Por prostituir policías en la llamada ‘comunidad del anillo’ fueron condenados dos coroneles

Los coroneles (r) de la Policía Jerson Jair Castellanos Soto y Wilmer Toros Orjuela fueron condenados por el delito de constreñimiento a la prostitución por inducir a estas prácticas a alféreces al interior de la Policía, en medio del caso que se conoció como la ‘comunidad del anillo’.

En los próximos días el despacho judicial acordará la fecha en la que se dictarán los años de la condena para ambos coroneles que insistieron en su inocencia durante el extenso juicio.

Así lo informó la Dirección Especializada Contra las Violaciones a los Derechos Humanos, logró demostrar que en el caso de Castellanos Soto este frecuentó la Escuela de Cadetes General Santander entre los años 2005 y 2006.

En esas visitas Castellanos trató de ganarse la confianza de los jóvenes a través de almuerzos o de invitaciones a almorzar, a eventos deportivos o culturales para luego inducirlos a ejercer actividades sexuales.

Sobre el coronel Torres Orjuela, se señaló que este al tener el control de los alumnos de la Escuela de Cadetes tenía el poder de intimidarlos y obligarlos a reunirse con Jerson Jair Castellanos. También era el encargado de autorizar los permisos de los alumnos para que se vieran sin inconvenientes con Castellanos.

En el curso del proceso fueron identificados, por lo menos, cinco alféreces que, en medio de presiones y la amenaza de que no podrían seguir la carrera policial, accedieron a reunirse con el coronel en retiro Castellanos Soto, quien para la época se desempeñaba como jefe de seguridad del Congreso de la República.

El general (r) y exdirector de la Policía Rodolfo Palomino había dicho sobre este escándalo que nunca existió y que fue un grupo de periodistas quienes armaron dicha campaña de desprestigio en su contra y en contra del nombre de la institución.

El exdirector fue enfático en reiterar que la mencionada ´comunidad del anillo´ nunca existió y solo se trató de una polémica más, puesto que nunca se hallaron pruebas en su contra y no existieron medidas de inhabilidad a largo plazo para él, por lo tanto, dicho proceso legal fue archivado por los entes investigativos.

El caso contra Palomino no prosperó en el campo penal, aunque la Procuraduría General lo inhabilitó 13 años por presionar a un subalterno para que retirara las denuncias de acoso laboral y sexual que había interpuesto en su contra.

Ányelo Palacios es el expolicía que denunció a lo que se conoce como la ‘Comunidad del Anillo’. Indicó que al revelar detalles de lo sucedido al interior de la Policía Nacional, pasó de ser un uniformado con reconocimientos y felicitaciones, a tener al menos trece investigaciones disciplinarias en su contra.

Tras salir de la Policía, con una inhabilidad por doce años, Palacios intentó buscar trabajo en distintos sectores; sin embargo, aseguró que todas las puertas se le cerraron en la cara. Añadió que se quedó solo, que todos los que le pedían favores cuando era policía, lo abandonaron en su peor momento.

La presión social fue tan alta, según dijo, que incluso llegó a pensar en la opción de quitarse la vida.

Así mismo, contó que tras un largo tiempo desempleado consiguió trabajo en una cigarrería, donde se desempeñaba como mesero y domiciliario. Aunque dejó claro que ningún trabajo es deshonra, dijo que muchas veces se burlaron de él.

Cuando al fin se empleó, aseguró que sufrió un atentado donde alguien con cuchillo quiso matarlo.

Luego Palacios decidió incursionar en la música y aseguró que la música fue el refugio que encontró a todos sus problemas. Incluso a través de las redes sociales el expolicía lanzó dos sencillos ‘Cuentan de él’ y ‘Se destapó’