Tres años le habría tomado al investigador Jhon César Neita descubrir que, entre el material recolectado por el Grupo de Exploración y Monitoreo Ambiental Gema, en el Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete, se encontraba una nueva especie de escarabajo, al cual habría podido diferenciar del resto por sus genitales de gran tamaño.
Se trata de la especie Aegidinus elbae, de la que habrían obtenido un ejemplar macho y un ejemplar hembra, descritos, oficialmente, en junio del 2023.
“A las características morfológicas que hacen de esta especia única se suma algo bien interesante, que es la genitalia de los machos, que es muy distintiva y no es similar a las otras, ya precisamente conocidas”, señaló Neita.
Ambos, macho y hembra, habrían llegado a la Colección de Entomología del Instituto Humboldt, en Villa de Leyva, desde hace años, gracias a los esfuerzos de “Gema, un grupo que pudo mostrar diferentes lugares del país en medio del conflicto y con ello lograron obtener información de la biodiversidad de todas esas áreas donde pudieron estar durante sus exploraciones”.
En entrevista para Infobae Colombia, Neita explicó que, a pesar de su gran tamaño, “la función que cumple es la misma que la de las demás especies del mismo género, que es la reproducción. Sin embargo, su genitalia tiene una forma muy única en la estructura de los parameros, que son una estructura que se encuentra en la parte anterior. Durante el proceso de reproducción, estas estructuras entran y se conectan con la genitalia de la hembra. A través de esta conexión, se libera un saco por donde pasa todo el esperma”.
Se trata de un resultado proveniente de un largo proceso evolutivo que pretende sortear las condiciones del apareamiento entre los Aegidinus elbae. Por esa razón, “esta especie tiene una genitalia bastante desarrollada, más o menos, equivaldría -entre cuerpo y genitalia- a un 40%, 45% de su longitud”.
Lo cual no es sorprendente, ya que en la Colección de Entomología forman parte otros escarabajos cuyos genitales tienen una longitud de entre el 70% y el 80% del tamaño de su cuerpo.
Según aclaró Neita en conversaciones con Infobae Colombia, “es muy probable que esto esté relacionado con el órgano genital de la hembra, el cual es grande y tiene mayores requerimientos en el proceso de la cópula”.
Hay hembras que no necesitan de un macho para poner sus huevos, pero “en el caso de los escarabajos, el método más común es la reproducción macho con hembra, y es ahí donde encontraremos muchas de estas variaciones tan interesantes en la genitalia. Estas variaciones responden a la teoría de la llave y la cerradura; es decir, para el genital de una hembra, siempre hay un genital de un macho que encaja a la perfección. Esto garantiza el aislamiento reproductivo y evita que una especie se cruce con otra”.
“Todos unos malabaristas del sexo”
Los genitales de los insectos varían dependiendo del grupo taxonómico al que pertenezcan, en forma y tamaño, pero siempre tiene las mismas funciones.
“Un genital de una avispa, la genitalia de un escarabajo, de una mosca, de una tijereta o la genitalia de una mariposa o una polilla” pueden variar, incluso entre ejemplares de un mismo grupo, como sucede en el caso de estas últimas.
“Algunos insectos tienen los genitales expuestos, como es el caso de los ortópteros o polyneoptera que se llaman hoy en día. Esto incluye a los grillos, los saltamontes y los insectos palo. Muchos de ellos tienen los genitales expuestos, tanto machos como hembras”, lo que, según explicó Neita a este medio, facilita identificar su sexo a simple vista. Lo mismo ocurre con algunas especies de avispas.
Sus genitales son de gran longitud porque cuando van a inocular las larvas deben llegar hasta ellas que, por seguridad, suelen estar en lugares escondidos, lo que, a la larga, termina haciendo de los invertebrados “unos verdaderos malabaristas del sexo”.