Ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Zuelma Jattin no solo se refirió a sus vínculos con grupos paramilitares en Córdoba, sino que también ‘prendió el ventilador’ sobre supuestas alianzas de figuras políticas, alcaldes y gobernadores con agentes paraestatales.
Entre ellas mencionó a Álvaro Uribe y una visita que le hizo en 2002 para denunciar que estos actores ilegales estaban prohibiendo las postulaciones de varios candidatos y dijo que la respuesta del entonces presidente de la República fue por posibles intereses políticos.
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Ante la declaración, el exmandatario respondió en su cuenta de X (Twitter) y recordó la versión entregada a la exsenadora del Partido de la U.
”Si la señora Zulema Jattin me preguntó si denunciaba una amenaza que habría recibido de los paramilitares, es propio de mi persona contestar ‘denuncie con las pruebas’, sin más”, escribió Uribe Vélez. De paso, advirtió que interpondrá una denuncia en su contra ante la declaración que, según él, entregó para acogerse a los beneficios otorgados por la justicia transicional.
“Si afirma 20 años después para beneficiarse en la JEP que era una “amenaza velada” la denunciaré ante la justicia”, sentenció el expresidente.
En su versión, Jattin dijo que, tras acudir al entonces candidato Uribe para denunciar la incidencia paramilitar en las elecciones territoriales, este dijo que si ella no tenía prueba diferente a su testimonio y al de su hermano, William Salleg, no iba a anunciar las investigaciones correspondientes.
“Eso era más que una advertencia, digamos, era una sugerencia respetuosa, pero a la que yo en ese momento iba a hacer total el caso”, dijo la compareciente. Acto seguido, mencionó las razones por las que el otrora mandatario le dio esa respuesta. Vale mencionar que en aquella denuncia, la declarante nombró a figuras como Miguel de la Espriella y Eleonora Pineda.
“Creo que a él le interesaba que ellos lo acompañarán, le interesaba que todo ese andamiaje político, ya que lo estaba acompañando en Córdoba, se mantuviera”. Incluso, evocó que la campaña presidencial de 2002 de Uribe Vélez pudo empañarse en caso de haber presentado denuncias en su contra por supuestos vínculos con paramilitares.
“(...) Si yo me ponía a hacer ruido o a denunciarlo (…) Pues ese ruido iba a afectar la campaña presidencial”, agregó Jattin en su declaración. Como aporte novedoso, reconoció que sí sabía la solicitud de Mancuso Gómez; hecho que no había sido reseñado por ella u otro funcionario que acompañó la candidatura de Juan Carlos Aldana en la justicia ordinaria.
“No lo puse en conocimiento de las autoridades y que hubo un pacto no escrito, pero tácito, con la autodefensa para entregarle las secretarías, si ganaba el candidato del llamado sindicato por los medios de comunicación”, sostuvo.
Tras este testimonio y los aportes de verdad, la Sala de Definición admitió a Jattin Corrales en esta jurisdicción bajo el beneficio de libertad transitoria condicionada y anticipada. Esto mientras se cumpla el régimen de condicionalidad al que se encuentra comprometida.
“Como ya se mencionó, uno de los criterios de la valoración del aporte a la verdad exige que la compareciente vaya más allá de los hechos por los que estuvo procesada o condenada por la justicia ordinaria”, argumentó el tribunal especial.
También indicaron que esperan de la excongresista entregue aportes que permitan la comprensión de aparatos criminales, así como el modus operandi de estas, los actores implicados y otros elementos que permitan la evidencia de crímenes sistemáticos. La Sala también anunció que lo declarado permite impulsar otros casos y llamar a otras personas a declarar ante el tribunal, así como compulsar copias ante las autoridades correspondientes.