En la noche del lunes 21 de agosto se conoció una nueva grabación, viral en redes sociales, que protagonizaron los hipopótamos descendientes de los que trajo el narcotraficante Pablo Escobar, uno de los peores criminales de Colombia, en la década de 1980 para su otrora guarida: la Hacienda Nápoles que se ubica en el corregimiento de Doradal, que forma parte del municipio de Puerto Triunfo (Antioquia), en la región del Magdalena Medio.
El nuevo avistamiento ocurrió precisamente en ese territorio, cuando una familia de estos animales, dos adultos y dos crías, se les vio movilizándose por la autopista Medellín-Bogotá, cuando caía un fuerte aguacero en la zona, para luego reingresar a la zona de monte contiguo al corredor vial.
Por fortuna, los gigantes y corpulentos mamíferos, no mostraron un comportamiento agresivo, por lo que por el momento no se tiene información de personas afectadas durante el paseo de los animales en la zona habitada de esa población.
Hace dos semanas, se había reportado un hecho similar, cuando se captó a un ternero de hipopótamo jugueteando con un perro en el interior de una finca en Doradal.
En esa ocasión la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Rios Negro y Nare (Cornare), la autoridad ambiental en la región ,rechazó el hecho porque, además, de ser un grave peligro para las personas, por la agresividad del mamífero, también acrecienta el comercio ilegal de animales salvajes.
“Es importante que la comunidad sea consciente que este tipo de contenidos y de actos promueven el tráfico ilegal de una especie que fue declarada exótica invasora, lo cual agrava una problemática que ya es compleja en la región”, indicó David Echeverri López, jefe de la Oficina de Gestión de la Biodiversidad de Cornare.
Incluso el funcionario indicó que la entidad instauraría las denuncias correspondientes ante la Fiscalía General de la Nación para que establezcan si algún poblador lo tenía en su poder sin autorización, así como entregó recomendaciones ante nuevos encuentros.
“Los hipopótamos son animales muy voluminosos, altamente territoriales y con un comportamiento impredecible, por lo que son capaces de causar heridas mortales, de ahí que las principales recomendaciones son evitar transitar en horas de la noche por los lugares donde hay presencia del animal; no acercarse a ellos ni atacarlos o capturarlos”, agregó.
Se debe recordar que en abril de este año uno de estos animales murió en la vía Medellín-Bogotá luego de que fuera embestido por un vehículo que transitaba en esa zona.
De acuerdo con la información preliminar que obtuvieron en la cuenta Denuncias Antioquia, del antiguo Twitter, donde también anexaron imágenes de lo ocurrido, el animal habría escapado de los terrenos de la antigua morada del capo colombiano y en su huida una camioneta Renault Duster lo atropelló.
El hipopótamo perdió la vida tras el fuerte choque con el vehículo, el cual quedó destrozado en su parte delantera, aunque, por fortuna, sus ocupante solo sufrieron lesiones menores.
La trágica historia de los hipopótamos
Estos animales originarios de África fueron importados por Pablo Escobar como un capricho de sus exóticos gustos en la década de 1980, cuando se dio el apogeo de su grupo narcotraficante y terrorista. Su sueño era tener un safari en los predios de la Hacienda Nápoles, por lo que entre los múltiples animales salvajes que trajo estaban tres hembras y un macho de hipopótamos.
Sin embargo, una vez fue abatido Escobar en diciembre de 1993, los voluminosos mamíferos quedaron a su suerte y encontraron en esta región del Magdalena Medio un sitio con condiciones similares a las de su continente de origen, lo que les permitió reproducirse exitosamente, al punto de que su población se convirtió en un problema para el ecosistema de esa zona en el centro de Colombia.
En marzo de 2022, el Ministerio de Ambiente los declaró como una especie invasora con lo que buscaban controlar su población, que incluso ha tenido como consecuencia la muerte de campesinos que los han avistado, ya que estos animales son bastante agresivos y territoriales.
Pero, el pasado 8 de abril el abogado animalista Luis Domingo Gómez Maldonado demando ante el Consejo de Estado esa decisión porque no se tuvo en cuenta la ley 1774 expedida en 2016, que legalmente impediría la caza o el sacrificio de los hipopótamos.
“Yo no considero que la declaración de la especie como invasora esté mal, sino que debe tener en cuenta esta, que es una ley superior. El Ministerio de Ambiente debe reformular la resolución”, declaró el jurista en el periódico El Espectador.