El nuevo rector de la Universidad Militar Nueva Granada, el general en retiro Javier Ayala, tuvo una breve duración de apenas 10 días en su cargo.
El Consejo de Estado, en respuesta a una demanda de nulidad, determinó que su elección no cumplió con los requisitos legales necesarios para este tipo de nombramientos. La votación necesitaba la mitad más uno de los votos, y en este caso solo se obtuvo la mitad.
Este asunto legal ha generado una pausa en los planes de cambio que el general Ayala había proyectado para la universidad.
Su elección estuvo marcada por la complejidad debido a la oposición de quienes deseaban mantener sus posiciones. Según algunos sindicatos, esto generó pérdidas financieras millonarias para la institución.
El actual rector asumió su cargo el 15 de agosto y recibió el control de la Universidad del general en retiro Fernando Puentes.
Sin embargo, esta decisión legalmente cuestionada plantea incertidumbres sobre el futuro de la institución en la comunidad educativa.
En respuesta a esto, el general Ayala emitió un comunicado en el que indicaba que respetaba la decisión del Consejo de Estado y estaría a la espera de los requerimientos legales. Manifestó su intención de defender sus acciones con base en que considera que cumplieron con los requisitos legales establecidos.
En sus palabras: “He puesto al servicio de la comunidad que represento todo mi esfuerzo, dedicación, conocimiento y capacidad para llevar adelante la gestión que me ha sido encomendada, dentro de altos comportamientos éticos y siempre acatando la Constitución, la ley, los acuerdos y las normas que rigen nuestro quehacer académico y administrativo”, expresó el general Ayala en un comunicado.
Resulta llamativo que quien demandó la elección del nuevo rector de la Universidad Militar fue precisamente su predecesor, el general en retiro Fernando Puentes, quien le había entregado el mando al general Ayala. Ahora, como demandante, se encuentra en una posición opuesta.
En un hecho relacionado, el hijo del rector Luis Fernando Puentes, también formó parte de un grupo de estudiantes de especialización en la universidad que recibieron incentivos especiales en el pago de la matrícula. La particularidad es que esta autorización fue otorgada por el mismo general en retiro y rector Luis Fernando Puentes.
Este estudiante de Dermatología fue designado como jefe de residentes en el Hospital Militar en dicha especialidad, gracias a una resolución firmada por su propio padre. Esta resolución benefició a 37 estudiantes en total.
Sin embargo, surgen cuestionamientos sobre la actuación del estudiante. Fuentes internas señalan que tuvo problemas con los profesores, y además, no cumplió con el periodo de prácticas estipulado. Esto generó dudas sobre la validez de su formación y de los beneficios otorgados.
Estas situaciones han provocado un ambiente de incertidumbre y cuestionamiento en la Universidad Militar. Además, la institución enfrenta denuncias por irregularidades en contratación, infraestructura y proyectos con regalías por más de 9.000 millones de pesos. El Ministerio Público está investigando la posible responsabilidad del rector y otros funcionarios en estos asuntos.