El asesinato del candidato a la presidencia de Ecuador, Fernando Villavicencio, a manos de pistoleros el pasado 9 de agosto, alertó a las autoridades internacionales, pues horas después del crimen apareció un video en el que el grupo delincuencial denominado Los Lobos se atribuía el magnicidio.
Aunque más tarde fue publicado otro video con una comunicación de los líderes de la red delincuencial desligándose del crimen, las autoridades tienen el foco de la investigación puesto en dicha banda.
Dentro de las indagaciones surgió en nombre de alias Flaco Rico, un narcotraficante colombiano que está estrechamente relacionado con Los Lobos, ya que era de uno sus socios principales en el negocio de la producción y exportación de cocaína, desde los puertos de Ecuador y Colombia hacia España y otros países europeos.
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Los vínculos entre Flaco Rico y Los Lobos quedaron al descubierto en la incautación de un cargamento de 13 toneladas de cocaína escondida en contenedores de bananos refrigerados que salió desde los puertos de Manta y Guayaquil. En total fueron decomisadas cuatro toneladas que tenían como destino Portugal y casi nueve toneladas que iban para España.
La operación fue desarrollada en conjunto entre la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, sigla en inglés), la Policía española; la Delegada para las Finanzas Criminales y el Grupo de Rastreo de Activos Ilícitos del CTI de la Fiscalía; la Policía Nacional y las autoridades británicas.
Según las autoridades, Flaco Rico le suministra la cocaína a Los Lobos, cuyo cabecilla es el ecuatoriano Wilmer Chavarría, alias Pipo, quien está prófugo de la justicia y estaría reorganizando un cartel de narcotráfico para enviar cocaína a este de Europa. No solo Gordo Rico tiene nexos con Los Lobos, la justicia internacional ha asestado cuatro golpes a los narcotraficantes colombianos que tienen relación delictiva con ese grupo ecuatoriano.
El 9 de febrero del 2023 fue detenido en Pasto Wilder Emilio Sánchez Farfán, conocido con el alias del Gato Farfán, un narcotraficante ecuatoriano que compraba cocaína en Colombia hacia México y Europa. Dos meses después, el 17 de abril, fue detenido en Medellín el capo de la droga colombiano Juan Guillermo Naranjo Henao, quien comandaba una red de producción y venta de cocaína en Buenaventura y Guayaquil (Ecuador).
El 6 de mayo encontraron el cuerpo sin vida de alias Junio en Fredonia (Antioquia). El narco ecuatoriano respondía al nombre de Junior Alexánder Roldán Paredes y las autoridades presumen que se encontraba en Colombia para concretar el envío de droga a su país.
Finalmente, en un operativo fue capturado Luis Alfredo Arboleda, alias Gordo Luis, en Pasto el 6 de julio del año en curso. El criminal era miembro de Los Lobos y estaba encargado de hacer negociaciones con el cartel de droga mexicano Jalisco Nueva Generación, que también tiene una célula en Buenaventura (Valle del Cauca) desde donde también envían droga a los países centroamericanos.
Las evidentes conexiones entre los narcotraficantes colombianos, ecuatorianos y mexicanos, dejan entrever un entramado criminal para expandir la producción y exportación de sustancias alucinógenas en todo el continente; el principal objetivo de esas organizaciones mafiosas es controlar la renta ilegal de las drogas en Europa.
El difunto Fernando Villavicencio tenía como promesa de campaña combatir de frente el narcotráfico y las redes que desangraban y corrompían a Ecuador, por lo que las autoridades presumen que los delincuentes que se dedican a ese negocio ilegal tomaron la decisión de acabar con la vida del candidato presidencial.