Junior vuelve a contratar a Arturo Reyes en reemplazo del Bolillo Gómez: ¿servirá el reencauche?

El Junior de Barranquilla anunció en la tarde del 17 de agosto que Hernán Darío Gómez no seguiría siendo el técnico tras la eliminación en la Copa Betplay y los malos resultados en la Liga Betplay, y dejó como reemplazo a Arturo Reyes para salvar al club en el segundo semestre de 2023.

Se trata del tercer ciclo que tendrá el entrenador samario con los Tiburones, en ninguno de ellos consiguió título y la razón para haberlo elegido fue que “ha desempeñado un papel relevante en los procesos deportivos de la organización y ha estado al tanto de la situación actual de los integrantes del equipo”.

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Sin embargo, existen más dudas que certezas respecto a cómo le irá a Reyes en el resto de la temporada, sobre todo por los resultados que tuvo en sus dos anteriores etapas y lo ocurrido en su última aparición, que fue entre diciembre de 2022 y marzo de 2023.

El 17 de agosto de 2021 comenzó la historia de Arturo Reyes en el Junior de Barranquilla, donde lo anunciaron como entrenador en reemplazo de Luis Amaranto Perea y con la obligación de pelear por el título de la Liga Betplay, torneo en el que llegó a cuadrangulares y quedó eliminado a manos del Deportivo Cali que alcanzó la final y el trofeo.

Después de ese tropiezo, pese a que armó una buena nómina y tenía confianza en dejar un proceso para 2022, la junta directiva anunció su salida por el fracaso en el campeonato y dejó en su lugar a Juan Cruz Real, quien fue despedido en noviembre de 2022, cuando lo reemplazó Julio Comesaña.

El segundo ciclo de Reyes arrancó justo 15 meses después de que se fuera del Junior, que lo llamó para tomar el puesto que dejó Comesaña por los malos resultados en los cuadrangulares del Finalización 2022, dirigió los últimos tres partidos y los perdió para quedar en el último puesto del grupo A.

Para la temporada 2023, el samario tuvo la confianza de armar la nómina y con el refuerzo estelar de Juan Fernando Quintero, pero ese respaldo de la junta directiva, encabezada por Fuad Char, duró solo ocho partidos porque salió eliminado de la Conmebol Sudamericana y en la octava jornada de la Liga Betplay lo echaron.

Como último recuerdo de Reyes en el Junior queda el momento en que se retiraba al camerino el 12 de marzo, tras caer 2-1 con Envigado en Barranquilla, con miembros del Esmad protegiéndolo porque varios aficionados le lanzaban objetos desde la tribuna.

El regreso de Arturo Reyes en Junior no parece una decisión tan extraña con respecto a los entrenadores “reencauchados” en el club, que se ha caracterizado por llamar en varias ocasiones a técnicos que, sin importar si triunfan o fracasan, aceptan el llamado Tiburón.

El ejemplo más evidente es Julio Comesaña, que ha tenido 10 ciclos entre 1991 y 2022, alcanzó cinco títulos en esas etapas y se ganó el corazón de los hinchas, pero nunca consolidó un proyecto a largo plazo porque los malos resultados provocaron su despido o renuncia inesperada, sumado a que en muchas ocasiones no era la persona oficial sino interina.

Le sigue Carlos Peña, conocido como El Papi, que tuvo nueve ciclos, de los cuales siete fue como entrenador encargado y solo dos veces en propiedad en 1981 y 1992, en ninguno de ellos tuvo alguna campaña destacada y actualmente se encuentra retirado.

Otro entrenador que fue “reencauchado” en Junior fue Miguel Ángel El Zurdo López, con siete etapas y la más exitosa fue en el segundo semestre de 2004, cuando saca campeón al equipo en la inolvidable final contra Atlético Nacional que empató 5-5 en el global y venció tras la serie de penales.