Durante su vida Jaime Garzón recibió diferentes adjetivos, el bogotano fue abogado, pedagogo, comediante, actor, locutor, activista, político y mediador de paz. Sin embargo, aun tras su muerte, el que más ha sido repetido por sus allegados es el de persona querida, por lo que 24 años después de su asesinato es una de las figuras más recordadas en Colombia.
Tras el crimen, se reveló que en sus últimos meses de vida Garzón recibió múltiples amenazas debido a las personas de las que se burlaba con sus personajes, pero esto no evitó que Jaime continuara con el mismo comportamiento frentero que lo caracterizaba, por lo que, en 1999, Carlos Castaño, máximo líder de las Autodefensas Unidas de Colombia, dio la orden de su asesinato.
“Jaime Garzón en algún momento hizo una referencia y una burla a Carlos Castaño y eso era una ofensa”, afirmó Salvatore Mancuso.
A pesar de las declaraciones de Mancuso, la muerte de Jaime Garzón es un crimen inconcluso de la historia colombiana, ya que se han creado diferentes hipótesis al respecto. La Fiscalía estableció que el comediante había sido asesinado por sicarios de alias Don Berna en conspiración con funcionarios del DAS.
Lo único establecido es que Jaime fue asesinado el 13 de agosto de 1999 cuando esperaba el cambio de semáforo en el separador de la calle 40 con Avenida Esperanza al occidente de Bogotá. Ese día falleció la persona, pero los personajes que interpretó en televisión nacional han hecho que su figura se haya inmortalizado en Colombia.
Heriberto de la Calle, Néstor Eli, Dioselina Tibana, Inti de la Hoz y Emerson de Francisco son algunos de los personajes que interpretó Garzón en vida.
Heriberto de la Calle
Dentro de los múltiples personajes que interpretó Jaime Garzón, Heriberto de la Calle es uno de los más recordados por los colombianos.
Heriberto era un lustrabotas que se comportaba de manera imprudente, por lo que las entrevistas se desarrollaban profundizando en los temas que los invitados menos esperaban.
Este personaje fue creado por Garzón cuando trabajaba en CM&, luego de ello se hizo popular en la emisora Radionet, pero fue en Caracol donde marcó los espacios que aún recuerdan las personas, ya que Heriberto entrevistaba a personas durante el noticiero que era dirigido por Yamid Amat.
El personaje se destacó por no tener pelos en la lengua, por lo que sus preguntas incomodaron a políticos, celebridades y figuras públicas del país.
Godofredo Cínico Caspa
Con sus personajes Garzón buscaba tomar con humor la actualidad colombiana, lo que de la misma forma se convirtió en una crítica camuflada de comedia por parte del bogotano.
Dentro de esos personajes se destacaba Godofredo Cínico Caspa, el cual era un abogado conservador de pensamientos marcados en cuanto a la política, por lo que en sus participaciones en Quac, el noticiero, presentaba discursos en los que presentaba la opinión y la forma de pensar de una parte de la sociedad, resaltando por expresiones como: “gente de bien” o “la dignidad nacional”.
Godofredo fue creado por Garzón en compañía de Antonio Morales, pero sus exageradas interpretaciones, en las que lanzaba pullas a políticos colombianos, hicieron que las personas le tomaran cariño al abogado, lo que no compartían las figuras públicas a las que mencionaba en sus sketches.
Dioselina Tibana
Dioselina Tibana se suma a la lista de personajes recordados por los colombianos; se trata de una mujer del Tolima que trabajaba como empleada dentro de la Casa de Nariño, por lo que en las transmisiones revelaba intimidades respecto a la actualidad colombiana que involucrara al presidente de Colombia o alguien de su gabinete.
Dentro de sus interpretaciones como Dioselina, Garzón imitaba a diferentes políticos, a lo que le sumaba expresiones poco habituales que según ella era la forma en la que se referían los gobernantes para esconder “los trapitos”.
“Me fui para la plaza y casi no consigo ingredientes, porque imagínese que, la carretera al llano cerrada, la carretera al Casanare la volaron, la vía a Ibagué los campesinos se la tomaron”, afirmó Dioselina al referirse al presidente Samper y una receta de poder.
Néstor Eli
En Colombia se ha creado la percepción de que los vigilantes tienden a entrometerse en los asuntos personales de los residentes de los edificios que custodian, por lo que, con Néstor Eli, Garzón resaltó esta creencia al máximo, interpretando a un guarda de seguridad que revelaba los secretos de quienes vivían en el edificio ficticio.
Dentro de los residentes estaba Ernesto Samper, Andrés Pastrana, Noemí Sanín y diferentes figuras políticas del país. A quienes les contestaba las llamadas, razón por la que, según él, conocía todos los secretos de Colombia.
Sin embargo, el lado revelador de Eli se detenía cuando las personas llegaban a sus viviendas, por lo que allí presentaba una faceta marcada por darle la razón en todo momento a los políticos, justificando los escándalos que protagonizaban.