Querían robarse un celular pero la comunidad no lo permitió y les quemó la motocicleta

Muchos habitantes de Bogotá señalan que la situación de seguridad en la capital es preocupante por cuenta de los robos, riñas, extorsiones y homicidios. Por esta razón, algunos capitalinos han tomado como opción hacer frente a la criminalidad en lo que se conoce como “justicia por mano propia”.

Una muestra de ello fue lo que ocurrió a plena luz del día en la localidad de Engativá, cuando dos ladrones que robaron a una mujer fueron detenidos por la comunidad, la cual los agredió y les quemó el vehículo en el que se transportaban.

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El hecho de intolerancia se registró concretamente en el tramo vial que divide a los barrios Luján y Villa Luz, cuando los dos sujetos se transportaban en una motocicleta y observaron a una mujer con su teléfono celular. De acuerdo con los testigos, bajo la modalidad de raponazo le quitaron el celular y emprendieron la huida.

La ‘desgracia’ de los delincuentes radicó en los espectadores que observaron cómo a plena luz del día pretendían hurtar a una ciudadana, por lo que decidieron tomar cartas en el asunto. Uno de los testigos del hecho se lanzó sobre la moto e hizo caer a los ladrones que intentaban huir por un callejón, pero finalmente fueron alcanzados y golpeados por la comunidad.

La situación se salió de control cuando la muchedumbre enfurecida decidió incinerar la moto en la que transitaban los asaltantes. En cuestión de segundos el vehículo quedó consumido por las llamas.

Mientras habitantes del sector denuncian los serios problemas de seguridad en la zona, desde las autoridades recuerdan que hay acompañamiento de la Policía y que tomar justicia por mano propia podría traer serios líos tanto para el delincuente como para su víctima.

Un acto violento presenciaron los habitantes de la capital musical de Colombia, Ibagué, cuando un intento de hurto se convirtió en una violenta riña con armas blancas. Fue tal la magnitud de la gresca que ocho uniformados de la Policía tuvieron que intervenir para frenar el combate.

Los hechos ocurrieron la noche del lunes 14 de agosto en la capital del Tolima. Según indicaron los testigos, en pleno centro de la ciudad un hombre le hurtó el celular a otro sujeto e intentó emprender la huida. La situación se complicó porque la víctima del robo sacó un machete e inició una batalla con el delincuente que terminó malherido.

Incluso, el hombre estuvo a punto de perder el brazo, pero la llegada de las autoridades permitió que el ladrón fuera auxiliado y se le atendiera para controlar la hemorragia, que tenía aterrorizado a los transeúntes. Luego, el victimario fue atendido en un centro médico.

Por su parte, al víctima del robo, pero agresor del ladrón, esperó en el lugar de los hechos hasta cuando las autoridades finalmente lo capturaran por las lesiones personales causadas con el arma blanca. Ambos sujetos deberán responder antes los ente judiciales, uno por hurto y el otro por lesiones personales.

La sanción que podría enfrentar la persona que lesionó al ladrón se estipula en una multa de entre 26 y 36 salarios mínimos legales mensuales vigentes; por otra parte, afrontará una condena entre los 2 y 5 años de prisión, y si el daño conlleva a una deformidad física permanente en contra del agredido, podría llegar hasta los 7 años.

Los actos de violencia producidos en el país por intolerancia son alarmantes, de acuerdo con cifras de la Policía en los primeros seis meses del 2023 se registraron 1.247 homicidios producidos por ira y falta de control, mientras que en todo el país se registraron en las líneas de emergencia 400.000 llamadas por riñas.