Dentro de la oferta musical en Colombia, uno de los nombres que ha venido destacando en el último tiempo es el de Las Áñez. Creado por las gemelas Juanita y Valentina Áñez, combina elementos de la música latinoamericana con ideas de la música electrónica más vanguardista en un formato que apuesta por la sencillez o el minimalismo como su método para cautivar audiencias.
Con cuatro álbumes de estudio, el más reciente Paralelas se publicó en abril de 2023, incluyendo colaboraciones con Lido Pimienta y Orlando El Cholo Valderrama. El lanzamiento les valió una serie de fechas en México, así como la oportunidad de ser invitadas a las sesiones musicales de la reconocida cadena radial norteamericana KEXP, orientada a promover lo mejor de la música independiente a nivel mundial. En dicho espació ya se han presentado otras agrupaciones nacionales como Bomba Estéreo, Lido Pimienta, Ghetto Kumbé y The Kitsch.
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El dúo ya se prepara para su presentación en la segunda edición del Festival Cordillera, el 29 de septiembre, donde presentarán Paralelas en el escenario Cotopaxi a partir de las 3:00 p.m. Adicionalmente confirmaron ya tienen confirmada una fecha en Medellín para el 1 de septiembre en el Festival Cantautoras, y dos presentaciones en el Teatro Solís de Montevideo (Uruguay) los días 5 y 6 de octubre. Infobae habló con Valentina, una de Las Áñez, sobre su próxima presentación en Cordillera, las canciones de Paralelas y el minimalismo como un elemento permanente desde los inicios del dúo.
Vuelven al Parque Simón Bolívar casi un año después de Rock Al Parque, ahora para presentarse en el Festival Cordillera ¿Cómo se sienten?
Muy bien, y muy felices de tener espacios tan frecuentados para presentar nuestra música y lo que hacemos con tanto cariño.
¿Es distinto para Las Áñez preparar un show solas que un show para un festival donde, a la larga, deben competir por la atención del público con otros artistas?
Lo más diferente es si el concierto es al aire libre o es en un teatro o un espacio cerrado. Ahí es un poco diferente porque nuestra música tiene muchas sutilezas y juega con la acústica y con la intimidad también. Pero he visto que hemos logrado eso incluso en tarimas al aire libre con un público masivo. Nosotras no cambiamos el show radicalmente por ser en teatro o en festival, vamos con la misma propuesta artística.
También tiene que ver con que estamos programadas de día. Es un horario donde la gente está más relajada y dispuesta a escuchar todo tipo de sonidos, no solo los más genéricos.
¿Cómo fueron los primeros pasos de ustedes dos en la música?
Nosotras crecimos escuchando mucha música en la casa. Se oían muchos tipos de estilos en la casa. Mi papá es audiófilo y un poco melómano, entonces ponía música y ahí nos dejamos impregnar mucho por esas influencias y cantábamos desde pequeñas a dos voces con eso que escuchábamos. De pequeñas cantábamos intuitivamente, y empezamos a tomar clases de música porque mi familia notó el interés. También había un interés de mi mamá por lo artístico y de mi papá por lo musical, entonces ellos también impulsaron que nos metieramos a clases.
¿Y cómo pasaron de ahí a crear Las Áñez?
Nosotras estuvimos en clases de instrumentos, de voz y de coros, y luego decidimos estudiar música porque no había otra opción en nuestras cabezas, juntas en la misma universidad. Estudiamos canto con énfasis en jazz, y así nos fuimos adentrando en ese mundo. Allí una profesora de canto nos puso la tarea de hacer una composición. Juanita compuso la primera canción de Las Áñez con el pedal de loops. Es decir, por tener un aparatico de grabación instantánea para crear capas de voces en tiempo real en la casa, y una tarea de composición, surgió nuestra primera canción (Semillas) que está en el primer disco. Ahí vimos algo que nos gustaba mucho y que no nos queríamos desapegar de eso.
Entonces lo empezamos a presentar en vivos y a sumar un montón de canciones propias, porque resulta que nosotras tenemos un grupo de jazz latinoamericano de vanguardia latinoamericano llamado Bituin. Con ellos también hacemos arreglos muy propios, pero no son composiciones únicamente nuestras. Con Las Áñez ya tuvimos más peso en las decisiones después de ese experimento con el looper y pensamos que podíamos tener un proyecto aparte, un dúo de solo las dos con las voces haciendo canciones muy nuestras. Así comenzamos Las Áñez mientras estábamos en la universidad, y el primer álbum que hicimos fue la tesis que presentamos para graduarnos.
Cuando componen canciones ¿Qué viene primero, la letra o los instrumentos?
Siempre es diferente. La mitad de las canciones las compone Juanita y yo compongo la otra mitad. El trabajo realmente colectivo son los arreglos y decidir cómo van a sonar en la tarima, con nuestro formato en vivo.
Pero al componer siempre depende de la canción. Nos gusta de cada tema tenga su propia atmósfera, entonces hay algunas que surgen por el mensaje de la letra, o por un sonido agudo y desde ahí se empezaron a montar los siguientes. Entonces unas veces se comienza con la letra y otras la música.
Algo que llama la atención con Las Áñez es que toda la propuesta, y es que les gusta ser sencillas y minimalistas en absolutamente todo. Las canciones en promedio duran dos minutos y medio o 3 minutos. Pocas canciones llegan a los 4 minutos ¿Siempre buscaron que ese fuera el sello de identidad del grupo? ¿O fue algo más producto de su entorno?
Desde pequeñas cantamos canciones, y es lo que más nos inspira. No son obras larguísimas, sino algo con una estrofa y un coro, o una sección contrastante a otra con letra y cantada. Y si, las canciones no suelen ser muy largas, cada vez menos (risas), y tal vez esa es una influencia para la duración. Pero el minimalismo nosotras lo vemos en el hecho de que “menos es más”.
Es incluir solo lo que nos parece esencial en vez de rellenar mucho, y lo que nos parece esencial cuando encuentra su desarrollo. Si a la altura del tercer minuto o del dos y algo, y si nos parece que ya encontró ese desarrollo con los elementos esenciales, ahí creemos que la canción cumplió su objetivo. El minimalismo invita a que no se alarguen mucho las canciones, o de lo contrario obligaría a meter más y más elementos.
Eso es muy evidente en Paralelas. Nunca saturan el sonido con mucha instrumentación al tiempo. Si uno escucha momentos de sintetizador, a lo sumo hay una percusión más o algún instrumento adicional, aparte de la voz. Nada más. ¿Consideras que ese es su “valor agregado” frente al resto?
Es diferente cómo lo ve la gente a cómo lo ve uno. Nosotras estamos muy metidas en lo que hacemos, llevamos cuatro álbumes y de hecho para mi Paralelas no es minimalista, porque lo comparo con los anteriores y siento que esos eran mucho más minimalistas (risas). Pero me parece muy chévere que lo notes así de lejos, porque significa que con los productores que tuvimos por primera vez para Paralelas, entonces si logramos mantener ese estilo de no saturación que tú mencionas.
Yo creo que el minimalismo si tiene que ver con el estilo en el que hemos insistido a lo largo de los años, pero lo principal son las voces. Tal vez eso es aún más importante, porque es música que se nota que está hecha por dos cantantes, explorando las posibilidades, mucho o poco, pero siempre la voz es primordial. Como es una voz muy propia, por eso también se escucha un estilo.
Algo muy destacado de Las Áñez en vivo son las visuales. No solo siguen ese principio minimalista, sino que sus imágenes no son literales. No mostraban imágenes reales, sino que mostraban mosaicos o figuras geométricas que cambiaban a tono con cada canción. ¿En qué consiste ese trabajo visual en los conciertos?
La animación estuvo a cargo de Andrés Garzón. Él ha sido parte de las carátulas de Las Áñez que tienen mucha geometría en las fotos y de las animaciones también. Alguna idea le dimos, pero él desarrolló esas animaciones y tal vez coincidió con él entendiendo el estilo del grupo, pero metiendo todo su estilo.
Y si, además de geometría jugó con el minimalismo, sumando solo lo que era esencial, y eso coincide totalmente con nuestro estilo. Sabíamos que él era la persona adecuada para desarrollar esas animaciones que tienen mucho que ver con la “gemelitud” nuestra, con el hecho de ser dos, muy parecidas y entrecruzarse a veces y a veces separarnos.
Para los que no conocen Las Áñez ¿Qué pueden esperar los asistentes al Festival Cordillera de ustedes en vivo?
Las personas que no conocen al grupo siempre salen sorprendidas. Al no ser un tipo de música muy cerrado, se trata de una experiencia que no han vivido o no viven muy seguido, y es muy difícil que vuelvan a vivir todos los fines de semana. Es una música que se sale de géneros y formatos tradicionales que los va a llevar a una atmósfera y una sensación única que vale la pena ver en vivo. Muy invitados a sorprenderse con algo que, independientemente de si les va a encantar o no, no es algo que se escuche todos los días en vivo: dos cantantes en la tarima generando música.