Estos son los cinco terremotos más fuertes que se han registrado en Colombia

Según el Servicio Geológico Colombiano, un sismo se produce cuando se liberan grandes cantidades de energía en forma de ondas que se desplazan al interior de la tierra y que al llegar a la superficie pueden causar una serie de situaciones que incrementan los niveles de riesgo como, por ejemplo, deslizamientos, inundaciones, incendios o tsunamis en zonas costeras.

Colombia está ubicada en la esquina noroccidental de Suramérica, por lo que en el país se puede sentir la interacción de tres placas tectónicas principales: la suramericana, Nazca y Caribe, es por eso que en la historia colombiana se han registrado varios sismos importantes.

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Por eso, Infobae Colombia recopiló los cinco sismos más fuertes que se han registrado en el país.

El viernes 23 de noviembre de 1979 a las 6:40 p. m. se registró un sismo de magnitud 7.2 que tuvo como epicentro el Eje Cafetero. Esa tarde se presentaron daños en departamentos como Caldas, Antioquia, Chocó, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca.

Entre las poblaciones más afectadas estuvieron Manizales, Villamaría, Pácora y Aguadas Caldas. En Manizales, por ejemplo, los principales daños ocurrieron sobre la avenida Santander, donde colapsaron algunas viviendas, el colegio Santa Inés y en edificios de la ciudad, pero uno de los daños más relevantes se registró en el barrio Milán, donde un deslizamiento derrumbó algunas viviendas.

Según datos de la Defensa Civil, este sismo dejó un saldo de 50 muertos y más de 500 heridos.

El 11 de julio de 1976, a una profundidad de 17.5 kilómetros, se registró un sismo de magnitud 7.3 con una intensidad máxima de 8.0. El epicentro fue la zona del Darién, pero se sintió en gran parte del territorio colombiano y generó daños en el Chocó y en varias poblaciones panameñas.

En el territorio colombiano, el municipio de Juradó presentó daños en las viviendas y escuelas, en Riosucio, Bojayá y Bahía Solano se agrietaron los muros de algunas casas que son considerados como daños menores.

El sismo que comenzó a las 3:41 p. m. y también generó un tsunami que no alcanzó a causar daños mayores, pero sí se confirmaron, al menos, cinco réplicas con una magnitud de 5.0.

A inicios de 1958, más precisamente el domingo 19 de enero a las 9:07 a. m. se registró un sismo de magnitud 7.6, cuya intensidad máxima fue de 8.0. Ese día, el epicentro del movimiento telúrico fue la provincia de Esmeraldas, Ecuador, pero por su cercanía con Nariño también se registraron daños en territorio colombiano.

Del evento se conoció que el 30% de las construcciones de la provincia de Esmeraldas quedaron destruidas, mientras que en poblaciones de Tumaco y Papayal en Nariño se presentaron afectaciones en las viviendas.

El sismo ocasionó un leve tsunami que fue descrito como un “maretazo” o “marejada” y afectó principalmente las provincia ecuatoriana.

Tan solo 19 días después del sismo que afectó al Eje Cafetero que se registró el 23 de noviembre, a las 2:59 a. m. los colombianos sintieron un movimiento telúrico con magnitud 8.1, que alcanzó una intensidad máxima de 10.0.

Aunque el sismo se produjo a una profundidad de 23.6 kilómetros, provocó un tsunami, que según algunos testigos, causó entre dos y tres olas con una altura de tres metros que arrastraron personas, animales, viviendas y enseres. El tsunami afectó toda la costa entre Guapi al norte y Tumaco al sur.

El miércoles 31 de enero de 1906 se registró el sismo más fuerte del que se tiene conocimiento en Colombia, pues a las 10:36 a. m. y a una profundidad de 20 kilómetros, los instrumentos de medición reportaron un movimiento de magnitud 8.4 que alcanzó una intensidad máxima de 10.0.

El sismo produjo un tsunami que según testigos tuvo olas de entre 2 y 5 metros, que afectó la costa entre Bajo Baudó, Pizarro, y la provincia de Esmeraldas, en Ecuador al sur, por lo que terminó por arrastrar a su paso personas, animales, viviendas y enseres.

De acuerdo con el reporte del Sistema Geológico Colombiano, el sismo se sintió desde Bogotá hasta Manta, Ecuador, y ocasionó daños notables en las poblaciones ubicadas en las costas de Cauca y Nariño.

Los reportes que se entregaron ese día relataron que se presentaron dos sismos precursores a las 7:00 a. m. y 9:00 a. m. de la mañana del 31 de enero, que generaron un elevado número de réplicas que llegaron a sentirse hasta dos meses después.