Tras recibir una boleta de libertad por pena cumplida, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec, dejó en libertad el 29 de noviembre pasado a Francisco Javier Zuluaga, alias Gordo Lindo, el narcotraficante que intentó colarse en la lista de desmovilizados del proceso de Justicia y Paz. Pero los funcionarios que lo liberaron no habrían verificado que no tuviera asuntos pendientes en las bases de datos de la justicia, un paso que era obligatorio.
Ahora el narco es buscado por la Fiscalía General de la Nación porque sí tenía cuentas pendientes con la justicia. De acuerdo con la Revista Semana, el ente acusador le preguntó al Inpec dónde está ubicado Gordo Lindo, algo que la entidad carcelaria no supo responder.
De la misma manera, la Fiscalía trata de determinar qué ocurrió y por qué el Inpec dejó en libertad al recluso sin cumplir con los pasos necesarios para ello y a pesar de que todavía tenía cuentas pendientes por narcotráfico.
Alias Gordo Lindo tiene un proceso que lo acusa del delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado. Por tal motivo fue llamado a juicio, su defensa repuso, el fiscal confirmó y posteriormente hubo una apelación. Durante todo este proceso la medida de aseguramiento se ha mantenido vigente, pero el narcotraficante ya no aparece.
En 2018 fue deportado a Colombia desde Estados Unidos al haber pagado una pena de nueve años de prisión en ese país por narcotráfico. Había sido condenado a 21 años de prisión por una Corte Federal de Florida, pero recibió una rebaja de su pena por colaborar con la justicia. Fue recluido entonces en la cárcel La Picota, en Bogotá, por los delitos de concierto para delinquir, lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
Según un fiscal de Cali que llevó la investigación, Gordo Lindo incrementó su patrimonio con dinero del narcotráfico entre los años 2000 y 2007. Si bien no aceptó cargos, el ente acusador dijo tener pruebas del aumento irregular de su fortuna; no obstante, cuatro años después fue liberado.
Logró colarse en el proceso de justicia transicional con los paramilitares por su supuesta relación con los hermanos Castaño y por decir que había hecho parte de los bloques Pacífico y Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Sin embargo, una sala de Justicia y Paz encontró en 2013 que ninguna de sus declaraciones tenía fundamentos y por lo tanto fue excluido de esa ley.
Gordo Lindo había dicho que los Castaño lo reclutaron para manejar las finanzas, enlaces y contactos con traficantes de droga de la organización. Además, se presentó como jefe financiero Bloque Calima.
La expulsión de Justicia y Paz fue ratificada en 2014 por la Corte Suprema de Justicia, que advirtió que Zuluaga Galindo conformó un grupo criminal dedicado exclusivamente al narcotráfico y que para lograr impunidad pagaba dinero a las autodefensas.
Cuando llegó a Colombia quiso ser incluido en la Jurisdicción Especial de Paz, JEP, donde lo aceptaron parcialmente, pero le advirtieron que el proceso pendiente por narcotráfico no haría parte del estudio en ese tribunal.
“REVOCAR PARCIALMENTE la resolución n.° 3533 de 10 de septiembre de 2020 mediante la cual la SDSJ rechazó el sometimiento del señor Francisco Javier ZULUAGA GALINDO, salvo en lo que tiene que ver con la investigación penal que cursa en su contra por el delito de tráfico de estupefacientes agravado en la Fiscalía 24 Especializada de la Dirección de Fiscalía Especializada contra el Narcotráfico”, dijo la JEP.
De tal manera que la Fiscalía investiga por qué el Inpec dejó libre a Gordo Lindo a pesar de que tiene un proceso por narcotráfico y que por ello tenía una medida de aseguramiento pendiente.