En la vereda Las Colonias, ubicada en la zona rural de Fonseca, La Guajira, Nubia Hernández, una excombatiente de las Farc, Darío Alexander Puerta, un facilitador de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), una estudiante y una profesora de la Universidad Nacional hallaron una nueva especie de cangrejo.
El cangrejo Chaceus Guajiraensis, como se ha denominado a la nueva especie, es de tamaño pequeño, en el que caben de dos a tres ejemplares en la palma de la mano. Aunque es diminuto, desde la ARN informan que en la zona también existen especies de cangrejos de hasta un kilogramo que se utilizan en la preparación de diversos platos.
La región en donde se presentó el hallazgo, según la descripción de Alexander Puerta, es un tesoro de biodiversidad, pues está ubicad en una transición entre el bosque seco tropical y el bosque andino, situada a mil metros de altura en la Serranía del Perijá. Durante décadas, esta área estuvo alejada de la exploración debido al conflicto armado en Colombia; sin embargo, gracias al proceso de reincorporación del Acuerdo de Paz, se ha convertido en un espacio para la investigación, el ecoturismo, el avistamiento de aves y otros intereses relacionados con la naturaleza.
Ante el hallazgo del cangrejo, se despertaron los intereses de la comunidad científica, por lo que la Universidad Nacional, en colaboración con la profesora Martha Rocha, experta en taxonomía de cangrejos en el Instituto de Ciencias Naturales de la universidad, se involucraron en el estudio de esta nueva especie.
De esta manera, en la investigación se obtuvieron detalles importantes para el estudio del crustáceo, por lo que Rocha destacó que Colombia ahora cuenta con siete especies de cangrejos, mientras que Venezuela solo tiene tres. Además, resaltó que este descubrimiento es particularmente emocionante para los del equipo científico, ya que el animal hallado está asociado a las cuevas, un aspecto poco explorado en Colombia debido a limitaciones de seguridad.
Fue tan importante este descubrimiento que ya hay un artículo sobre esta nueva especie, titulado “Una nueva especie de cangrejo de agua dulce del género Chaceus Pretzmann, 1965 (Brachyura: Decapoda: Pseudothelphusidae) de La Guajira, incluyendo distribución y clave de las especies del género”, el cual fue publicado en la Revista Zootaxa.
En el artículo, la profesora destacó que la firma del Acuerdo Final de Paz desencadenó un hito en la región donde se encontró la nueva especie y, que ahora, alberga a numerosas mujeres y hombres en proceso de reincorporación, comprometidos en realizar actividades de reconciliación para asegurar la implementación efectiva del acuerdo.
Rocha expresó en la página de la ARN que, “La paz es el máximo ideal para que nuestro país no tenga zonas vedadas, que podamos organizar expediciones a sitios inexplorados y que todo confluya en armonía. Tenemos un foco donde está la especie, y que ese punto se pueda irradiar y poder conocer la distribución real de la especie. Esa es la siguiente parte de la historia.”
Estos fueron los detalles del hallazgo
Durante una labor de campo atendiendo a firmantes del acuerdo de paz y familias participantes en programas, Puerta y su equipo pasaron por unas cascadas, tomaron fotografías de una especie desconocida y las compartieron en la plataforma iNaturalist, donde se pueden registrar y debatir observaciones científicas dependiendo del tema.
El tiempo transcurrió y la Universidad Nacional se puso en contacto con ellos. Rocha destacó la singularidad de este hallazgo, principalmente debido a los llamativos colores de la nueva especie. Ella explicó que este descubrimiento era de gran relevancia para la ciencia y que esta especie en particular es originaria de la región guajira.
Esto debido a que el área donde se realizó este descubrimiento, la Serranía del Perijá, había permanecido inexplorada durante largo tiempo debido al conflicto armado que afectó la zona, por lo que el equipo de científicos destacó la importancia del proceso de reincorporación, ya que está brindando una nueva oportunidad para investigar, encontrar paisajes o animales nunca vistos que habían sido opacados por la guerra.
“Por aquí, cuando el país se encontraba en conflicto, nadie se acercaba a explorar. Estamos en la Serranía del Perijá, jurisdicción de Fonseca, a mil metros de altura aproximadamente. En estos arroyos, en una transición de bosque seco tropical y bosque andino, encontramos demasiada riqueza en biodiversidad”, expresó el facilitador para la ARN.