Andrés Mosquera Ortíz, José Neider López Hitas, Adey Fernando García García, Camilo Romero Reyes, Jules Osmín Castaño Alzate y Jhon Gregore Rodríguez son los nombres de los ciudadanos colombianos señalados de asesinar al candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio. Recientemente, la justicia de Ecuador reveló que los aparentes criminales tienen un grueso prontuario delictivo relacionado con otros homicidios y hasta por tráfico de drogas y estupefacientes.
El repertorio delincuencial de los connacionales lo dieron a conocer las autoridades de la nación vecina luego de que esta semana un juez ecuatoriano ordenó que los mencionados sujetos debían ir tras las rejas mientras avanzan las investigaciones.
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En primera medida, esa instrucción judicial se extenderá por 30 días. El togado ecuatoriano consideró que los colombianos implicados en este caso que tiene al mundo entero con la vista puesta en América Latina representan un peligro para la sociedad debido a que, dentro de sus hojas de vida criminales, reposan cargos por narcotráfico, homicidio, hurto, tráfico y porte de armas, así como por ataque contra servidor público.
Los hoy arrestados por la Rama Judicial de Ecuador, según las primeras informaciones, pertenecerían a una banda delincuencial dedicada a sembrar el terror en diferentes lugares de ese país, así como en su natal Colombia.
Cuando los capturaron, la Policía ecuatoriana incautó vario material bélico como un fusil, un subametralladora, cuatro pistolas, tres granadas, dos cargadores de fusil, cuatro cajas de munición, dos motocicletas y un vehículo reportado como robado en los que se movilizaban para cometer sus fechorías.
Tras legalizar la prisión preventiva, los individuos fueron llevados a una “unidad de flagrancia”, mientras siguen avanzado las pesquisas. En medio de la persecución policial, uno de los asesinos también perdió la vida luego del intercambio de disparos con la policía.
Así lo confirmó el ministro del Interior de Ecuador, Juan Zapata, quien aseguró que tres uniformados de ese país resultaron gravemente heridos y están en centros hospitalarios recuperándose. El criminal que balearon fue llevado a la “unidad en flagrancia“, pero por la fatalidad de sus heridas murió. La Fiscalía ecuatoriana fue cuestionada porque, aparentemente, no le brindó atención médica al individuo colombiano.
El prontuario criminal
Las autoridades del país vecino reportaron que esos sujetos tienen varios líos con la justicia colombiana. Por ejemplo, en el caso del ciudadano caleño Andrés Manuel Mosquera Ortiz tiene una investigación oculta en su ciudad natal, además estuvo varios años en la cárcel de la ciudad Popayán (Cauca) por fabricación y tráfico armas de fuego y municiones.
Así mismo, la prensa nacional conoció que José Neider López Hitas, otro de los involucrados, enfrenta cargos en su país por robo en menor cuantía.
Otro de los mencionados, Adey Fernando García García, que también es de Cali, tiene anotaciones en su pasado judicial por violencia contra servidor público, tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, homicidio, concierto para delinquir agravado, fabricación, tráfico y porte de armas de fuego; de hecho, también estuvo preso vario tiempo por los mencionados delitos.
En el caso de Camilo Andrés Romero Reyes, las autoridades le encontraron delitos en su prontuario relacionados con el aprovechamiento de delitos para favorecerse, lo que en la Rama Judicial se conoce como receptación.
Uno de sus colegas, Jules Osmin Castaño Álzate, tiene varios crímenes por los que respondió en Colombia como violencia intrafamiliar, concierto para delinquir, hurto calificado, tráfico, fabricación y porte de estupefacientes, y hurto menor cuantía.
Castaño Alzate, además, fue condenado por tráfico, fabricación o porte de estupefacientes en 2016, mientras que su cómplice, Jhon Gregore Rodríguez Gomgora, no tiene anotaciones como sí reposan en las hojas de vida de sus compañeros criminales.
A los múltiples delitos antes mencionados se sumarán el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, a quienes los citados individuos colombianos ultimaron con tres tiros en la cabeza. Aunque uno de sus escoltas intentó salvarle la vida, la gravedad de sus heridas le impidió hacer algo más por él.
“Tras estos acontecimientos, los ejes policiales se desplegaron para realizar técnicas investigativas, esto permitió ubicar y allanar varios domicilios en el sector de Conocoto y sur de la ciudad, donde se detuvo a seis sujetos todos de nacionalidad extranjera”, señaló la Policía de Ecuador en un comunicado.
El ministro del Interior ecuatoriano confirmó que, mediante “técnicas de investigación” lograron identificar que los mencionados colombianos fueron los artífices de ese magnicidio por el que, el Gobierno de Ecuador, declaró estado de excepción en su territorio nacional. El presidente de esa nación, Guillermo Lasso, solicitó la ayuda de la Oficina Federal de Estados Unidos (FBI) para que colaboren con las investigaciones.