Por casi 3 horas se detuvo el Transmilenio en la troncal de la avenida NQS por el daño de un semáforo

La operación estuvo interrumpida y afectó en especial a los pasajeros que iban para el sur de Bogotá y al vecino municipio de Soacha

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El servicio de Transmilenio estuvo
El servicio de Transmilenio estuvo detenido por cerca de tres horas en la troncal NQS por un daño en un semáforo en la intersección con la avenida Primero de Mayo. (Captura de pantalla)

Durante la noche del miércoles 16 de agosto el servicio del sistema de transporte masivo de Bogotá, Transmilenio, fue interrumpido por casi tres horas, luego de que ocurriera un daño en uno de los semáforos de la avenida Norte Quito Sur (NQS), en la intersección con la avenida Primero de mayo. La situación obligó a que los pasajeros de los buses articulados tuvieran que bajarse de los automotores y regresar a pie hasta sus hogares.

“Tuvimos una falla técnica en el sistema de semaforización de este punto lo cual nos causó represamiento vehicular. En este momento ya tenemos normalizada la situación”, afirmó en el informativo de televisión Citynoticias, el coronel Wilson Barrios, Jefe de la Seccional de la Policía de Tránsito en la capital colombiana.

De hecho desde la cuenta oficial de Transmilenio en la red social X, indicaron que la congestión inició hacia las 6:30 p.m. y hasta pasada las 9 de la noche se comenzó a normalizar la operación en el sistema.

Mientras que la Secretaría de Movilidad, también en X, pidió disculpas a los usuarios del servicio por el incidente que provocó una gran congestión, que incluso afectó a las rutas que van hasta el vecino municipio de Soacha.

“Lamentamos la congestión y los represamientos ocasionados a conductores de vehículos y usuarios de @TransMilenio que transitan por este corredor. Nuestro equipo de gestión en vía continuará agilizando el tráfico en la zona para que los ciudadanos puedan llegar pronto a sus hogares (sic)”, publicaron.

Según señaló el coronel Barrios, parte del grave problema de movilidad que ocurrió en este punto del sur de la ciudad fue consecuencia de que los usuarios se salieran de los automotores.

“La recomendación es que no desciendan de los articulados con el fin de no generar la congestión porque fue complicada la situación ya que toda la gente estaba transitando a pie en el carril exclusivo de Transmilenio”, afirmó el oficial en Citynoticias.

Del hecho, el concejal Diego Cancino publicó un video en el que daba cuenta de cómo los pasajeros se bajaron de los vehículos para caminar y criticó nuevamente al sistema de transporte.

“Hasta 40 minutos atrapados llevan miles de ciudadanos que regresaban a sus casas por el TransMilenio de la NQS. ¿La razón? Falló los semáforos y el sistema colapsó. Lo mismo que un sistema metro, dirá @EnriquePenalosa (sic)”, publicó en X.

Este hecho ocurre justo cuando la Secretaría de Movilidad anunció que concluirán el convenio que hay entre las alcaldías de Bogotá y Soacha, la Gobernación de Cundinamarca y el Ministerio de Transporte con el que en la actualidad se permite el ingreso y circulación de buses de transporte público de ese municipio en zonas puntuales de la capital colombiana en el suroriente y suroccidente.

“Una carta que me manda la alcaldesa diciendo que no va a firmar y no va a renovar el convenio de transporte del corredor Soacha-Bogotá, como método de presión para que yo ingrese a la Región Metropolitana. Yo no funciono a los gritos, alcaldesa”, aseguró Juan Carlos Saldarriaga, alcalde de esa población al sur de Bogotá.

De no llegar a un acuerdo en los siguientes tres meses, el transporte público desde el mencionado municipio dejaría de operar a partir del próximo 7 de noviembre y afectaría a 108.000 personas.

Desde la dependencia de tránsito bogotana agregaron que en los últimos 10 años el sistema de transporte ha cambiado sustancialmente, en especial por la implementación de Transmilenio, así como de los buses del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) que presta servicio zonal en Soacha y agregaron que con el transporte tradicional desde Soacha hay una sobreoferta.

“Incentiva la competencia y la guerra del centavo, generando riesgos de seguridad vial, violación a las normas de tránsito, y altos niveles de contaminación, tema que se eliminó en la ciudad con el SITP, ya que Bogotá trabaja con una flota de buses con tecnologías limpias y de bajas emisiones”, agregaron.

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