Las fiestas de divorcio se han convertido en toda una tradición en los Estados Unidos. El tema de conversación se puso sobre la mesa tras la reciente separación de Britney Spears, que realizó uno de estos festejos acompañada de amigos y en la que celebró su separación de Sam Asghari.
Y es que en el mundo entero se ha acostumbrado a hacer la celebración de matrimonio, que de acuerdo con organizadores de eventos o wedding planners pueden tener costos entre los 80 y 120 millones de pesos, de acuerdo con las exigencias de los festejados. Frases como “mi primer divorcio” o “nadie es eterno en el mundo”, así, como la canción, se han hecho populares entre los colombianos.
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Pues bien, de acuerdo con un análisis presentado por La República, este tipo de eventos podría ir en aumento debido al alto índice de divorcios que se está presentando en ciudades como Bogotá, que entre enero y junio de 2023 tuvo una tasa de 2.215. Le sigue el Valle del Cauca con 1.957; Antioquia 1.302 y Cundinamarca 475 divorcios.
Asimismo, Heidy Aaron, máganer de eventos, afirmó que quienes más buscan este tipo de eventos son las mujeres y que “les gustan paquetes que incluyan fiestas con destinos como Las Vegas, los Ángeles, Miami o México, con formatos con música en vivo, DJ de baile, cocteles y estadía todo incluido”.
Los precios puede variar de acuerdo a los requerimientos de la persona que busca contratar el servicio, pero no superan los 30 millones de pesos, tres veces menos que la fiesta de compromiso. También esta investigación del medio antes citado señaló que quienes han popularizado el servicio son mujeres que van de los 30 a los 45 años y que usualmente cuenta con no más de 50 invitados.
“Aproximadamente 18 millones de pesos en floristería, orquesta o DJ invitado por dos horas, 1,5 millones de pesos, en bebidas la inversión asciende a los 160.000 pesos y en alimentación se puede gastar cerca de 80.000 pesos (…) Incluso este tipo de fiestas se pueden organizar en bares, que con todo incluido presentan paquetes de 30 millones de pesos o puede ser una cena entre amigos en un restaurante”, señala La República, como opciones a escoger para celebrar el divorcio.
Según Aaron, “las celebraciones de divorcio como un proceso de libertad y empoderamiento se han incrementado sobre todo en periodo pospandemia. Se convirtieron en un espacio para celebrar la vida, la experiencia, el comienzo de una nueva fase, recuperando la vida social sin compromisos, incluso varios participantes de estas experiencias temáticas sienten que se liberan y vuelven a ser jóvenes”.
De acuerdo con la publicación, quienes escogen este tipo de celebraciones con mayor frecuencia y en el menor tiempo después de contraer matrimonio, son las personas de la población Lgbtiq+. También indican que cuando más se deben hacer estas celebraciones es cuando hay hijos de por medio, porque hay unión familiar y apoyo, que es lo que más se necesita.
Este fenómeno atrapó a varias celebrities que han sido parte de la tendencia. Una de las pioneras fue Madonna, que en 2009 realizó una recepción en el Ritz Carlton Hotel, tras su primer concierto en Boston por su gira internacional Sticky & Sweet, para conmemorar el fin de su relación con el cineasta británico Guy Ritchie.