José Elías Melo niega haber conocido los sobornos del caso Odebrecht y relaciona a la más alta dirección del Grupo Aval

Al expresidente de Corficolombiana le ha caído la responsabilidad de las prácticas corruptas en la licitación de la Ruta del Sol II, pero dice no haber participado en ellas

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José Elías Melo, el principal condenado del Grupo Aval en el caso de corrupción de Odebrecht. Foto: (Colprensa-Sergio Acero)
José Elías Melo, el principal condenado del Grupo Aval en el caso de corrupción de Odebrecht. Foto: (Colprensa-Sergio Acero)

El caso de corrupción que rodeó la adjudicación de la Ruta del Sol II no termina de resolverse y arrancará una nueva fase judicial con 55 imputaciones contra exfuncionarios de la ANI y directivos de Odebrecht. Aunque la Fiscalía excluyó al Grupo Aval, José Elías Melo, expresidente de Corficolombiana, sostiene que no es el único responsable y que en cambio fue un ‘gancho ciego’.

En medio de la apertura de un nuevo capítulo en el proceso, Melo ha cobrado relevancia porque el Grupo Aval, tras el acuerdo de procesamiento diferido que firmó con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, ha tratado de achacarle toda la responsabilidad de las prácticas corruptas de la adjudicación.

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Sin embargo, desde la cárcel La Picota donde paga la condena por el caso, se mantiene firme en afirmar que no participó en la negociación de sobornos ni el ocultamiento de estos. Señala que la administración de la sociedad con Odebrecht involucró a todo el Grupo Aval, hasta sus más altos directivos y que su falta de información lo hizo el ‘gancho ciego’ perfecto.

Melo, en entrevista con Cambio, señaló que cuando se anunció el proyecto de la Ruta del Sol, Corficolombiana buscó un socio con experiencia en infraestructura para participar de la licitación. “Eso que dice el acuerdo de la SEC (Securities and Exchange Commission) de que yo negocié la propuesta con Odebrecht es una equivocación. Participó el grupo en pleno, incluyendo a los doctores Luis Carlos Sarmiento Angulo y Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez”, sostuvo.

Luis Carlos Sarmiento Angulo, dueño del Grupo Aval. Foto: REUTERS/Nathalia Angarita
Luis Carlos Sarmiento Angulo, dueño del Grupo Aval. Foto: REUTERS/Nathalia Angarita

En el acuerdo con el Departamento de Justicia de EE. UU., Corficolombiana aceptó una reunión de un directivo suyo, uno de Odebrecht y un alto funcionario del Gobierno de Juan Manuel Santos con el que se acordó una suma de 3.4 millones de dólares para asegurar la adición de la concesión Ocaña-Gamarra al contrato. Melo sostuvo a la revista que él no participó en esa reunión y nunca acordó pagos de coimas.

“Para que eso fuera lógico, la persona que recibió esa plata convenida con el señor Martorelli tenía que tener incidencia sobre la decisión del contrato y por supuesto sobre la campaña política”, sostuvo Melo. En ese sentido, señala que “puede ser Juan Manuel Santos, puede ser Germán Vargas Lleras, puede ser María Lorena Gutiérrez” y descarta a Néstor Humberto Martínez porque para el 2014 no era funcionario público.

La única información que Melo dice tener sobre los aportes a las campañas presidenciales fue por una llamada de Alejandro Figueroa, presidente del Banco de Bogotá. “Me dijo que Néstor Humberto Martínez le había dicho que los brasileños querían legalizar unos gastos que habían hecho de las elecciones con facturas”, según contó a Cambio. Sin embargo, la investigación interna que le pidió hacer a Jorge Enrique Pizano en la Ruta del Sol II concluyó que no había pagos irregulares por medio de ese proyecto.

Exfiscal Néstor Humberto Martínez, abogado de Corficolombiana. Foto: EFE/MAURICIO DUEÑAS CASTAÑEDA
Exfiscal Néstor Humberto Martínez, abogado de Corficolombiana. Foto: EFE/MAURICIO DUEÑAS CASTAÑEDA

Pizano, que fue el controller de Corficolombiana en la Ruta del Sol II, fue encargado directamente por Luis Carlos Sarmiento Angulo, según Melo. Además, sostiene que quienes hacían parte de ese proyecto respondía a la máxima gerencia y no a él. Por ejemplo, Alberto Mariño que era el miembro de la junta directiva del consorcio por parte del grupo Aval y “se reunía privadamente con Luis Carlos Sarmiento Angulo”.

“Había personas que por parte de Corficolombiana sí estaban en la concesionaria Ruta del Sol y en el consorcio constructor. Esas personas no eran mis marionetas. Las personas que estaban allá supervisando eran de máxima confianza del doctor Luis Carlos Sarmiento Angulo”, señaló Melo a la revista citada.

Incluso, asegura que Néstor Humberto Martínez era el abogado de Corficolombiana, no por decisión de Melo como presidente de esa filial del grupo Aval, sino por su relación con el dueño. Sostiene que no tuvo ninguna conversación ni con Luis Fernando Andrade ni con Gabriel García Morales. Además, que si tuviera la información la revelaría para no estar tras las rejas.

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