Cayó red de sicarios de las disidencias de las Farc encargada de asesinar policías, militares y desmovilizados: uno de ellos patrocinaba una escuela de fútbol

Los homicidas trabajaban para la subestructura Estado Mayor Central, bajo las órdenes de alias Iván Mordisco

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El general José Luis Ramírez, director de la Dijín, dio detalles de la desarticulación de la red sicarial. Fuente: Dijín.

En un operativo conjunto entre la Dijín y la Fiscalía, fueron capturadas cuatro personas señaladas de integrar una red de sicariato al servicio del Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc. El grupo criminal asesinaba a policías, militares y desmovilizados del proceso de paz del 2016 en los departamentos de Arauca y Meta.

Tras 21 meses de investigación e inteligencia se desarrollaron diligencias judiciales en Valle del Cauca, Santander y Boyacá, dejando como resultado la captura de cuatro integrantes de la estructura sicarial identificados como Luis Ángel Carabalí, alias Negro Lucho, y los hermanos Álex, Víctor y James Zúñiga Saavedra.

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Los sicarios se camuflaban en
Los sicarios se camuflaban en la sociedad haciéndose pasar por trabajadores comunes. Foto: Dijín

De acuerdo con las autoridades, Negro Lucho sería el cabecilla de la red sicarial denominada Estructura 10, Martín Villa, del Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC. El criminal tiene una trayectoria delictiva de más de 15 años, fue jefe de negociación de las Farc en la Habana y se había acogido a las condiciones de desmovilización, pero desistió de esa decisión, retomó las armas con las disidencias y en el último año orquestó diez atentados contra desmovilizados de las Farc.

Uno de los ataques contra firmantes del acuerdo de paz de La Habana fue perpetrado 24 de octubre del 2021, en la vereda Santo Domingo del municipio de Tame (Arauca), donde alias Negro Lucho y su red de sicarios intentaron asesinar a Hermes Mayorga, y a su hija, con armas largas.

Las víctimas se movilizaban en una camioneta de la Unidad Nacional de Protección (UNP), acompañadas por dos escoltas de la entidad, que velaban por su seguridad en su camino hacia el espacio territorial de capacitación y reincorporación, Filipinas, de las firmantes Farc.

Pese a la reacción de los escoltas de la UNP, fue imposible disuadir el ataque y los criminales procedieron a quemar el vehículo. Como resultado del atentado, la hija de Mayorga quedó gravemente herida.

Desde entonces la Policía inició las investigaciones pertinentes, develando la existencia de la red de sicariato. “El cuerpo élite policial de la Dijín desplegó su componente investigativo con el fin de recolectar suficiente material probatorio e indicios para esclarecer los hechos y dar con la captura de las personas que habían atentado contra la vida del protegido”, sostuvo el general José Luis Ramírez, director de la Dijín.

Las diligencias judiciales en Valle del Cauca, Santander y Boyacá. Fuente: Dijín

En el periodo de investigación las autoridades pudieron establecer que los detenidos pretendían expandir sus tentáculos criminales hacia el departamento de Boyacá y Valle del Cauca, con el objetivo de consolidar una zona de retaguardia para proteger a sus principales cabecillas de las confrontaciones armadas contra otros grupos armados ilegales. En esos departamentos Negro Lucho ordenaba cobros extorsivos y asesinatos a los comerciantes.

Tres hermanos capturados

Los otros detenidos en los operativos de la Dijín y el CTI fueron los tres hermanoslex Emelio, Víctor Manuel y James Jalil Zúñiga Saavedra, quienes bajo las órdenes de Negro Lucho, distribuian panfletos intimidatorios contra comerciantes y firmantes del acuerdo de paz, y además ejecutaban homicidios selectivos en Valle del Cauca, Arauca, Meta y Boyacá.

Los hermanos se camuflaban en las poblaciones como trabajadores comunes para hacer estudios de inteligencia sin levantar sospechas y así perpetrar los actos criminales.

James Zúñiga Saavedra estaba radicado en Samacá (Boyacá), donde era reconocido como un buen vecino, se paseaba por la población sin ocultar su identidad e incluso patrocinaba una escuela de fútbol infantil del barrio en el que residía.

Los capturados serán imputados con los delitos de tentativa de homicidio, concierto para delinquir, fabricación, tráfico y porte ilegal de armas de fuego y municiones de uso privativo de las Fuerzas Armadas; disparo de armas de fuego contra vehículos e incendios.

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