Dos jóvenes agonizaron durante una semana antes de fallecer luego de confundir hongos comestibles con una planta cuyo consumo es mortal. Los hechos se registraron en el municipio de Saladoblanco (Huila), donde Eisen Esmit Ortiz Cerón y Juan David Scarpetta consumieron una seta que permanecía en una finca que estaban visitando.
El hongo que consumieron los jóvenes fue el Amanita Phalloides, más conocido como el “hongo de la muerte”. La planta es reconocida de esa manera debido a que tan solo 30 gramos de la seta pueden causar la muerte en cualquier adulto.
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Los jóvenes habrían consumido este hongo, lo cual les generó problemas de salubridad horas después de haber ingerido la planta. Cerón habría atravesado una “insuficiencia hepática fulminante” que lo habría mantenido interno durante una semana en el Hospital de Pitalito.
Tras registrar más complicaciones en su salud, la víctima había sido trasladada a un hospital de tercer nivel en Bogotá, pero no logró llegar a la capital de la República debido a que falleció en Fusagasugá a raíz de la gravedad de la intoxicación.
Por otra parte, Juan David Scarpetta, que permanecía con pronóstico reservado, falleció días después luego de que su organismo registrara graves complicaciones en su organismo. La noticia de la muerte de los jóvenes mantiene consternados a los habitantes de esta región del país.
El Amanita phalloides, el hongo venenoso más mortífero del mundo
La planta más mortífera para los seres humanos es la Amanita phalloides. Según los Institutos de Salud de los Estados Unidos, la seta “es la responsable de la mayoría de los casos mortales de intoxicación por hongos”, con más del 90% de fallecimientos. Tal como fue el caso de los jóvenes que lo consumieron en el Huila, muchas personas tienden a confundir el hongo con especies comestibles, pero este “produce efectos dañinos en los riñones y el hígado”.
Hasta el momento no existe un tratamiento específico para erradicar las consecuencias que genera el consumo de este tipo de planta. Sin embargo, investigadores científicos de China y Australia descubrieron hace poco que el compuesto llamado verde de indocianina consigue bloquear los efectos tóxicos del hongo.
Cabe resaltar que el verde de indocianina es una molécula que es habitualmente usada como colorante. De hecho, la sustancia ya está aprobada para ser utilizada en imágenes médicas en Estados Unidos, una vez se realizaron ensayos que tuvieron éxito en líneas celulares humanas y ratones.
Luego de que un turista consumiera el hongo cuando se encontraba de visita en Córdoba, una provincia de Argentina en 2020, el jefe de Toxicología del Hospital de Urgencias, Daniel Gómez, indicó cómo procede la sustancia venenosa en el organismo.
“Ataca el sistema enzimático. Por eso, la lesión fundamental se produce en el hígado, adonde va rápidamente, y actúa sobre las enzimas hepáticas. Cincuenta gramos de ingesta de este hongo, que es fácilmente confundible con otros comestibles, es suficiente para matar a un adulto y menos cantidad, a un niño”, le indicó el especialista a Cadena 3.
Una vez ingerido el hongo, la planta puede generar diarrea, vómitos, deshidratación, dolor abdominal de tipo cólico, sudores fríos, bajada de la tensión arterial, taquicardia, hipoglucemia, convulsiones y coma debido al fallo hepático.
Cómo identificar al “hongo de la muerte”
Su sombrero mide de 5 a 15 cm, con forma convexa o aplanada y de color verde. La cutícula es lisa y las láminas son blancas y libres, apretadas y anchas.
El pie es cilíndrico y largo. Por lo general es blanco, pero en ocasiones puede tener zonas amarillo-verdosas. Su anillo es de color blanco, con una volva en forma de saco blanco y membranoso.
La carne es blanca, aunque puede ser verdosa debajo de la cutícula. Su olor es agradable cuando es joven, no así cuando envejece.