Dos escoltas de la Unidad Nacional de Protección resultaron heridos, luego de un ataque a disparos en la localidad de Puente Aranda, en el sur de Bogotá. El hecho se produjo cuando custodiaban la vivienda de Marino Molina, excombatiente de las Farc y funcionario de la UNP, contra quien sería el atentado.
El hecho se produjo sobre las 4:00 de la madrugada del 30 de agosto frente a la vivienda de Molina, ubicada en el barrio San Rafael. Los dos escoltas de su esquema de seguridad se encontraba en la parte exterior de la casa, cuando personas armadas les dispararon.
Ambos miembros de la UNP, identificados como Flor Lozano y Uberley Mendoza resultaron heridos, la mujer tendría heridas de gravedad y se encuentran hospitalizados. Molina resultó ileso, sin embargo, los líderes políticos de los excombatientes sostiene que el ataque estuvo dirigido en su contra.
Molina era conocido como Yuri en su vida insurgente y participó de las conversaciones de paz con la guerrilla de las Farc en La Habana como miembro de la mesa de negociación. Tras la firma del acuerdo en 2016 fue nombrado como miembro de la Mesta Técnica de Seguridad y Protección de la UNP y también hacía parte de la dirección nacional del partido Comunes.
Desde la colectividad señalan que el líder excombatiente tenía un esquema de seguridad reducido en la mañana del 30 de agosto. “Se tenía conocimiento previamente que hombres días antes, realizaron actividades de inteligencia en contra de Marino Molina y su familia en su lugar de residencia. Es de resaltar que en el momento de los hechos no contaba a plenitud con la medida de seguridad que le fueron asignadas por la UNP”, informó el partido.
La Unidad confirmó el atentado y señaló que ambos heridos se encuentran estables, mientras que la Oficina del Alto Comisionado para la Paz resaltó las heridas sufridas por Lozano, a quien le desearon pronta recuperación. Ambas entidades solicitaron una investigación eficaz para determinar cómo ocurrieron los hechos y los responsables.
Las autoridades manejan dos hipótesis principales del caso, un atentado contra el excombatiente como afirman los allegados a Molina; mientras que no se descarta que hubiera podido ser un intento de hurto violento que no estaría relacionado con la violencia en contra de los firmantes de paz.
El Sindicato de Trabajadores de la Seguridad y la Protección por la Paz (Sintrasepaz), organización de la que Molina era fiscal nacional y al que estaba adscrita la escolta Lozano, calificó el hecho como un “intento de asesinato”. Además desde la organización señalaron que los escoltas alcanzaron a reaccionar para repeler el ataque.
“De tiempo atrás hemos denunciado la campaña de estigmatización que se ha desarrollado al interior de la @UNPColombia contra Yuri, el componente Comunes a la Mesa Técnica y contra quienes laboran en la Subdirección Especializada. Una campaña llevó a un intento de asesinato”, señaló el sindicato.
“Esta grave situación se suma al aumento de amenazas y hechos victimizantes contra la población firmante del acuerdo de Paz, agudizada por el escenario de contiendo electoral que vive el país y por la tardía acción de la UNP para tomar las medidas de seguridad necesarias que esto exige”, señaló el Partido Comunes.
“Hacemos un llamado a la @UNPColombia y a las instituciones del Estado colombiano comprometidas en la implementación del Acuerdo de Paz para que se tomen acciones necesarias ante esta crítica situación de violencia. Decidimos encaminar la vida a la construcción de Paz, necesitamos reales garantías de seguridad”, señaló el senador Pablo Catatumbo.
“Condeno el atentado contra Marino Molina, firmante de paz y funcionario de @UNPColombia que dejó dos escoltas heridos. Reitero necesidad de reforzar medidas de protección de UNP a personas en reincorporación e insto a @FiscaliaCol a no escatimar esfuerzos para esclarecer el hecho”, dijo Carlos Ruiz Massieu, secretario de la Misión de Verificación de la ONU.