Cuál es la probabilidad de que ocurra un terremoto en Bogotá: hay antecedentes

A propósito del aniversario del temblor más devastador en la historia de la capital, el Servicio Geológico Colombiano aclaró dudas sobre las posibilidades de un hecho similiar en la ciudad

Sismos en Colombia. - Crédito Infobae.

Los recientes sismos que han sacudido al país han llamado la atención de la población, que en medio del temor empiezan a buscar respuestas sobre los fenómenos naturales.

El concepto de predicción de un terremoto es nulo por el momento, pues científicamente no hay manera de pronosticar un hecho como este. Sin embargo, los antecedentes que tienen las regiones sirven como noción para prepararse ante una eventualidad, pues ningún territorio está exento de algo similar.

El Servicio Geológico Colombiano explicó a detalle los antecedentes que ha tenido Bogotá a lo largo de su historia en lo que corresponde a terremotos. Además, se debe tener en cuenta que la memoria de los ciudadanos no suele tener presente este tipo de hechos, pues en el caso de la capital, el 24 de mayo del 2008 también se había presentado un sismo similar al del 17 de agosto del 2023, incluso, con epicentro en la misma zona.

“Si bien no es posible predecir los sismos, la ciencia sí nos permite saber que donde un sismo ha ocurrido o tenido efectos en superficie, esto puede volver a pasar”, explicó la entidad en cuestión.

Así mismo, se explica que en Bogotá como tal no han ocurrido terremotos, pues el epicentro de estos fenómenos ha tenido lugar en otras ciudades y las ondas de impacto han afectado la capital. El saber el antecedente de la ciudad, insta a la comunidad a prepararse y conocer los riesgos que existen en la región en que se habita, pues dicho factor es mucho más importante que simplemente “predecir”.

Qué probabilidad hay de que ocurra un terremoto en Bogotá

Factores como la fractura de la corteza terrestre, son fundamentales para evaluar este tipo de situaciones, pues mediante estas es donde se transportan las ondas sísmicas y terminan impactando las regiones. A partir de dichos ítems, se puede saber qué zonas tienen una tendencia tentativa de que ocurra un sismo, pero no predecir cuando.

En el caso de Bogotá, el Servicio Geológico Colombiano es claro en afirmar que la historia sísmica de la capital deja sobre la mesa que en algún momento pueda generarse un terremoto que incluso llegue a afectar a la ciudad, sin embargo, esto no se puede predecir.

Terremotos de gran magnitud en la historia de Bogotá según el SGC

  • 16 de marzo de 1644 (magnitud deducida de 5,5)
  • 18 de octubre de 1743 (magnitud deducida de 6,2)
  • 12 de julio de 1785 (magnitud deducida de 7,1)
  • 17 de junio de 1826 (magnitud deducida de 6,5)
  • 16 de noviembre de 1827 (magnitud deducida de 7.1)
  • 31 de agosto de 1917 (magnitud deducida de 6,7)
  • 4 de septiembre de 1966 (magnitud deducida de 5,3)

La supuesta profecía del terremoto en Bogotá

Decenas de Bogotanos asistían a misa un día cualquiera de 1817 en la tradicional Capilla del Sagrario, la cual está ubicada frente a la plaza de Bolívar. La eucaristía era oficiada por el recordado sacerdote Francisco Margallo, quien en medio de su prédica envió una temeraria frase que paralizó el lugar.

“El 31 de agosto de un año que no diré, sucesivos terremotos destruirán Santa Fe”.

Dicha frase ha sido tergiversada o interpretada de manera distinta por muchos a lo largo de la historia, algunos capitalinos aseguran que Margallo dijo: “El 31 de agosto de un año que no diré, espantosos terremotos hundirán a Santa Fe”, otros señalan que el cura mencionó: “El 31 de agosto de un año que no diré, Guadalupe y Monserrate hundirán a Santa Fe”.

Respecto a la frase que trae a colación los cerros de Guadalupe y Monserrate, todo tiene que ver con el mito que asegura que Bogotá se encuentra ubicada sobre una laguna, razón por la cual, un sismo de gran magnitud podría ser fatal para la capital supuestamente, resaltando la humedad del territorio que cubre la sabana cundiboyacense.

106 años del terremoto de mayor destrucción en Bogotá

Pasaron los años tras la supuesta profecía y aunque temblaba levemente en Bogotá, nunca se pensó en que la predicción del padre Margallo era real, simplemente se tomó como algo pasajero. No obstante, 90 años después, exactamente el 31 de agosto de 1917; la tierra crujió y los bogotanos salieron despavoridos a las calles, algunos pidiendo ayuda y otros simplemente consternados, pues tan solo eran las 6:36 de la mañana.

Bogotá era pequeña, no era la metrópolis de la actualidad; razón por la cual eran más notorios los daños. Se presume que este terremoto tuvo una magnitud aproximada de 6.7 y que no solo fue sentido en la capital, sino también, en Medellín, Tunja, Bucaramanga, Ibagué y Villavicencio.

Algunas personas habrían sufrido ataques cardiacos por el pánico extendido en la ciudad, además de colapsos nerviosos por la vertiginosidad de este momento. Bajo la cúpula de la iglesia de Lourdes en la conocida localidad de Chapinero, al menos seis personas habrían muerto ante la caída de escombros por el impresionante remezón de tierra.

Terremoto 31 de agosto de 1917. Foto: SGC (El Gráfico)

La iglesia de Guadalupe en los cerros orientales quedó destruida por el sismo, pues su material no tuvo la resistencia necesaria. El actual palacio presidencial y las edificaciones gubernamentales de la época sufrieron agrietamientos en su fachada, sumado la caída de otras casas a las afueras de la ciudad, que principalmente eran de familias adineradas.

Un escritor anónimo de aquel entonces redactó un largo poema recuperado por el Banco de la República y que fue publicado por la revista satírica Gil Blas el septiembre 3 de 1917.

“Llegó la hora, señores. Preparad vuestros “corotos”. Ya vendrán los terremotos Después de cien mil temblores. A temblar, explotadores; a temblar almas de cieno; y las que guardáis veneno en vuestros labios de rosa y tembláis por cualquier cosa, ya temblaréis de lo bueno”.

Miles de bogotanos salieron a las calles con su fe católica, pidiendo al cielo que no se cumpliera la profecía del padre, en donde se presumía que otros terremotos vendrían. Dicha situación sigue vigente, pues expertos han advertido que las condiciones geológicas de la región podrían provocar en la actualidad un sismo de gran magnitud.