En las últimas horas se conoció el plan criminal que tenía una cabecilla de una red de traficante de estupefacientes contra las autoridades de Bogotá, luego de que agentes encubiertos desmantelaran a bandas dedicadas al microtráfico en la capital. El delincuente quería aprovechar la coyuntura de las protestas en la ciudad para camuflarse entre los ciudadanos y atacar directo a los uniformados.
El sujeto advierte en unos audios revelados por la revista Semana que la presencia de las autoridades ha evitado la expansión de su negocio por la ciudad, por lo que las protestas serían una buena excusa para atacar.
“Por eso, ya saben que cuando haya paros, marchas, protestas, manifestaciones, hay que ir manitos, como grupo, porque ustedes saben que ahí es donde tenemos la oportunidad de atacar a esos perros hijueput*s”.
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La alerta fue atendida por la Fiscalía General de la Nación ante las conversaciones que obtuvieron las autoridades durante los operativos. Una de las interceptaciones que tiene en poder el ente investigador en contra de los traficantes del suroriente de Bogotá es:
“¿Sí pilla?, hay que ir preparados con buenas botellitas con gasolina pa’ cuando se arme el mierdero. Ya saber a quién quemar; si ve, no les dé miseria (sic), no les dé asco quemar un perro de esos”, afirmó el líder de una de las bandas criminales.
Según el medio mencionado se encontraron varios mensajes de voz que compartieron los delincuentes en un grupo de WhatsApp que se identificó como los Carelokos. La amenaza directa era “quemar” patrulleros en medio de la multitud mientras transcurrían las manifestaciones. Entre los integrantes del grupo en la red social tenían claros los horarios, nombres y hasta rangos de cada uniformado.
“Que es un patrullero como del 2002, entonces debe tener un rango grande. Ese pirobo qué día también nos cogió a Maryuri, al socio, a todos; él está detrás de todos, de todos, no solo de ustedes. Sí, yo ya le envié la foto”, manifestó la cabecilla
Toda la información de las fuentes y del agente encubierto dieron resultado, pues más de 20 integrantes de los Carelokos fueron capturados. Con el material probatorio se logró judicializar a los cabecillas y también se advirtió la fuerte amenaza que tienen los uniformados de la Policía.
Así eran las rentas de una banda de microtráfico desmantelada en Bogotá
La primera operación se desarrolló en contra de la estructura Entre Nubes que, de acuerdo con la Policía Metropolitana de Bogotá, distribuía sustancias psicoactivas en parques y entornos escolares. El nombre con el que se denominaron surgió porque parte de su operación se desarrollaba en el parque ecológico ubicado en la zona de los cerros orientales, en Usme, donde aparentemente llevaban menores de edad para volverlos adictos.
Además, esta organización delincuencial se caracterizaba por utilizar viviendas en zonas de invasión, donde no llegaban los vehículos; allí ubicaron los centros de operaciones y almacenamiento, que funcionaban las 24 horas del día para distribuir las dosis. En esa labor, al parecer, utilizaban a menores de edad para evitar ser capturados.
Luego de un seguimiento contra los delincuentes, que duró más de nueves meses bajo el nombre de operación ‘Artemisa’, lograron identificar a los miembros y realizar 28 allanamientos en la localidad de San Cristóbal en las que fueron capturadas 18 personas. Las autoridades encontraron 4.000 dosis de estupefacientes, chalecos antibalas, un arma de fuego con 26 cartuchos y seis radios de comunicaciones.
La segunda operación de las autoridades se denominó Ollada, en contra de la banda delincuencial del mismo nombre que operaba desde la localidad Rafael Uribe Uribe, en el sur de la ciudad, especialmente en los parques de los barrios Lomas, Marco Fidel Suárez, San Jorge y Resurrección.
Los agentes realizaron seguimientos que permitieron grabar a los traficantes durante la entrega de dosis en parques y esquinas, así como algunos encubiertos se hicieron pasar por clientes para recopilar la evidencia. Los miembros de la Sijín lograron registrar 45 eventos de comercialización de estupefacientes durante la investigación.