Los colombianos conocieron el 15 de agosto que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país en el segundo trimestre del 2023 resultó muy pobre, al ubicarse en 0,3% frente a igual periodo del 2022, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
La cifra generó alerta en todos los sectores productivos porque denotó que el país pasa por una seria desaceleración económica, lo que confirmaron reconocidos analistas.
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Sin embargo, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, calmó los ánimos al decir que con esta información ahora se sabe en qué sectores hay que trabajar para reactivar la economía, entre ellos industria y agricultura.
No obstante, el reconocido analista Julio César Iglesias desmenuzó las cifras dadas a conocer por el Dane y aseguró que “estamos al borde de una recesión” económica, un hecho que debería preocuparles a los ciudadanos. También dio a conocer la responsabilidad que tiene el Gobierno de Gustavo Petro ante la situación, teniendo en cuenta que la inversión decreció 3,6%.
Iglesias señaló que lo primero que se debe hacer es tener claro que no se trata únicamente de un asunto de banqueros o megaempresarios, ya que cuando la economía se estanca o decrece, son los ciudadanos y las familias los que sufren.
El experto anotó que menos proyectos, menos inversión y menos creación de riqueza implican menos oportunidades o empleos, y más pobreza.
“El Dane reportó que el crecimiento durante el último año fue apenas del 0,3%, pero comparado con el trimestre anterior decreció la economía en 1% (-1%). Ya sabíamos que este año iba a ser flojo para la economía, todo lo indicaba así, pero este mal dato sorprendió incluso a los expertos. Así que no es cierto el relato del Gobierno de que esto esté ‘dentro de lo esperado’. Es bastante peor de lo esperado”, advirtió.
Pese a esto, aclaró que todavía no hay una recesión, debido a que esta se confirma cuando hay dos trimestres seguidos de decrecimiento.
Por lo tanto, precisó que en el último trimestre de 2022 ya cayó -1.7%, pero al país lo salvó el crecimiento de 2,2% en el primer trimestre del 2023.
“Si el próximo dato es negativo, tendremos recesión en Colombia. ¿Pero a qué se deben estos malos datos? El gran responsable es la inversión, o mejor dicho, la caída en la inversión. Fedesarrollo nos mostró cómo se ha caído. No llegamos a niveles prepandemia todavía y esto es muy grave”, señaló.
Iglesias apuntó que la variable que jalonó el crecimiento en la pospandemia es el consumo privado, pero si no crece la inversión no se puede hablar de crecimiento sostenible, ya que la riqueza se genera con inversiones.
La incidencia del petrismo
En cuanto a la incidencia del petrismo en esta situación, el experto aclaró que es cierto que existen factores globales, teniendo en cuenta que Colombia no es el único país de la región con bajo crecimiento.
Sin embargo, con un crecimiento agregado desde 2019 de un 11%, Colombia es una de las economías que mejor enfrentó la pandemia en América Latina. Pero con los datos recientes del crecimiento de 0,3% parece cambiar y no es así.
“No parece haber factores que empujen ese crecimiento. El consumo de los hogares, que había sido el gran salvavidas, se ha debilitado muchísimo. Se hundieron las ventas del comercio. ¿Y la inversión? El que ha sido nuestro talón de Aquiles no tendría razones para levantar cabeza. Y ahí entran al baile las políticas del gobierno petrista. Los sesgos antiempresas y anti-inversión del petrismo estarían teniendo un efecto importante”, lamentó Julio César Iglesias.
El analista resaltó que si se ven cuáles son los sectores que impulsaron el flojísimo crecimiento, se puede encontrar al Estado, lo cual es grave, porque no es sostenible.
Insistió en que no se debe olvidar cómo se financia el Estado (con impuestos), o sea, si el sector privado sufre, el Estado, que vive de él, también.
“Los sectores industriales, agroindustriales, financiero y comercial, donde se concentra la actividad del sector privado, sufren, decrecen o se estancan totalmente. Hay reglas tributarias cada vez más agresivas con la inversión, amenazas de expropiación sobre el ahorro pensional, declaraciones agresivas contra la actividad empresarial e inversora. En resumen, un mal ambiente para hacer empresa y apostarle al país propiciado por el Gobierno”, explicó.
Iglesias advirtió que los colombianos no se pueden dejar “meter los dedos a la boca”, y concluyó que hay múltiples factores que influyen en estos datos (tasas de interés, contexto global), pero si la inversión no levanta cabeza también tiene que ver con la apuesta estatizante y antiempresas de Gustavo Petro.