Ernesto Samper: “¿Por qué ahora nos volvimos exportadores de matones y asesinos?”

El expresidente dio estas declaraciones luego de conocerse que los autores del magnicidio que le quitó la vida al candidato ecuatoriano Fernando Villavicencio eran colombianos

Ernesto Samper se cuestiona ¿Por qué Colombia está exportando matones y asesinos? Foto: Colprensa.

El pasado miércoles 10 de agosto, se conoció la noticia del asesinato del candidato presidencial ecuatoriano, Fernando Villavicencio, al parecer por seis colombianos quienes estarían detrás de este magnicidio.

Ante la situación vivida en el hermano país, el expresidente Ernesto Samper, no ha salido de su asombro debido a que Colombia nuevamente está acaparando todas las miradas del mundo, pero no como un ejemplo para las demás naciones. Samper, al igual que diferentes figuras políticas, han evidenciado su preocupación al conocerse que seis colombianos estarían implicados en el asesinato del candidato presidencial de derecha en Ecuador.

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Preocupante la noticia sobre la nacionalidad colombiana de los asesinos del candidato Villavicencio en Ecuador, que coincide con la del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, y los exdirigentes guerrilleros de las Farc en Venezuela, a cargo de sospechosos comandos paramilitares”, manifestó el expresidente Ernesto Samper

Y se cuestionó por la situación en la que aparecen connacionales implicados en diferentes hechos delictivos en varios países: “¿Por qué nos volvimos, ahora, exportadores de matones y asesinos?”.

El crimen de Fernando Villavicencio ocurrió unos años después del asesinato del presidente de Haití en 2021, en aquel entonces fueron capturados 18 mercenarios colombianos quienes, al parecer, fueron los autores intelectuales de la muerte del mandatario, Jovenel Moïse, en la capital haitiana.

Por su parte, en los hechos que dejaron sin vida a Fernando Villavicencio, las autoridades han determinado que dos de los seis colombianos que resultaron capturados, son los presuntos responsables del magnicidio, y habían ingresado al país hacía solamente unos días antes.

Entre tanto, las autoridades ecuatorianas y colombianas salieron a confirmar la hipótesis y se encuentran aportando pruebas y detalles con el fin de determinar a los autores intelectuales del atentado que le quitó la vida al candidato presidencial.

Según las autoridades, se trata de Andrés Manuel Mosquera Ortiz, y José Neider López Hitas. En cuanto a Mosquera, los investigadores ecuatorianos manifestaron que no tenía antecedentes en su contra; sin embargo, en el sistema judicial colombiano se registra un proceso privado reposa en el Juzgado Décimo Penal con función de Conocimiento de Cali.

Así mismo, Mosquera Ortiz cumplió en 2018 una pena de cuatro años de cárcel por el delito de fabricación y tráfico de armas de fuego y municiones, en la cárcel de Popayán.

Entre tanto, el caso de López Hitas cuenta con un antecedente penal por hurto calificado en menor grado.

En cuanto a Adey Fernando García García, procedente de Cali, las autoridades lograron determinar que este detenido tiene antecedentes por violencia contra servidor público, tráfico, fabricación y porte de estupefacientes, homicidio, concierto para delinquir agravado, fabricación, tráfico y porte de armas.

Camilo Andrés Romero Reyes, quien es otro detenido, aparece que fue procesado por delitos de receptación, que significa que se aprovechaba como efecto de otros hechos delictivos, además en el sistema judicial, al parecer, tiene otros procesos pendientes.

En el caso de Jules Osmin Castaño Alzate, otro de los capturados por el magnicidio de Villavicencio, cuenta con antecedentes por violencia intrafamiliar, concierto para delinquir, hurto calificado, fabricación, tráfico y porte de estupefacientes, además de hurto en menor cuantía.

Jhon Gregore Rodríguez Góngora, el último de los capturados hasta el momento no se le han encontrado antecedentes en ninguno de los dos países.

A los sindicados colombianos arrestados en Ecuador se les adelantará el juicio correspondiente. Por su parte los de Haití están a punto de completar cuatro años esperando a ser juzgados, mientras se encuentran padeciendo condiciones inhumanas en cárceles de Puerto Príncipe, así lo confirman una serie de cartas que estas personas han hecho llegar al país.