Entre los datos que reveló el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) el 15 de agosto sobre el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que resultó del 0,3% en el segundo trimestre del año, se conoció una caída de -3,7% en obras civiles, licencias de construcción y venta de viviendas nuevas, lo cual generó alerta en este sector, que es uno de los que más genera empleo en el país.
A esto se refirió el presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Guillermo Herrera, en el Congreso de Andi, en Cartagena.
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Indicó que esta tendencia se refleja en el segmento de vivienda, pues hasta junio había un represamiento en la entregada de 60.000 viviendas subsidiadas por el Gobierno.
“Este efecto se da después de que los recursos para desembolsar los subsidios se agotaron en octubre y solo hasta junio de este año se reanudó la entrega de las subvenciones”, afirmó el líder gremial, según La República, al anotar que las subvenciones que se otorgaron con los programas como Mi casa Ya permitieron que siete de cada diez viviendas que se adquirieron en el país hasta 2022 se hizo bajo los subsidios propuestos por el Gobierno.
De igual forma, Herrera hizo un llamado al Gobierno nacional para continuar con los diálogos que permitan “un mayor apalancamiento del sector de la construcción, para que puedan trabajar con la banca financiera, y así para ampliar las posibilidades de financiación de todos los nuevos hogares que van a demandar cerca de tres millones de viviendas en los próximos años”.
Esto, teniendo en cuenta que entre enero y mayo se dejaron de vender en el país 64.129 viviendas nuevas, lo que representa que el sector dejó de percibir cerca de $13 billones en inversión, que equivale a una caída de 61% en ventas.
Al respecto, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, que también estuvo en el Congreso de la Andi, dio una corta respuesta al referirse al plan de choque para contrarrestar la desaceleración económica del país.
Dijo que se deben recuperar las inversiones en obras civiles y recuperar la construcción de vivienda.
“Los recursos ya están para financiar obras civiles, vías principales, vías terciarias. Hay un tema que tenemos que trabajar con el sector financiero para que garantice el cierre financiero de las obras y se puedan adjudicar”, aseguró.
En cuanto a materia de vivienda, explicó que los dos subsidios que hay, el de la cuota inicial y el de la tasa de interés, ya están en el mismo nivel, de tal manera que lo que falta es que los constructores otorguen viviendas, que los bancos asignen quién es el beneficiario y quién va a recibir los subsidios.
Condiciones macroeconómicas adversas
Herrera había indicado anteriormente que las ventas de vivienda registraron una contracción del 53,3% al cierre del primer semestre, jalonadas por las viviendas de interés social o VIS (-56,5 %). Estas caídas se explican por las condiciones macroeconómicas adversas a nivel global e incrementos en las tasas de interés para mitigar los efectos de la inflación.
A los factores mencionados se suma una política de vivienda que tardó en responder a la coyuntura. Sin embargo, se espera que la inflación se siga desacelerando, lo cual, a su vez, permitirá de manera paulatina la reducción en las tasas de interés para compra de vivienda, y así aliviar la carga financiera de los hogares que podrán acceder a créditos con cuotas más bajas.
“Para el segundo semestre de 2024, las tasas hipotecarias podrían volver a niveles promedio. De esta manera, los hogares que hoy compren sobre planos se beneficiarían de mejores tasas al momento de la entrega de su vivienda”, manifestó Herrera, quien destacó la importancia de una estrategia contracíclica.
También destacó que la adición presupuestal, que le inyecta recursos al programa Mi Casa Ya, representa un avance muy importante para que el programa pueda ponerse al día en sus pagos y que, de esta manera, los hogares puedan recibir sus viviendas.
Sin embargo, precisó que la mayor parte de esos recursos están comprometidos en la entrega de cerca de 57.000 viviendas ya terminadas. Al respecto, el presidente de Camacol indicó que “el impulso contracíclico requiere recursos adicionales enfocados en la iniciación de nuevos proyectos, lo cual activará los encadenamientos productivos del sector y estimulará la generación de empleo en la construcción de edificaciones”.
De acuerdo con las cifras del censo de edificaciones de Camacol hecho por medio de Coordenada Urbana, actualmente 107.339 viviendas de interés social se encuentran en proyectos con más del 70% de la oferta comercializada.
Estas son unidades que pueden iniciar en el corto plazo, impulsando cerca de 200.000 empleos y reactivando la demanda intermedia. Al respecto, las industrias encadenadas ya sienten los efectos de la desaceleración en la dinámica de las edificaciones, particularmente en los micronegocios asociados a ferreterías, producción de caucho y madera.