue apasionado, podía ver el desespero de La Liendra por acabar rápido con la persona que le había llamado analfabeta, pero también sentía que Nicolás Arrieta no quería ser derrotado por alguien al que ha insultado en varias ocasiones, y cada sentimiento se retrataba en el impacto de los guantes en el cuerpo del adversario.
La gasolina no les dio para aguantar y se les notó el cansancio rápido. Era lo más lógico, pero eso no fue excusa para intentar arrebatar cada punto de los jurados que a esas alturas valía oro. Los golpes sin proyección y los abrazos comenzaron a llegar, y mientras eso pasaba, los espectadores les dábamos fuerza al corear los nombres de cada uno.
El tercer asalto fue más por impulso que por claridad, los golpes ya no tenían el mismo impacto y buscaban cualquier excusa para apoyarse en las cuerdas y descansar gloriosos segundos antes de volver a ver la cara de su rival y descargar su ira.
Cuando sonó la campana, fue la única pelea que no se decidió por decisión unánime, pues fue tan equilibrada que los jurados tuvieron que dar un ganador, pero mientras eso sucedía, otra pelea no oficial, se formaba en la parte trasera del cuadrilátero donde estaban ubicados los invitados de los peleadores.
En el momento en el que se acabó la pelea y La Liendra y Nicolás Arrieta se sentaron en sus esquinas, los amigos del creador de contenido paisa comenzaron a insultar a las personas que estaban con Arrieta, algo que no les gustó, y las cosas se comenzaron a descontrolar.
Debo admitir que en ese momento no me había dado cuenta de lo que estaba pasando, pero sí pude ver cuando lanzaron el casco de Nicolás Arrieta a los amigos de La Liendra, algo que terminó por empeorar las cosas y que hizo que la seguridad del lugar tuviera que intervenir.
Aun así, la victoria de La Liendra no se desdibujó y el paisa no dejó pasar la oportunidad para pedir que los asistentes coreáramos el nombre de Arrieta mientras exhibió toda su felicidad: “Acá no gané yo ni ganó Arrieta, ganaron ustedes que pudieron ver esta pelea, que hijueputa pelea, que yo ganara es lo de menos, pero hacer algo como esto, eso no es fácil”.
El espectáculo que dejaron Nicolás Arrieta y La Liendra valió la pena, las personas que estaban a mi lado defendían a uno y atacaban al otro, querían ver que esas diferencias de las que tanto hablaban en redes sociales los hiciera pelear hasta el último aliento y así fue.