Colombia quedó descartada para ser la sede del quinto ciclo de los diálogos con el ELN, después que en algún momento se había planteado esa posibilidad; sin embargo, ambas partes desecharon esa posibilidad.
Por el contrario, se confirmó que la sede para el quinto ciclo de conversaciones entre las dos partes será México, que ya había acogido en febrero de 2023 los diálogos durante la segunda ronda de estas negociaciones.
Las dos partes estuvieron de acuerdo que mantener estos diálogos en Colombia durante tres semanas continuas era muy complejo por la inseguridad que se vive en algunas regiones del país.
Vale recordar que el lunes 4 de septiembre terminará la cuarta ronda en Caracas (Venezuela), luego de haberse iniciado el 14 de agosto, con la expectativa de un inicio de cese al fuego bilateral de seis meses que comenzó a regir desde el 3 de agosto de 2023. Se tiene previsto que el próximo ciclo se inicie el 3 de noviembre.
Precisamente sobre el proceso de paz y el cese al fuego entre el Gobierno y el ELN, el Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV) para ese caso confirmó que en su sesión plenaria se instalaron las instancias regionales de Bucaramanga, Cali, Cúcuta, Medellín, Soacha y Valledupar.
De acuerdo con los objetivos principales del MMV en sus instancias Nacional, Regionales y Locales son: prevenir incidentes, resolver problemas, bajar la intensidad del conflicto, permitir la participación de la sociedad en el proceso de paz y mejorar la situación humanitaria de la población.
Resultados del cuarto ciclo
“Nosotros le propusimos a la otra delegación que avancemos para que este ciclo sea el ciclo de la gente, la gente que vive en los territorios más afectados por el abandono y la violencia”, dijo Otty Patiño, jefe de la delegación gubernamental.
También, Patiño propuso que “se empezara a escuchar en vivo y en directo las voces de las victimas (...) empecemos a este ciclo a hacer planes concretos donde participen los jefes de los frentes de guerra del ELN y las comunidades de esos territorios”.
Por su parte, Pablo Beltrán, jefe de la delegación del ELN, expresó que “si me preguntaran un resultado de este ciclo ¿cuál es? Que los instrumentos que ha creado la mesa, que es la participación [de la sociedad civil] y el cese [al fuego], de verdad le lleven un alivio humanitario a las poblaciones y regiones que más sufren”.
Durante esta cuarta ronda las delegaciones trabajaron para concretar los documentos claves para la aplicación de las acciones y dinámicas humanitarias y la participación de la sociedad civil en el proceso de paz a través de los encuentros nacionales y regionales, labor que hace el Comité Nacional de la Participación (CNP).
El Comité Nacional de Participación
El CNP nace del primer punto del Acuerdo de México, y está compuesto por 81 representantes de 30 movimientos, pueblos, organizaciones, gremios de la sociedad.
El plan de trabajo del CNP tiene cuatro fases: el diseño de la participación, el diagnóstico y diálogo sobre la democracia para la paz, la construcción de una agenda sobre democracia y transformaciones y, finalmente, la sistematización de los resultados.
El CNP se comprometió a recoger todas las propuestas, iniciativas e ideas que aporten al diseño de la participación y que, en últimas, sentarán los cimientos de una democracia pacífica, diversa y dialogante, basada la alianza social y política del gran Acuerdo Nacional planteado por el presidente Petro.
Las funciones puntuales del CNP pasan por la habilitación de espacios de diálogo con enfoque diferencial, la construcción de metodologías para el diseño de la participación, la consulta con expertos, organizaciones, sectores y procesos sociales y, finalmente la sistematización de estos aportes en un modelo de participación que será presentado a la Mesa de Diálogos en el Plan Nacional de Participación.