Lincharon a supuesto ladrón de bicicletas en Bogotá: el hombre murió por una puñalada en el pecho

Un grupo de entre 10 y 12 personas asesinó a un hombre que, al parecer, intentó robar una bicicleta en la avenida Ciudad de Cali

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Imagen de referencia. La comunidad
Imagen de referencia. La comunidad linchó a un joven de 20 años señalado de robar una bicicleta - crédito Archivo Infobae

En la noche del 31 de agosto se registró un hecho de justicia por mano propia en el barrio Chicalá, entre las localidades de Kennedy y Bosa, en el suroccidente de Bogotá.

Los hechos se registraron sobre la avenida Ciudad de Cali, pasando el portal de TransMilenio de las Américas, donde un hombre fue acusado de robarse una bicicleta y fue linchado por un grupo de personas que presenciaron el hurto.

De acuerdo con las autoridades el supuesto ladrón, que tenía aproximadamente entre 20 y 23 años, abordó a un ciclista sobre las 8:30 de la noche y lo robó. Al ver el hecho, un grupo de entre 10 y 12 personas que se movilizaban por el sector desnudaron al joven y le propinaron una paliza, en medio de la trifulca uno de los agresores sacó un puñal y se lo clavó en el pecho al supuesto ladrón, causándole la muerte en el acto.

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La Policía Nacional llegó, pero ya se encontraba sin signos vitales el sujeto de aproximadamente 20 años y al tratar de verificar si algunos testigos vieron lo ocurrido pues simplemente todos se marcharon y manifestaron que estaban inconformes y que tomaron la justicia por sus propios medios debido a la cantidad de delincuencia que hay en esta zona de Bogotá”, declaró el Coronel Arévalo, comandante operativo de la zona 3 del Distrito.

El oficial de la Policía Metropolitana de Bogotá agregó que al delincuente lo arrastraron desnudo por la calle: “Le generan múltiples lesiones y laceraciones. Hasta una herida con arma corto punzante, la cual le genera la muerte a esta persona”.

No es el primer caso

Ese tipo de hechos son recurrentes en la localidad de Kennedy, donde la comunidad está cansada del azote de los delincuentes y decidió tomar justicia por mano propia ante algún intento de hurto. El pasado 2 de agosto los habitantes del barrio Tintal, de Kennedy, intentaron linchar a dos ladrones de bicicletas que debieron resguardarse en un caño hasta que llegara la Policía para evitar que la turba enardecida acabara con sus vidas.

El hurto se presentó en la noche del 1 de agosto. Fue necesaria la intervención de la Policía. Video: Twitter

Los hechos se presentaron cerca de las 10:00 p. m., cuando los delincuentes abordaron a un domiciliario que se movilizaba por la ciclorruta y lo intimidaron para que entregara su bicicleta. Los habitantes del sector atendieron el pedido de auxilio de la víctima, detuvo a los delincuentes y los agredió en repetidas oportunidades; la única salida de los ladrones fue saltar al afluente de aguas residuales, hasta donde saltó la víctima y otras personas para seguir golpeándolos.

Hasta el lugar llegó una patrulla motorizada de la Policía para atender la situación, pero la comunidad siguió atacando a los delincuentes y empezaron a lanzar piedras, ladrillos y demás elementos que encontraron en una obra de adecuación que se adelanta al costado del caño.

Los presuntos ladrones se lanzaron
Los presuntos ladrones se lanzaron a un caño para evitar ser golpeados por la comunidad que presenció el hurto. Foto: Twitter

Para calmar la situación fue necesaria la intervención de decenas de uniformados de la Policía, que evitaron que la comunidad asesinara a los dos ladrones. Tras el hecho el coronel Camilo Torres Quijano, oficial de Guarnición de la Policía Metropolitana de Bogotá, declaró: “En el sector se presenta un hurto, donde un rappitendero se le llevan su bicicleta y su teléfono celular. Ante la información de la comunidad se logra la captura del sujeto y la recuperación de los elementos”.

Los delincuentes afectados fueron capturados y trasladados hasta la Clínica del Occidente para que recibieran atención médica; el domiciliario recuperó su bicicleta y la comunidad manifestó que de ser necesario volvería a tomar justicia por mano propia. “Definitivamente la cuestión es insoportable, pasan las patrullas, pero como la delincuencia es tanta, pues es muy difícil que puedan controlar los tonos porque tan poquitos”, le contó una habitante a Noticias Caracol.

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