En la tarde del 14 de agosto se reveló que el presidente de la República, Gustavo Petro, había firmado la resolución que confirmaría que Salvatore Mancuso sería designado como gestor de paz, decisión que ya había anunciado el mandatario el 23 de julio luego de que el exjefe paramilitar se hubiera ofrecido a colaborar con la justicia colombiana.
“Designar como gestor de paz al señor Salvatore Mancuso Gómez para que conforme al sistema jurídico de protección de los Derechos Humanos y vigencia del Derecho Internacional Humanitario, contribuya con su conocimiento y experiencia al diseño de procesos de desarme colectivo de los grupos ilegales que actúan en todo territorio nacional, priorizando las zonas donde ejercicio su actividad crimina”, es parte del documento.
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De la misma forma, el ministro de Justicia, Néstor Osuna, reveló que en cuanto el exjefe de las AUC llegue a Colombia, este quedará en libertad, pero seguirá respondiendo por los procesos abiertos que tiene en el país.
“Lo primero es que hay que esperar a que llegue a Colombia y una vez que llegue, la Oficina del Comisionado de Paz le impone unas tareas que tendría que cumplir. La designación como gestor de paz sí pone a la persona en libertad, pero no lo libera de los compromisos judiciales”, manifestó el ministro de Justicia, señaló el ministro Osuna al respecto.
La decisión del Gobierno nacional ha generado el rechazo de parte de la opinión pública del país, ya que a Salvatore Mancuso le espera una condena de 32 años de cárcel, por delitos como homicidio y tortura en persona protegida, toma de rehenes, desaparición forzada, desplazamiento forzado de población civil, y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
¿Quién es Salvatore Mancuso?
Salvatore Mancuso Gómez nació el 17 de agosto de 1964 en Montería, Córdoba, estudio Ingeniería Civil en la Universidad Javeriana e inglés en la Universidad de Pittsburgh en Pensilvania. A pesar de pertenecer a una familia acomodada, es conocido por ser uno de los fundadores del grupo paramilitar conocido como Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), junto a los hermanos Vicente y Carlos Castaño
Primero hizo parte de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá, pero con la consolidación de un solo grupo con las AUC, Mancuso fue nombrado jefe del Estado Mayor de las Autodefensas Unidas de Colombia; grupo que ha sido señalado como responsable del 47% de las muertes y desapariciones registradas durante el conflicto armado del país.
Dentro de los crímenes por los que ha sido señalado Mancuso se encuentra homicidio de persona protegida, desplazamiento forzado de población civil, reclutamiento ilícito, desaparición forzada, tortura, secuestro simple, acceso carnal violento en persona protegida, terrorismo, destrucción y apropiación de bienes protegidos, amenazas, actos sexuales violentos en persona protegida, prostitución forzada, aborto sin consentimiento y secuestro extorsivo.
De la misma forma, en abril de 2023 fue expuesta una acusación por 4.071 crímenes que provocaron 1,116 homicidios, 2.020 casos de desplazamiento forzado, 371 hechos de desaparición forzada, 28 delitos de violencia de género, 10 de reclutamiento ilícito y 523 delitos más; estos se habrían registrado en los departamentos de Bolívar, Cesar, Antioquia, Córdoba, La Guajira, Magdalena, Santander y Sucre.
En 2004 se registró la desmovilización de las AUC en Colombia, siendo Mancuso parte de ese proceso, en el que dejaron las armas 1.400 hombres; de esta forma, el exjefe paramilitar se sometió a la Ley de Justicia y Paz que tenía como objetivo “facilitar los procesos de paz y la reincorporación a la vida civil de miembros de grupos armados”.
El 13 de mayo de 2008 fue extraditado a los Estados Unidos junto a 13 altos manos de las Autodefensas Unidas de Colombia, allí fue condenado a más de 15 años de prisión por tráfico de drogas en 2015, tras haber introducido más de 100.000 kilogramos de cocaína en ese país.
En 2014, el Tribunal de Justicia y Paz lo condenó en ausencia a 40 años de prisión, sin embargo, le fue concedida una rebaja de ocho años por la ley transicional después de la desmovilización.