Minutos de angustia en El Tarra (Norte de Santander) por hostigamiento armado a su estación de Policía

En un gimnasio contiguo a la sede de los uniformados, las personas tuvieron que permanecer tendidos en el piso para protegerse de los disparos

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Los asistentes a un gimnasio cercano a la estación de Policía de El Tarra vivieron momentos de pánico por un hostigamiento armado en contra de la sede de los uniformados. (Captura de pantalla)
Los asistentes a un gimnasio cercano a la estación de Policía de El Tarra vivieron momentos de pánico por un hostigamiento armado en contra de la sede de los uniformados. (Captura de pantalla)

Un nuevo hecho de violencia se registró en la convulsionada región del Catatumbo (Norte de Santander), en zona de frontera con Venezuela, esta vez en el municipio de El Tarra cuya estación de Policía fue atacada por un grupo armado por identificar durante la noche del miércoles 16 de agosto.

Del hecho se conoció un video, que se hizo viral en redes sociales, de los minutos de pánico que padecieron en un gimnasio contiguo a la sede de los uniformados, donde las personas que hacían ejercicio se vieron a obligados a permanecer tendidos en el suelo para evitar ser heridos en medio de las ráfagas de fusil.

En esta población tuvieron una jornada violenta desde tempranas horas, luego de que en el caserío de San Carlos, en zona rural, muriera un soldado y otros cinco resultaran heridos cuando fueron atacadas las tropas del Comando Operativo Energético No. 1, que se encargan de la seguridad de un tramo del oleoducto Caño Limón-Coveñas.

El militar muerto fue identificado como José Eduardo Díaz Vides, mientras que los otros afectados fueron identificados como Librado Toro Velasco, Daniel Eduardo Duarte Meza, Jhonatan Neira Ángel, Andrés Álvarez Viru y Víctor Carvajal Orozco, quienes fueron trasladados a centros asistenciales de Cúcuta.

“Expresamos nuestra solidaridad a las familias de los militares que fueron víctimas de este cobarde ataque y condenamos que se sigan presentando estos hechos en nuestro departamento. Estamos cansados de tanta violencia y exigimos a los grupos alzados en armas que cesen inmediatamente su accionar y nos permitan vivir en un territorio en paz”, manifestaron en la Gobernación de Norte de Santander, a través de su cuenta oficial en la red social de X.

En la misma región del Catatumbo, otro grupo armado atacó en la madrugada el puesto policial del corregimiento de La Gabarra del municipio de Tibú. Al parecer fueron miembros del Frente 33 de las disidencias de la antigua guerrilla de las FARC, hostigaron durante 15 minutos a los uniformados que recibieron apoyo del Ejército para repeler el ataque.

“En la rápida reacción por parte de nuestros uniformados y con el apoyo del Ejército Nacional se pudo repeler de forma oportuna este ataque, el cual no trae consecuencias a ningún uniformado”, dijo el comandante de la Policía de Norte de Santander, coronel John Robert Chavarro.

En la región del Catatumbo, que abarca nueve poblaciones de Norte de Santander, delinquen el Frente 33, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL) que se conoce como ‘Los Pelusos’ y más grupos al servicio del narcotráfico.

Dos personas caminan hoy, al lado de un camión con la frase "carro bomba" hoy, en la Vereda Santa Rosa, en Catatumbo (Colombia). EFE/Mario Caicedo
Dos personas caminan hoy, al lado de un camión con la frase "carro bomba" hoy, en la Vereda Santa Rosa, en Catatumbo (Colombia). EFE/Mario Caicedo

Las autoridades informaron, además, que la carretera entre Cúcuta y el municipio de El Zulia hubo un bloqueo en el sector de Aguasal, luego de que un grupo de hombres armados obligaran a los conductores de al menos dos camiones cisterna a atravesarlos en la vía.

Los presuntos subversivos pintaron en los cisternas con mensajes intimidantes como “Carro bomba” y “FARC 33″, por lo que las autoridades tuvieron que verificar si efectivamente instalaron algún material explosivo.

La situación de orden público en esta zona del nororiente del país ha sido bastante complicada, de hecho en el municipio de Convención fue secuestrada Camila Suárez Galván, una joven de solo 20 años de edad que se desempeña como funcionaria de la sede de la Registraduría Nacional en esa población, lo cual volvió a prender las alertas antes la proximidad de las elecciones regionales en octubre.

A Suárez la raptaron cuando llegaba a su lugar de trabajo por hombres armados que se movilizaban en una motocicleta y hasta el momento se desconoce su paradero así como los motivos y los responsables de este delito.

(Con información de agencias)

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