Desde Pitalito (Huila), donde se reúne con cultivadores de café, el presidente Gustavo Petro anunció que comenzó la renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos
“Quiero anunciar públicamente que comienza su renegociación”, informó tras quejarse de la excesiva importación de maíz que hay desde Estados Unidos y Canadá.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Google News.
Precisamente, dijo que hoy Colombia importa casi todo el maíz que consume desde esos países.
“Si yo quisiera reemplazar ese maíz por maíz colombiano sembrado, tendría 1.200.000 puestos de trabajo más y el Banco Agrario tendría que darle el crédito a esos campesinos y productores, pero tendríamos 1.200.000 puestos de trabajo más, es decir, trabajo, es decir, riqueza. ¿Por qué no lo puedo hacer? porque me lo prohíbe el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos que firmaron hace unos años”, explicó.
También señaló que Colombia se equivocó en apostarle a la extracción y no a la producción, que es donde se encuentra el corazón del trabajo.
De acuerdo con el mandatario, lo que se vive hoy es la crisis de ese tipo de modelo o sistema que viene hace 50 años.
“En 50 años vividos, donde el país olvidó el café y olvidó la yuca y el maíz, incluso, habiendo aparecido el primer contacto del ser humano con el maíz en Colombia, hace mil años,. siendo ese el cereal de las comunidades indígenas, poderosísimo porque es el cereal americano, era tan poderoso como el trigo europeo, como el arroz asiático, descubierto por el ser humano en las selvas de Colombia y vuelto nuestro nutriente fundamental, hoy importamos casi todo el maíz de los Estados Unidos y el Canadá.
Recordó que en campaña presidencial le dijo a los cafeteros que quería salir de la extracción porque no le parece que por ahí sea el futuro de Colombia, pues por ahí lo que se tendrá es cada vez más desigualdad, cada vez más gente rebuscándose como pueda y, por tanto, cada vez más violencia.
“Tenemos que volver al mundo de la producción, del trabajo, y el trabajo y la producción es urbano y es rural. Y, fundamentalmente, su corazón, si late bien, se expande en la agricultura y en la industria”, anotó.
Lamentó que siempre le “pegan su sacudida” porque dice que no es más el carbón, no es más el petróleo y, obviamente, no es más la cocaína. Añadió que “es producir alimentos, industrializar la producción agraria y es producir industria, hacer las motos que importamos, ya que no puede ser difícil hacer una moto”.
Según él, industrializar, producir y trabajar, hacer una moto, implica conocimiento.
“Claro, sacar un barril de petróleo, traer una empresa multinacional a que lo saque y nos dé la renta, pues para qué necesitamos conocimiento. Por eso en 50 años no se desarrolló la universidad pública. La Universidad Nacional sigue siendo la misma Universidad Nacional con el mismo número de estudiantes, pero con edificios caídos porque no se necesitaba conocimiento para vivir de la renta”, añadió.
Apuntó que si Colombia se va a poner a industrializar el café, el maíz, la yuca, a mirar cómo se sustituye con rentabilidad algo tan rentable como la cocaína, toca potenciar la educación.
“Si nos vamos a poner a producir motos, carros, neveras y televisores, paneles solares, pues necesitamos conocimientos. Eso significa que nos toca potenciar la universidad pública”, agregó.
Añadió que no es populismo, sino que si el sistema educativo de Colombia se generaliza en la juventud, en la diversidad, con el fortalecimiento de la educación pública. “Esos conocimientos hay que articularlos a producir y trabajar”.
Por qué revisar y no renegociar el TLC entre Colombia y Estados Unidos
El 1 de diciembre del 2022 se conoció que Colombia le pidió de manera formal a Estados Unidos, por medio de la Oficina del Representante de Comercio, que es una organización adscrita a la Casa Blanca, la revisión de algunos puntos del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países y puso sobre la mesa un cronograma específico de reuniones que está en estudio y abarcaría el 2023.
Y es que dicho país es el principal socio comercial de Colombia y en el 2022 se cumplieron los primeros diez años del tratado entre ambos países.
Tras dar a conocer la información de la revisión, el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña Mendoza, aseguró que durante 2023 se harán las comisiones administradoras de cada uno de los capítulos en donde se podrán analizar esos equilibrios y desequilibrios, y llegar a acuerdos sobre cómo mejorar algunas condiciones.
Entre los capítulos sobre los cuales Colombia quiere revisiones están el segundo (acceso a los mercados), el cuarto (reglas de origen), el décimo (inversión) y el decimosexto (propiedad intelectual).
Revisión en vez de renegociación
Precisamente, sobre la revisión de este TLC entre Colombia y Estados Unidos, luego de tres meses de la solicitud de revisión hecha, Infobae Colombia habló con el presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Exportadores (Analdex), Javier Díaz Molina, y dio detalles de la importancia sobre hacerle revisión a este.
Anotó que cuando llegó el Gobierno de Gustavo Petro se abrieron comisiones de empalme y se habló de la posibilidad de renegociar y se dijo que no parecía la oportunidad para renegociar debido a varias circunstancias.
“El momento político de Estados Unidos no es el mejor para una renegociación. Miremos la experiencia de México. A México no le fue bien en esa renegociación. Perdió cosas que tenía. Los ministros aceptaron que no se podía hablar de renegociación, sino de revisión. La revisión sí se puede hacer en los términos en que está previsto el acuerdo”, afirmó.
A su vez, aclaró que la revisión se hace al interior del acuerdo con las normas que están previstas en el mismo. En cambio, una renegociación es abrir el acuerdo para cambiar las cosas que están previstas y modificar necesariamente lo que salga. Ahí tiene que haber nuevamente aprobación del Congreso de la República, tanto de Estados Unidos como en Colombia.
Anotó que hay una comisión administradora del acuerdo que no ha sido muy activa y que, por lo tanto, debería tener un trabajo mucho más activo en evaluar los acuerdos, ver cómo ha funcionado, qué cosas se pueden mejorar.